spot_img
spot_img

Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Mora Recalde coprotagoniza «Martín García», de Aníbal Garisto: «Me entusiasmó trabajar el eje de la relación madre-hijo adolescente»

Mora Recalde coprotagoniza Martín García, la comedia romántica de Aníbal Garisto con producción de Lumen Cine en la que participan Ignacio Quesada, Thelma Fardín y Rafa Ferro en los roles centrales, que se exhibe desde el jueves 25 en salas de todo el país.

Describe el vínculo de un joven artista con su madre: ambos deben mudarse a una isla donde solo viven cien habitantes. La imaginación del joven, la armonía con la naturaleza y el amor serán las claves para encontrar su identidad mientras atraviesa el arduo camino hacia la adultez. La película está rodada en la isla Martín García.

-¿Qué te entusiasmó de la propuesta de Martín García, qué cuenta la historia y tu personaje?

Lo primero que me pasó con el guion es que, como se encuadra un poco en el género de la comedia dramática o comedia romántica dramática, tenía algo que me resultaba atractivo. Tanbién por la relación de mi personaje con el hijo: nunca había tenido ningún personaje que tuviese una relación con un hijo medianamente grande. Siempre había tenido bebés. Me entusiasmaba trabajar sobre el eje de la relación madre-hijo.

Martín García tiene una caracerística poco abordada en el cine argentino: transcurre en una isla. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar en ese ámbito?

En primera instancia, en la fantasía, irme a una isla era una pesadilla. Me decía a mí misma: “vamos a vencer la fobia, vamos a ir a trabajar, es trabajo, hay que hacerlo”. Una vez que estuvimos ahí fue mágico. La isla no solo es un lugar muy especial porque es una reserva ecológica y por su historia: en términos de producción, filmar en un lugar donde no pasan autos, no hay gente caminando en las calles, tenés todos los recursos y además la provincia de Buenos Aires puso la isla a disposición de la película fue comodísimo. Además, siempre que te vas a filmar a un lugar y está todo el equipo en ese sitio, toda la concentración está puesta en la película. Eso mejora el resultado final. Y no estaba el conflicto cotidiano encima, como cocinarle a los chicos o ir a buscarlos (Risas).

-¿Y cómo es esta madre que te resultó tan atractiva? ¿Cómo la describís?

Un poco caótica. Es alguien que busca todavía de dónde es, cómo hacer para tratar de darle una familia a su hijo. Es una madre soltera, que tuvo a su hijo joven y ese hijo es un adolescente. Y ella sigue creyendo en esos amores que se van encontrando. Pero la solución no está ahí.

-Por momentos trata a este hijo adolescente como un niño.

Creo que ahí ella tiene se resiste a verlo crecer, porque cuando él se vaya se va encontrar con la soledad. Es la resistencia que tenemos a veces las madres con el crecimiento de nuestros hijos.

-¿Cómo fue el método de trabajo con Aníbal Garisto? ¿Qué elementos aportaste para enriquecer tu papel?

Corcho para los amigos (Risas). Corcho es una persona que genera un set muy amoroso, todo es muy armónico. Es muy predispuesto a escuchar lo que todos tienen para decir. Él nos escuchó siempre a todos. Eso hizo que el rodaje fuese muy fácil.

-Decías que algo nos pasa a todas las madres frente a la posibilidad de que los hijos crezcan. En el caso de este personaje, ¿qué aspectos tuyos reconocés?

Con Nacho (Quesada), cuando preparábamos nuestros roles, hablábamos mucho tanto de su madre como yo de mi hijo. Hay cosas que uno reconoce de la relación con un hijo varón. Es como empezar a entender ese cuerpo. Una se apropia de los cuerpos de los hijos cuando son bebés. Cuando una amamanta el cuerpo es como una continuidad del cuerpo propio. Mi hijo cumple 15 años ahora, pero cuando filmamos tenía 12 ó 13. Entonces pensaba mucho en cómo es soltar al hijo.

-Cada personaje lo vas elaborando de distintas maneras.

Cada papel tiene un abordaje distinto, que requiere cosas distintas. En esta me servía encontrarme a mí en la gestualidad de madre que delata una relación íntima, sin ser un cliché de lo que es una relación. Detalles donde uno tiene un acercamiento con el cuerpo, que es distinto a cualquier otro cuerpo. Sacarle la lapicera y dibujar sobre el cuadernito, acomodarle el flequillo, pedir la comida, saber cómo es la comida del chico… Eso no está en el texto de la película, pero forma parte de mi memoria. Yo decía “sin salsa para él” (Risas). Las madres ya sabemos cómo comen nuestros hijos los fideos.

No abordo igual los personajes. Siempre hay algo intuitivo que me lleva a buscar las formas de representarlos.

-Con más de una veintena de películas hechas, ¿qué debe tener un personaje para que te entusiasme sumarte al proyecto?

Algún conflicto real. Puede ser más grande o más chico. A veces los conflictos son mínimos, sutiles, así como en otras hay grandes conflictos sobre la vida y la muerte. Con tal de estar en un set, siempre le voy a encontrar la forma. Es muy raro que no me interese un personaje que me ofrezcan. No me pasó nunca decir que no encontraba nada.  Quizás me pasó y me olvidé. Pero en general, siempre me genera alegría pensar en que voy a ir a filmar. Ahora lo pienso y me da tristeza no poder estar filmando.

-¿Qué te pasó cuando viste la película en pantalla?

Es la primera vez que me pasa que siento mucha ternura. Los personajes son amorosos en sus formas. Me encanta la historia del personaje de Nacho, me encanta cómo Corcho la filmó. Me gusta cómo aparece la isla como protagonista del filme también. Me sorprendió tiernamente. Adenás es la primera vez que llevo a mis hijos a ver una película mía porque siempre estoy en pelotas (Risas).

-Hay escenas que son jugadas, pero es un fuera de campo.

Sí, pero es un audio en off, grabado después en un estudio de sonido. Igual, mi hijo se molestó. Les avisé que en tal momento se tapen los oídos.

-Estar sin filmar está asociado a la crisis que atraviesa la industria.

Sí, por supuesto. Espero que la gente pueda acompañar la película en el cine. Ojalá la podamos llevar a todo el país, a toda la provincia de Buenos Aires. Devolverle a la provincia el aporte que hizo mostrando cómo es la isla Martín García, un lugar que todos conocemos de nombre pero que conocen muy pocas personas.

Yo agradezco haber estado ahí un mes. Es un lugar fantástico, distinto a todo. Ojalá podamos recibir mucho público. ¿Podemos volver a firmar en algún momento? No sé. Cuando hablo de esta película pienso en el cine en general y en esta situación tan trágica que estamos atravesando todos los trabajadores de la industria audiovisual. Estamos pasando un momento tremendo. Pero esto también pasará.

Julia Montesoro

Related Articles

GPS Audiovisual Radio

NOVEDADES