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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

«La tara», de Amparo Aguilar y «Matadero», de Santiago Fillol, en competencia en el Festival Internacional de Gran Canaria

La tara, de Amparo Aguilar y Matadero, de Santiago Fillol, fueron seleccionadas para competir en la Sección Oficial – Largometrajes del 22º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, que se celebrará entre el 14 y el 22 de abril.

Con guion de Amparo Aguilar y Pío Longo, La tara es una producción entre Ah! Cine (Carolina Alvarez) y la española Tourmalet Films, en la que Amparo Aguilar indaga en su propia historia familiar. Una familia desarma una casona de campo con detalles aristocráticos. Se murió la abuela y hay que repartir los petates.
En un baúl de cuero con inscripciones anarquistas, los hermanos Amparo, Mateo y Manuel Aguilar y el primo Lucas encuentran una lata rotulada “Tararira”. La lata resplandece, parece contener la única copia existente de Tararira: la bohemia de hoy, única película surrealista filmada en Argentina, de 1936. El interés por la película, que es un gran mito del cine nacional, los reencuentra con partes del pasado de la familia que desconocen: peleas entre hermanos, arte y vínculos con la política, con una tara notable para estar siempre del lado de los derrotados.

Matadero es una coproducción entre la productora española El Viaje, la francesa 4A4 Productions y las argentinas Prisma Cine (Antonio Pita y Daniela Bestard Pou) y Magoya (fundada por Sebastián Schindel, Fernando Molnar y Nicolás Batlle). El proyecto está basado en la obra literaria de Esteban Echeverría, ambientado a mediados del siglo XIX.

Narra la historia de Jared, un cineasta norteamericano que en 1975 llega a las Pampas para rodar la historia del primer levantamiento de los trabajadores del campo contra sus patrones. En la adaptación de la obra de Echeverría, los agricultores les asesinan como animales y se los comen.
El proyecto tiene guion y dirección de Santiago Fillol y el elenco está integrado por Ailín Salas, el español Luis Perillán, Lina Gorbarena, Malena Villa, Rafael Federman, David Schetman, Ernestina Gatti, Lucas Damario, Eva Bianco, Hernan Sevilla y Rafael Rodríguez.
Cinco largometrajes se disputarán el premio Richard Leacock a la mejor película y otras siete se medirán para hacerse con el mismo premio en la categoría de cortometraje.
La selección incluye a veteranos de la cita grancanaria como Octavio Guerra o Fátima Luzardo, pero, sobre todo, da visibilidad a películas que, con producción, origen o temática canaria, ya han comenzado su tránsito por prestigiosas convocatorias.
Entre los largometrajes podrá verse el tercer largo de Omar Razzak, aunque el primero en el ámbito de la narrativa de ficción. Matar cangrejos lleva al espectador a los años 90 en Tenerife, una década en la que dos hermanos lidian con realidades dispares: mientras el pequeño está fascinado por la visita de Michael Jackson a la isla, la mayor asiste al desalojo de la abuela. El proyecto, seleccionado por el Programa Match Me! del Festival de Locarno, cuenta con financiación hispano neerlandesa.
Es precisamente Omar Razzak, junto con Carolina Álvarez, quien produce un documental que llega después de haberse visto, entre otros festivales, en la pasada edición de la SEMINCI. En este caso, los descendientes del Cuarteto Aguilar, en concreto tres hermanos y un primo, protagonizan la obra hispano-argentina de la propia Amparo Aguilar, La Tara. Un hallazgo y un conflicto por resolver se dan cita en el film, que parte del descubrimiento de la banda de sonido de la única película surrealista filmada en Argentina, el filme Tararina: la bohemia de hoy. El trabajo rastrea momentos del pasado de la familia procurando desentrañar la causa de una ruptura.
El premio a la mejor fotografía del Festival de Sevilla, Matadero, del argentino Santiago Fillol, es otro de los proyectos que podrán verse en el apartado canario del Festival. De nuevo, la implicación de una productora canaria, en este caso El Viaje Films, hace posible que la obra esté presente en Canarias Cinema. Fillol, que visitó el certamen con su Ich Bin Enric Marco, regresa con una ficción que documenta la visita de un cineasta americano a la pampa argentina para retratar una estampa sobre la lucha de clases y la matanza de obreros por parte de sus patrones en la Argentina de 1974.
Después de haberse presentado en la Sección Oficial del Festival de cine español de Málaga y haber participado en la última cita de MiradasDoc, el grancanario Octavio Guerra regresa a casa con su documental Yo tenía una vida, registro de las experiencias de Jesús, un hombre que asume con dificultades la reinserción social después de haber vivido en la calle durante una década.
El quinto largometraje que intentará hacerse con el Leacock de la categoría lo firma Eduardo Díaz. Su obra El sueño del ladrón parte de la primera producción íntegramente canaria, El ladrón de los guantes blancos de José González Rivero y Romualdo García de Paredes, un título que levantó enorme expectación en la sociedad del momento en su estreno en 1926. Casi un siglo después, Eduardo Díaz propone una revisión y relectura del hito cinematográfico que pone en valor la fuerza y vigencia del clásico. Lo hace con los medios de hoy y desde una mirada actual, pero intentando preservar la magia que causó la proyección del filme en su momento.
De otro lado, la selección de cortos contempla siete propuestas que han destacado en diferentes convocatorias o citas cinematográficas. En total, 94 minutos de visionado que se aproximan a la realidad del audiovisual del Archipiélago desde distintos puntos de vista: producción, dirección o localización; pero también a distintos géneros y lenguajes.
La sesión incorpora la ópera prima de María Abenia Gracia, Circe. Un título que programó el Festival de Gijón dentro de la Sección Oficial Tierres en trance y formó parte de la sección Isla MECAS en la 5ª edición del mercado del festival. La vida de Circe discurre apacible y en aislamiento. Vive en un acantilado, pastorea cerdos y recibe, puntualmente, las visitas de los vecinos que aprecian sus prácticas de brujería. El trabajo fue escogido por el Instituto Canario de Desarrollo Cultural del Gobierno de Canarias para formar parte del catálogo ‘Canarias en Corto’. Al respecto, el jurado que escogió las obras ganadoras del año explicó que Circe conjuga tratamiento moderno con la exploración de relatos orales del pasado.

