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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Daniela Seggiaro, ganadora del FICER por «Senda india»: «En un momento en que el cine que nos conmueve está muy maltratado, necesitamos más pantallas»

Daniela Seggiaro fue la gran ganadora del 6° Festival Internacional de Cine de Entre Rios, que finalizó el domingo 15 por su documental Senda india, que obtuvo los dos premios principales: el premio del Jurado y el Ojo Pez a la Mejor Película que otorga el público.

Aun no estrenado en Argentina, Senda india surge a partir de un registro audiovisual en VHS realizado en el año 1991 por una comunidad wichí, en el marco de la demanda a un privado por usurpación ilegal del territorio. La perspectiva indígena se imprime en esas cintas que recorren el monte chaqueño y en otros documentos que conforman los expedientes del juicio. Durante este proceso de defensa de la propiedad comunitaria, se accede al esfuerzo de comunicación que realizan las comunidades indígenas para que el mundo contemporáneo contemple su funcionamiento social diferente al occidental y profundamente ligado a la preservación de los recursos naturales.

-En el FICER ocurrió algo que no es frecuente en los festivales: coincidieron el público y el jurado al otorgarle el premio a la mejor película a Senda india. ¿Aparece en vos la dicotomía entre público y crítica?

La película trabaja con un material hecho, gestionado y guardado por mucho tiempo por una comunidad indígena wichí, del norte de la Argentina. Ellos me lo confiaron. El trabajo consistió en intentar llegar a una subjetividad lo más profunda posible, organizando ese material y usando el lenguaje cinematográfico -lo que una conoce-, para intentar tocar la profundidad que tienen las cuestiones de la lucha territorial por parte de las comunidades indígenas.

El gran desafío fue justamente tocar una fibra sensible en los espectadores. Sin pensar si son crítica, espectadores comunes o espectadores de cine.

Este doble reconocimiento nos llenó de alegría porque sentimos que hubo algo de esa tarea que se percibió, que se entendió y se valoró.

-Al mismo tiempo, también ocurre un aspecto llamativo, y es que un festival que convoca y que identifica a una ciudad –y a una región- reconoce a una película que describe otra región del país. Se cumple así con el propósito de descentralizar la mirada. ¿Buscás a través de tu cine reflejar la identidad de la región?

Sí, siento que mi cine está atravesado por la identidad. Trato de devolver a la comunidad algo de lo que soy a través del cine. Siempre intento relacionar cosas que me parecen importantes o que observo vinculadas ese espacio tan complejo que es el norte argentino y la provincia de Salta en particular. Con amor, y también con sentido crítico, siempre tuve la intención de trabajar desde el cine.

Creo que uno pertenece a diferentes lugares porque la vida te va llevando, pero hay algo muy poderoso en la relación con el lugar donde uno se formó. Esa es la región norteña. Y la relación con el NEA también es interesante a partir del Paraná, ese río poderoso que atraviesa Entre Ríos y que se relaciona con una forma poética de ser y de pensar. Hay algo muy encantador en la región. Remontándose río arriba llegamos al Bermejo y al Pilcomayo, totalmente vinculados a la vida territorial de los pueblos con los que yo trabajo. Allí hay algo de conexión y de continuidad. Nuestro país está interconectado de una manera muy compleja y profunda. Nos atraviesan y nos recorren esos ríos. Hay una historia común que nos vincula. No podemos dejar de ver esas esas conexiones todo el tiempo. Eso es clave también para pensarlo federalmente en el cine.

-Son regiones que aparentemente no están relacionadas entre sí, pero que tienen  elementos en común.

Nos hace muy mal pensar que las cosas están aisladas. Esa idea aparente de la no conexión es una construcción que tenemos que desarmar, si queremos pensar nuestro territorio en conjunto. Es clave, tanto en cuestiones culturales como de comunidad y territoriales. Eso se entendió muy bien en el FICER, gracias al gran esfuerzo que están haciendo en ese festival, con cuya mirada coincido muchísimo. Hay que predisponerse a mirar de otra manera. Los premios también van en esa dirección.

-“Es increíble en este tiempo de oscuridad encender pantallas para vernos, encontrarnos para pensar y para brillar”, expresaste en tu discurso al recibir el premio a la mejor película en el FICER. ¿Qué encontraste en tu encuentro con ese público, que a la vez iluminó la pantalla con su acompañamiento?

Increíble no estaba aplicado con lo que uno no puede creer, sino con lo maravilloso, lo precioso y preciado de esas instancias. Necesitamos cada vez más encender más pantallas y además, diferentes. Es un momento donde el cine está siendo muy criticado y muy maltratado. Sobre todo, el tipo de cine que nos conmueve. El que hace que, por ejemplo, el público de Entre Ríos elija esta película. No creo que estas competencias sean entre películas, sino a partir de ciertas valoraciones que genera un jurado o un público. Este festival genera la predisposición a mirar de otra manera, a pensar y pensarnos. Eso se sintió claramente en todas las proyecciones. La selección fue muy acertada, com películas muy diferentes que vienen teniendo unos recorridos maravillosos. Ya fue un premio formar parte de esa selección con Senda india y siento que el público se tomó el tiempo de pensar.

-El acierto de la programación se advierte en el acompañamiento del público.

Hay un espacio esencial que se da en el momento de las preguntas y respuestas, en la que hay gente muy capacitada moderando esas instancias con mucho cariño. Hace a la esencia del encuentro con el público. Es una particularidad de este festival.

-En el reconocimiento a Senda india no se puede omitir su carácter de cine político.

Espero que una película como ésta acompañe la lucha de los pueblos indígenas. Hace pocos días se derogó una ley muy importante que tenía que ver con la con la emergencia territorial. Ese es un fuerte retroceso para los derechos del acceso a la tierra y la propiedad de las comunidades indígenas, que no eran del todo consideradas y escuchadas, pero que estaban garantizados dentro de la Constitución Nacional. El DNU rompe con esas garantías y significa un retroceso muy grande de derechos indígenas. Siento que desde el cine tenemos que acompañar esas luchas.

Julia Montesoro

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