En la tarde del domingo 26 se conoció la penosa novedad del fallecimiento del realizador audiovisual, productor y periodista Alfred Oliveri.
«Alfred querido! Me quedo con nuestra conversa, desde el remise que te llevaba a Ezeiza, luego de tu ultima visita a Buenos Aires. Gracias por tu generosidad, tu discreción. Extrañaremos siempre tu charme, tu glam y tu don de gente», lo despidió Jean Pierre Noher a través de sus redes sociales.
Nacido en 1969, Oliveri desarrolló una carrera de 30 años en el sector audiovisual, como productor, director o creador de formatos televisivos.
«Me dedico al mundo del espectáculo desde que tengo uso de razón -describió Alfred Oliveri a GPS Audiovisual-. Cuando tenía 7 años fui a una audición de un señor en silla de ruedas, con unos anteojos de botella, para hacer un comercial. ¡Ese señor era Leopoldo Torre Nilsson! El estaba en sus últimos días y yo era muy niño. De ahí para acá transité prácticamente todo: la producción de teatro, televisión, radio, contenidos audiovisuales. Pero la entrada al mundo del cine, teniendo la posibilidad de ver tu película en una pantalla grande -en el caso mío, en el Kursaal de San Sebastían-, me cambió para siempre. La posibilidad de asistir a una función de estreno, con un público que no te conoce y que va a ver la obra, y que cuando termina te puede aplaudir o no, es una sensación que guardás en el corazón para siempre. Esto no me tocó de chico, pero tengo el entusiasmo intacto para desarrollarlo plenamente. Estoy muy enamorado del mundo del cine y de las vinculaciones que tiene este mundo, como el hecho de todo lo que tiene que ver con series que están dentro del universo cinematográfico y no como lo antes conocido, acotado al mundo televisivo. Y que te da la posibilidad de filmar, dirigir y contar historias».
Tras abrir su propia productora en España en 2005, años más tarde puso en marcha la sede para Latinoamérica de su compañía, Glamorama TV. A través de House of Chef, su productora fundada en 2015, desarrolla contenidos relacionados con la gastronomía y el mundo del vino e inicia una carrera como guionista/director de largometrajes documentales.
«Yo terminé haciendo cine por una casualidad porque venía vinculado al mundo de la gastronomía, porque me parecía un ámbito interesante para contar historias. ¡No más que eso! Esa es la verdad. Podría haber elegido otro ámbito como los jugadores de fútbol o los de póker. Pero este era un ámbito que me parecía que combinaba el territorio, la política, la identidad territorial, la identidad social, la ruptura entre escuelas tradicionales con las cosas que estaban pasando en el mundo a nivel gastronómico y especialmente en Latinoamérica. Yo me sentía parte de eso y había algo que estaba pasando, entonces valía la pena entrar«, reveló en una de las tantas entrevistas realizadas a GPS Audiovisual.
Su primer largometraje, Tegui, un asunto de familia (2018), se estrenó mundialmente en la gala inaugural de la Sección Culinary Zinema de San Sebastián. La gastronomía sigue siendo para algunos una cuestión de pasión. De afrontar desafíos creativos cada vez mas ambiciosos. Y también del amor a un oficio y al equipo de gente que lo acompaña en sus aventuras, llegando a sentirlos como una verdadera familia. Este es el caso de Germán Martitegui, considerado el mejor cocinero de Argentina, número 10 de Latinoamérica, quien en el marco del décimo aniversario de su restaurant Tegui, decide cerrarlo y marcharse junto con todo su equipo de 22 personas -su familia- para crear una experiencia única e irrepetible durante 40 noches frente a la Cordillera de los Andes, creando un menú exclusivamente con productos del lugar y maridándolos con los vinos de otra familia -esta de vínculo de sangre- pero con la misma corriente de pasión, compromiso y creatividad, que serían sus anfitriones: Los hermanos Michelini. El desafío de crear un restaurante de cero, al aire libre, solo con fuegos y siguiendo el movimiento del Sol.
