spot_img
spot_img
spot_img

Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Martín Sastre estrena «Nasha Natasha»: «Quise que la cámara fuese el ojo de un amigo íntimo de Natalia»

El jueves 6 de agosto se estrena el documental Nasha Natasha, segundo largometraje de Martín Sastre con Natalia Oreiro (el primero fue Miss Tacuarembó hace una década), que registra una gira artística por 16 ciudades de Rusia en 2014. Sin embargo, más allá del registro íntimo de ese viaje, la producción revela momentos familiares desconocidos de la vida de la actriz y cantante.

Nasha Natasha tiene un lanzamiento mundial a través de Netflix.

Martín Sastre dialogó con GPS audiovisual acerca de este estreno.

-Desde la gira a Rusia hasta el estreno de Nasha Natasha pasaron seis años. ¿Qué ocurrió con el proyecto durante todo ese tiempo?

¡Trabajé como un condenado! El proyecto se fue gestando todo el tiempo. Solamente el visionado de las imágenes de Rusia nos llevó siete meses. Además hubo que digitalizar todo el archivo personal de Natalia, una valija que tenía material de todos los formatos posibles. Por otro lado, mientras se hacía la construcción narrativa de la película, tuve que inventarme un proceso de edición con unos gráficos superprecisos, para que más allá del guion, cada palabra terminara en el segundo exacto.

-¿Cuál era el proyecto original? ¿Qué cosas se fueron transformando hasta llegar a esta película?

Las películas siempre llevan su tiempo. Si se trata de una ficción, escribirla te lleva por lo menos dos años. Pero cuando llegás al set sabes hasta de qué colores son los clavos. En cambio, cuando hacés un documental, ese tiempo lo tenés que poner después. Yo me fui a Rusia con unas líneas que me interesaba explorar. Pero la película se empezó a hacer realmente en el proceso de edición, cuando empecé a ver qué entrevistas faltaban, qué fuentes de información necesitaba. Fue un proceso superrico, pero muy largo. Además, lo que se estrenó en 2016 fue un work in progress: la película real es esta.

-¿Qué estabas haciendo en el momento de ese viaje? ¿Qué pensaste cuando recibiste la propuesta?

Estaba trabajando en distintos proyectos, como unos cortometrajes sobre los cien años del cine argentino con el INCAA, o un “protocolo Celeste” para auspiciar la candidatura de Uruguay para el Mundial 2030. Se habían complicado las posibilidades y se lo dije a Natalia. Pero unos días antes del viaje falleció mi abuela. Ella era un vínculo fuerte que tenía con Rusia. Y yo le prometí que haría ese viaje. Fue lo último que hablamos. Esa fue la gran decisión para dar el paso y viajar.

-¿Cómo surgió la idea de cruzar las imágenes del viaje con testimonios, recuerdos y relatos, para resignificar una gira musical en una biopic?

Básicamente, porque me di cuenta de que si la gente no conocía a Natalia como la conozco yo, no iba a entender el fenómeno de Rusia, por qué es querida en esa dimensión. Escapa al concepto de celebridad tal como nosotros estamos acostumbrados, influenciados por la cultura estadounidense del ídolo como un fenómeno de la cultura de consumo. Esto es Rusia, realmente lo que se ve es un amor muy genuino.

No podía haber hecho un documental sobre una gira. ¡Hay muchísimos! ¡Y buenísimos! Inclusive, antes de ir a Rusia vi Gimme shelter, dirigido por los hermanos Zwerin, que me encantó. Hay un pequeño homenaje a ese documental en Nasha Natasha (ríe).

-Es la primera vez que aparece la vida privada de Natalia expuesta. ¿Cómo fue la decisión de abrir desde el álbum familiar hasta su propia casa?

Yo tenía que mostrar a alguien que conozco muy bien y llegar lo más cercano posible a su esencia. En ese proceso, Nati se abrió mucho. Pudimos trabajar muy cómodos y seguros. Pero fue un proceso introspectivo para ambos, cada uno por su lado. Yo quise que la cámara fuese como el ojo de un amigo íntimo que está con ella. Eso que se ve son horas y horas de estar charlando con la cámara prendida y elegir ese momento que se necesitaba para contar algo. Nati está acostumbrada desde muy pequeña a la cámara; yo no soy de registrar mi día. Ni siquiera subo una foto a las redes sociales. Aunque los dos tenemos bastante reserva de la privacidad, para ella no fue tan difícil olvidarse de que la cámara estaba ahí. Llegó un momento en que decidí dejar la cámara prendida. Era necesario para que esa intimidad no se perdiese.

-¿En qué porcentaje del montaje participó Natalia? ¿Cuáles fueron las escenas que pensabas que ella iba a descartar y que te interesaba que aparecieran?

No se involucró en el montaje, pero cooperó muchísimo. Sin yo pedirle nada (ella tampoco me pidió a mí), fuimos trabajando en forma muy acompasada, sin invadirnos, cada uno en su mundo. Ella fue muy abierta a prestarme un material que nunca había mostrado (por ejemplo, su boda con Ricardo en Brasil, o el nacimento de su hijo). Todo estuvo muy basado en el hecho de que somos muy amigos. Ella es parte de mi familia y yo de ella. Es la única forma en que se podría haber dado un documental así.

-¿Qué elementos en común encontrás con Miss Tacuarembó, tu ópera prima, a diez años de su estreno?

Creo que esto es Miss Tacuarembó en 3D, un poquito más real. Si bien era una ficción (no un documental real de una historia real), hay ciertos puntos en común porque es una relación espejada entre realidad y ficción. A la Natalia de esa historia le hubiese gustado tener la vida de la Natalia Oreiro real. Y a mí me interesa la historia entre realidad y ficción espejadas. Estábamos destinados a contar las dos caras del mismo fenómeno, ficción y relidad.

-¿Nasha Natasha estaba pensado para estrenar en salas o desde el primer momento fue para una plataforma de alcance universal?

No se pensó ni para salas ni para plataformas. Cuando recién empezamos se me había ocurrido que era para ver en una aplicación, o inventar una plataforma especifica. Eso, porque me gusta experimentar con los límites de la exhibición audiovisual. La persona fundamental en esta ecuación fue Axel Kuschevatzky, una de las personas que más sabe de cine en el mundo: me puedo pasar horas hablando de detalles de películas que solamente vimos él y yo. El hizo posible que pudiera ser estrenada en Netflix a nivel mundial.

-¿Qué viste de Nasha Natasha cuando la viste terminada por primera vez?

La quiero ver como todo el mundo, en la plataforma: hasta ese momento, es como que no la vi.

Norberto Chab

Related Articles

GPS Audiovisual Radio

NOVEDADES