Cloro, de Pablo Borges Díaz-Llanos es otro de los filmes seleccionados por Canarias Cinema para el 22º Festival de Cine. Al igual que Circe, esta película que explora la relación entre dos waterpolistas se ha integrado en el catálogo ‘Canarias en Corto’.

Según indica la sinopsis, entre Miguel y Diego, dos deportistas con objetivos diferentes —uno quiere disfrutar con el deporte y otro situarse en la élite—, hay algo más que cloro. Los profesionales que formaron parte del proceso selectivo del catálogo del Gobierno de Canarias argumentaron al escogerlo que es un “solvente cortometraje queer y una necesaria revisión de la masculinidad”.

Otra de las propuestas, Shirampari: Herencias del río de la peruana Lucía Flórez, fue una de las escogidas, entre casi once mil opciones, por la Sección Oficial de Sundance. Ahora, este documental sobre el legado indígena asháninka en la Amazonía peruana, recala en la muestra grancanaria para dar cuenta de la relación entre el líder de la comunidad y su hijo y, de esta forma, plasmar los ritos que acompañan el tránsito a la vida adulta. Rodado a modo cinema verité y en lengua nativa, el documento registra el respeto absoluto de la comunidad por la naturaleza y el valor de culturas que están al borde de la extinción.

El cineasta Jorge Cañada Escorihuela firma El padre bueno, un cortometraje de ficción que también sigue a un padre y un hijo, el primero, zahorí asfixiado por deudas, y el segundo, muy pequeño y desafiante. Juntos buscan un caudal de agua, y en esta búsqueda de lo oculto se dan cita fantasmas y presencias del pasado.

Todo el mundo habla de Javier es el brevísimo corto (2 minutos) con el que Fátima Luzardo se hizo con el premio del Público de Visionaria 2022, convocatoria que lanza la Asociación de Cine Vértigo. Su tema es el asesinato de Javier Fernández Quesada, el 12 de diciembre de 1977 en la entrada del edificio central de la Universidad de La Laguna, por disparos de la Guardia Civil.

El pase también incorpora un título de tensión, Visionado, de Manuel Román Sierra, el premio al mejor corto, y también al mejor montaje, de la cita Tenerife Noir Express. La oscuridad, el deambular de personas y vehículos regresando a casa que acompaña a la noche y un instante en el que la vida se detiene, todo en un solo plano, son algunos de los elementos que hacen que las piezas encajen en este trabajo de ficción que se mueve entre el cine negro y el terror, una de las películas seleccionadas también para formar parte del catálogo ‘Canarias en Corto’.

Y del terror a la comedia, porque Canarias Cinema suma a su programa En un segundo, una obra que lleva a Segundo a terapia y que pone sobre la mesa el desparpajo al frente de las cámaras del escritor, guionista y cineasta Pablo Fajardo Juan. Sobre esta obra, también escogida para el catálogo del Gobierno de Canarias, el jurado destacó su factura, ritmo e interpretaciones.

Foto principal: La tara.

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