Ricky Alfonsín, director del Festival Internacional de Cine de la UBA -cuya tercera edición se celebrará del 1 al 8 de octubre-, anticipó algunas de las novedades que se presentarán en esta versión ampliada y mejorada de los dos certámenes anteriores.
El festival propone homenajes, convocatorias, workshops y nuevos espacios, con el propósito de fortalecer el carácter multidisciplinar del cine.
-Hace apenas dos semanas se abrió la convocatoria para inscribirse en el 3º FIC.UBA. ¿Cómo se va a configurar el festival este año?
Las inscripciones están abiertas para las mismas competencias de los dos años anteriores: Competencia Internacional de Largometraje, Competencia Iberoamericana de Cortometrajes y Competencia de Cortometrajes UBA, solo para estudiantes o todo lo que representa el universo UBA.
La experiencia indica que nos fue muy bien: hubo más de 1.500 películas inscriptas en ambas ediciones. Y ahora, en las dos primeras semanas de convocatoria ya contamos con 500 títulos.
Además de la programación, siempre intentamos superarnos. Estamos tejiendo una serie de alianzas muy interesantes a nivel internacional y profundizando aquella que teníamos y que habíamos construido con Málaga. Vamos a tener la grata presencia de Asif Kapadia, en gran director británico que realizó documentales sobre Amy Winehouse, Ayrton Senna o Diego Maradona. Y que va a venir a la Argentina a estrenar su nueva película en el FIC.UBA. Y estamos preparando otro gran homenaje: a la queridísima Graciela Borges. Con una retrospectiva de sus películas.
-A 40 años del histórico Juicio a las Juntas, el FIC.UBA rendirá homenaje a los jueces que protagonizaron uno de los procesos judiciales más trascendentes de la historia. ¿En qué va a consistir?
Vamos a homenajear a los jueces de esa gesta histórica y a programar películas que tienen como tema, o como eje principal, el Juicio a las Juntas. Reivindicando nuestro compromiso con los Derechos Humanos. Así decidimos lanzar el festival en 2023, cuando cumplía 40 años la Democracia, acompañando ese momento histórico.
Generaremos un ciclo de cine, debate e intercambio explotando la idea natural que lleva consigo el cine, que es la idea de lo coral, de lo multidisciplinar. Este año estamos enfocados en expandir el foco, para que no sea una cosa propia del cine. Como sabemos, en el cine trabajan abogados, contadores, cocineros, especialistas en marketing, administradores de empresas, diseñadores gráficos. Queremos poner por delante esa condición y darle valor. Además, la Facultad de Derecho será sede este año del festival y principalmente allí se va a programar este acontecimiento tan importante. Estoy seguro de que va a ser uno de los eventos más importantes en términos de agenda cultural de la ciudad en este segundo semestre.
-Por fuera del marco del FIC.UBA, es inevitable preguntarte qué representa este homenaje en lo familiar.
Para el que no sabe, soy el nieto de Raúl Alfonsín. Siempre es grato recordar estos episodios. Y obviamente nos llena de orgullo. A mí me pasa algo muy curioso: tengo la suerte de que lo han querido mucho a Raúl y me transfieren ese cariño. Lo he recibido durante toda mi vida. Me cruzo con gente a la que solo le doy la tarjeta de débito, me dice “Ricardo Alfonsín”, me preguntan si soy familiar de Raúl e invariablemente se emocionan. En esos momentos me pregunto: ¿cuánto tenés que querer a un hombre para trasladarle tanto cariño a su nieto?
Pero el homenaje no está motivado por algo personal, desde ya. Se cumplen 40 años y la gesta fue responsabilidad de un montón de héroes. En este momento creemos que es doblemente valioso y necesario reivindicar aquel proceso tan difícil.
-El FIC.UBA tiene como premisa acompañar no solo las primeras experiencias audiovisuales de los egresados de la UBA, sino también presentar trabajos de directores consagrados que en algún momento pasaron por sus aulas. ¿Dónde pusieron el foco este año?
