El documental El tiempo perdido, de María Alvarez, tendrá su estreno mundial en la 33º edición del Festival Internacional de Cine Documental de Amsterdam (IDFA), que se llevará a cabo del 18 de noviembre al 6 de diciembre próximo con una programación de 258 títulos de 72 países, que se exhibirán en salas de Amsterdam y diversas ciudades de Países Bajos.
La participación argentina se completa con el estreno mundial de La vida dormida, ópera prima de Natalia Labaké, en la sección Luminous (ver información anticipada en GPS Audiovisual) y de Responsabilidad empresarial, de Jonathan Perel una de las once producciones seleccionadas para competir en la sección Paradocs (ver información anticipada en GPS Audiovisual).
La selección del festival incluye un 48% de mujeres cineastas, con un 57% de mujeres cineastas en los concursos.
El tiempo perdido gira en torno de un grupo de fanáticos de Marcel Proust, ahora envejecidos, que desde 2001 se reúnen en un café de Buenos Aires para leer su clásico de siete volúmenes En busca del tiempo perdido. Esta película en blanco y negro que documenta las sesiones de lectura es un oasis de calma, intimidad y profundidad en un mundo moderno dominado por las rápidas comunicaciones y la innovación en línea.
Escuchamos pasajes leídos en voz alta y observamos a los oyentes atentos con expresiones reflexivas, emocionales y entusiastas en sus rostros. Algunos de ellos ya han leído cinco veces la novela de 3.000 páginas. En cada reunión, con paciencia desprenden la siguiente capa, ejercitan su intelecto y plantean preguntas sobre el libro y sobre ellos mismos. Responden a las observaciones de los demás con rigor y humor, y siempre con cariño. Juntos, elevan el acto de leer a una forma de arte. Unirse a este devoto club de lectura se siente como un abrazo cálido, no solo para los participantes, sino para cualquiera que anhele esa sensación de que todo era mejor en los buenos tiempos.
La filmación demandó cuatro años.
Los datos técnicos son los siguientes: dirección, María Alvarez. Producción y fotografía: Tirso Diaz-Jares Rueda, Maria Alvarez. Edición: María Alvarez. Diseño de sonido: Sofía Straface.
Las otras once películas que participan en la competencia oficial son las siguientes:
Gorbachev. Heaven (Vitaly Mansky)
Una fascinante entrevista con el expresidente ruso Mikhail Gorbachev, una de las figuras más influyentes del siglo pasado, cuyo gobierno presagió el fin de la Unión Soviética. En un entorno íntimo, da su visión de Rusia entonces y ahora.
The Grocer’s Son, the Mayor, the Village and the World… (Claire Simon)
En un pueblo de una calle en el sur de Francia, mientras algunos cosechan o luchan contra el granizo, otros están creando una plataforma internacional de transmisión de documentales independientes. Una inspiradora historia de tenacidad e idealismo y sus efectos saludables.
Inside the Red Brick Wall Hong Kong (Realizadores de documentales de Hong Kong)
Un relato sincero de las protestas estudiantiles que tuvieron lugar en la Universidad Politécnica de Hong Kong en 2019, que culminaron en una violenta represión policial. Los reportajes periodísticos hacen que esto se sienta como una atractiva película de acción.
Morning Star (Nantenaina Lova)
Los pescadores de Madagascar se alarman cuando una empresa australiana amenaza con convertir su playa sagrada en un puerto. La cineasta Nantenaina Lova sigue a los activistas apasionados y pinta un atractivo
retrato de los aldeanos que se niegan a ceder.
Nemesis (Thomas Imbach)
La antigua estación de tren de Zúrich está dando paso a una prisión gigante, que pronto se llenará de refugiados rechazados. Sus testimonios convierten el espectáculo de la transformación, filmado íntegramente desde la ventana del cineasta, en una visión para nuestro tiempo.
The new góspel (Milo Rau)
La historia de la crucifixión de Jesús adquiere actualidad en esta película documental sobre las alarmantes condiciones de los trabajadores agrícolas ilegales en el sur de Italia. Una convincente obra de teatro apasionada, una película y poderosa declaración contra la explotación.
Nothing but the sun (Arami Ullón)
Durante años, Mateo Sobode Chiqueno ha estado visitando comunidades ayoreo en Paraguay con una grabadora antigua para registrar conversaciones, historias y canciones de su pueblo. Este patrimonio contiene testimonios conmovedores de una cultura en desaparición.
Odoriko (Yoichiro Okutani)
Odoriko son los bailarines del moribundo teatro de striptease japonés. Una observación íntima de los momentos entre bastidores en los que, despojados de sus disfraces, conversan, comen y filosofan, hasta que llega el momento para el próximo acto.
Radiograph of a Family (Firouzeh Khosrovani)
La directora Firouzeh Khosrovani es hija de un padre secular y una madre musulmana devota, que conviven bajo un mismo techo en Teherán. La Revolución Islámica tuvo lugar en su casa, afectando todos los rincones de
su vida familiar.
War and Peace (Massimo D’Anolfi, Martina Parenti)
Todos los días podemos presenciar escenas de innumerables conflictos violentos en todo el mundo, a través de televisión, sitios de noticias, redes sociales y imágenes de periódicos. Esta emocionante película onírica explora la íntima relación entre la guerra y el cine..
White Cube (Renzo Martens)
Los trabajadores de las plantaciones congoleñas sentaron un nuevo precedente: lograron cooptar el concepto del espacio de la galería del “cubo blanco” como un medio para detener la explotación comercial de sus tierras por parte de multinacionales como Unilever.
IDFA ofrece su apoyo inquebrantable a los cineastas y líderes de la industria que luchan por el futuro del cine. El festival también hace un llamado a actuar juntos y actuar ahora por la industria cinematográfica que el mundo no puede perder, una que valora la exhibición de alta calidad tanto como la inclusión, la transparencia y la responsabilidad.
“En medio de toda la incertidumbre y los grandes interrogantes de esta era, las películas y los proyectos de nuevos medios que vimos, discutimos y seleccionamos nos ofrecieron esperanza y afirmaron nuestra fe en el futuro. El programa IDFA 2020 nos dice, sin dudas o vacilaciones, que el arte documental es simplemente esencial, relevante y significativo. Este es un programa más inclusivo que nunca, un programa que nos lleva un paso más allá del abrumador momento inmediato y nos muestra una cosmovisión más amplia. Protege nuestra cordura y nos ayuda a encontrar el equilibrio en medio de todo el caos”, dijo el director artístico Orwa Nyrabia.