Organizado por la Secretaría de Estado de Cultura del Gobierno de la Provincia de Río Negro, el Festival Audiovisual Bariloche se llevará a cabo del 19 al 25 de septiembre en San Carlos de Bariloche, celebrando su décima edición.
Estructurado en diez secciones competitivas (ver enlace), la muestra posiciona a la provincia de Río Negro como un importantísimo polo de la industria audiovisual nacional como internacional.
Diego Carriqueo es su director artístico desde su primera edición.
-El festival audiovisual Bariloche cumple diez años. ¿Cuáles son las novedades que presenta esta edición?
La gran novedad es el regreso 100% a las salas y a la presencialidad, después de dos años muy diferentes. Por otro lado, el camino recorrido nos motiva para pensar en contenidos específicos, como una retrospectiva o una publicación escrita.
-¿Están planificando las actividades especiales previstas por el décimo aniversario?
Por ahora estamos en modo convocatoria: armando los jurados, los talleres, las charlas. Y vamos a seguir así hasta el 21 de julio. Pero mientras, aparecen nuevas ideas, que seguramente acomodaremos en agosto, más cerca de la fecha del festival y con las condiciones de producciones con que nos encontremos.
Seguramente arrancaremos los primeros dos días con una retrospectiva. Y queremos tener como invitado y para hacer un taller de steady cam a Gustavo Triviño, quien en 2014 ganó el premio a la mejor película con su ópera prima De martes a martes.
Hay muchas propuestas que iremos puliendo y que por ahora están en carpeta. Como hacer una retrospectiva de las películas sudamericanas que se exhibieron en estos diez años. O un ciclo retrospectivo dedicado a un director. Más el autocine, el cine para las escuelas, las películas invitadas. Será una grilla compleja, porque nosotros hacemos una sola pasada de las películas y es a la tarde o la noche. A la mañana tenemos los talleres, los conversatorios y las actividades con las escuelas: en Bariloche hay dos secundarios con orientación audiovisual.
-Las convocatorias están abiertas hasta el 21 de julio. ¿Cuáles son las novedades con respecto a las categorías que tendrá el festival este año?
Estructuramos el festival en diez secciones, para jugar con el aniversario. Este año no estará el premio a Laboratorio de Guiones, porque está contemplado en el Plan de Fomento. Y vuelve la competencia de Video Arte Instalación, después de tres años. Nos resulta interesante porque de allí surgirán otras propuestas que van por fuera de las salas convencionales y a la vez, le da presencialidad en distintos sectores de la ciudad.
-¿Qué sensación te quedó de la vuelta a la presencialidad del año pasado?
Hasta dos o tres semanas antes del festival no se sabía bien el aforo ni la presencialidad. Por ende, no tuvimos invitados. La presencialidad es un hecho vital de los festivales: participan los actores, el director y se contactan con el público. Algunas personas de las películas vinieron igual. Pero la gente todavía no se animaba a ir al cine. No estaba con ánimo para entrar a un lugar cerrado. Este año la sensación es muy distinta.
-¿Creés que después de este festival te vas a retirar de la dirección, como anticipaste en algún momento?
Cada vez que termina un festival tenés ganas de alejarte un tiempo. Pero después lo querés retomar. Hay una adrenalina especial porque tenés que sortear imprevistos todo el tiempo. Pero después de diez años trato de que no sea tan estresante sino de disfrutarlo. Somos un equipo que venimos trabajando con la política audiovisual de Río Negro antes de que exista el FAB. Con el director del Polo Audiovisual, Cristian Calvo, llevamos un montón de años trabajando. Con los años entendí que el festival es un eslabón más de todo aquello que planificamos y de lo que se puede hacer. Como empleados del estado rionegrino, es nuestro compromiso con los colegas y los amigos que pertenecen al sector. Esa responsabilidad estimula bastante y motiva a seguir trabajando.
Julia Montesoro