A la misma sección regresó en 2019 con La leyenda de Don Julio: Corazón & Hueso. La vida de Pablo abarca tres generaciones atravesadas por la carne. Como un destino premeditado, entramos en su historia, un hombre que ha tenido que salir adelante, desde su niñez hasta su fulgurante presente, convirtiendo una simple parrilla de barrio en el mejor asador de carnes del mundo. La épica cotidiana de un héroe de barrio.
Con Purity (2020) recibió el premio del público en el Festival de Málaga. Purity se introduce en el mundo de un joven cocinero (Juan Peralta Ramos), que decide dejar atrás la ciudad para vivir según sus propias reglas, en contacto con la naturaleza y aportando a su gastronomía su vinculación con otras disciplinas. Rinde homenaje a la herencia de productores y artesanos, dándole un tratamiento puro, casi místico, a los productos de la tierra y del mar.
«Purity es la película menos gastronómica o si se quiere de culinary que hemos hecho. Es la que toma más riesgos, la más artística, la más de autor. Muestra, justamente, cómo este personaje que es un cocinero off-road, sin chaqueta, que tiene un restaurante de una sola mesa en su casa, se vincula directamente con los productores, con el producto, con el mar, que recoge los hongos en el cerro después de la lluvia. Incluye a la gastronomía como un elemento más, como una disciplina más que podría ser un vestuario, o la arquitectura, porque de hecho él construyó su propia casa en Uruguay. Entonces tiene que ver con este tema de las artesanías, y ahí entra. Y también como un arte, porque cuando lo ves preparando una corvina entera en su horno de barro hay algo del ritual que lo vuelve tremendamente artístico», describió a GPS Audiovisual.
En 2022 presentó Virgilio, documental sobre Virgilio Martínez, que mucho más que un chef es un artista. Si bien su restaurante Central en Lima, Perú, es considerado el mejor de la década en Latinoamérica y el número 2 del mundo, y siendo su esposa Pía León considerada la mejor chef mujer del mundo en el año 2021, su trabajo de inspiración, investigación y creación va mucho más allá de estos reconocimientos. Virgilio es un explorador de las diferentes regiones del Perú dando origen al concepto revolucionario del «Mundo en Desnivel», basado en las elevaciones de la tierra, que cambió para siempre la forma en que se ve la gastronomía local en el mundo actual.
En 2023 ganó el premio Biznaga de Plata al Mejor Cortometraje en Cinema Cocina de Málaga por Identidad, una producción de House of Chef con guion de Alfred Oliveri, protagonizado por Olivia Saal. Después de pasar por cocinas de todo el mundo antes de cumplir 25 años y del éxito de su local en Argentina, Olivia Saal, La Chica Pájaro, abre su corazón y su mente en un tierno y descarnado relato para desnudar sus miedos y ambiciones sobre un mundo -el gastronómico- de tiburones. Qué somos, quiénes somos, y qué es lo que nos define son algunos de los interrogantes que sobrevuelan este trabajo que rinde homenaje al filme de Wim Wenders y Yohji Yamamoto.
Su última película fue el documental Into the wine (La ruta del vino), largometraje de temática gastronómica que participó en la competencia oficial Cinema Cocina del Festival de Málaga 2024. Gira en torno a Mariana Torta, sommelier que se embarca en un viaje alucinante de 22 días que conecta ciudades europeas con los más importantes territorios productores de vino. Copa a copa, recorre los mejores restaurantes en busca del maridaje perfecto, así como el nacimiento de algunos de los mejores vinos del mundo de la mano de sus creadores.
«Hay una búsqueda de la imagen y la fotografía. Y a esta altura se nota. Me dicen que filmo bien. Es lo que me gusta, lo intento. Cuando empecé, mi primer objetivo era lograr la emoción en el espectador, a partir de cosas que no eran tan previsiblemente emocionantes. Yo no estaba haciendo una historia de amor, como para que la gente se emocione porque la pareja se besa: estaba haciendo gente pisando uva o cortando tomates. Sin embargo, creo que lo logré. Hay una búsqueda en esa dirección», reveló a GPS Audiovisual.
Crédito foto: Festival de San Sebastián