Te puedo confirmar una primicia: vamos a hacer una retrospectiva a nuestra querida Laura Casabé, una directora que pasó por nuestras aulas. El otro día hablábamos de que no terminó de recibirse, pero ya la incentivamos para que retome (Risas). Es una reconocida directora que arrancó con el género, se vinculó al terror y la fantasía y después dirigió un documental muy interesante. Vamos a contar con ella y su equipo de producción. Y estamos gestionando una función de La virgen de la tosquera.
-Una de las grandes novedades de esta edición será el Hack FIC.UBA, una propuesta desarrollada en alianza con el Festival de Málaga. ¿A quién está destinado y cuáles son las características fundamentales del Hack FIC.UBA?
El viaje fue muy fructífero y logramos cerrar el acuerdo con el Festival de Málaga para lanzar Hack FIC.UBA, un programa destinado a descubrir, potenciar y formar a creadores de contenidos digitales. Se trata de una especie de competencia de tres días de duración, en la que se forma una comunidad muy amplia que trabaja en conjunto, sorteando distintos desafíos que les plantea la producción. De los participantes quedan 20 finalistas. El ganador de ese desafío viajará al Hack Málaga, al igual que el ganador de la competencia al mejor cortometraje.
El Hack va a contar con presencias muy interesantes. Estoy muy entusiasmado, porque esos nombres le van a dar vuelta la cabeza a muchos. Lo planeamos con este espíritu de atravesar la frontera de aquellos que nos dedicamos al cine o al audiovisual estrictamente, para invitar a creadores de contenido y divulgadores a que se acerquen. En la primera semana van a estar haciendo de formadores, tutores e incluso dando charlas, en esta dinámica de Hack.
-A partir del Hack se van a generar encuentros que ampliará la mirada de los nuevos creadores.
Tenemos previsto varios workshops, con la idea de hacer un cruce interdisciplinar, donde directores se crucen con diseñadores gráficos y puedan planificar los proyectos juntos desde su inicio, desde su etapa más incipiente. Lo mismo vamos a hacer el cruce con abogados que puedan acompañar a los realizadores. También va a haber un workshop de diseño industrial orientado a identificar los futuros o posibles directores de arte. La idea es generar comunidad, que se conecten.
Queremos que se acerquen realizadores a participar de estos workshops para que encuentren a estudiantes con ganas de realizarse, estudiantes avanzados muy comprometidos en mejorar cualquier producto.
Pero el viaje al Festival de Málaga no fue solo para ampliar el Hack: también incorporamos un acuerdo con la página web Festhome, desde donde se pueden inscribir las películas, que va a ser auspiciante de nuestro festival. Y además nos conectamos con numerosas productoras que ya enviaron sus películas y distribuidoras interesadas en el festival
-Esta es la última pregunta que bien podría haber sido la primera: ¿dónde va a estar puesto el eje del FIC.UBA este año?
En la transversalidad; en ese espacio multidisciplinar, en esa actividad coral que significa el cine. El cine necesita de nosotros. Para sostenerlo en un momento en el que está en duda. No es nueva la discusión acerca de que tenemos que rever las condiciones bajo las cuales se produce el cine y cómo el Estado participa, fomenta o regula la actividad. Hay mucha gente que la está pasando muy mal. Necesitamos con urgencia rediscutirlo, redefinir y poner el motor a funcionar rápidamente.
Queremos invitar a toda la comunidad, sea estrictamente del cine o no, a vivir por lo menos esta experiencia y acercarse a una institución con un valor tan grande como la Universidad de Buenos Aires. Que se sientan cómodos y cobijados porque ahí están representadas todas las ideas. Es un espacio plural. Que se sientan con la comodidad y la tranquilidad de que no va a haber sesgos ideológicos y que van a poder hablar, confluir y tratar de potenciarnos entre todos.
Básicamente la idea es esa: en hacer fuerza en el carácter multidisciplinario del cine para ponerlo en valor nuevamente.
Julia Montesoro