Río Turbio, de Tatiana Mazú González (codirectora de El estado de las cosas), tendrá su estreno mundial en la competencia oficial del 31º Festival Internacional de Cine de Marsella (FIDM), que se llevará a cabo entre el 22 y el 26 de julio próximos íntegramente en línea. La otra representante argentina, Todo lo que se olvida en un instante, de Richard Shpuntoff, también tendrá su estreno mundial en la competencia.
Las otras representantes argentinas que serán exhibidas en la muestra son Deja que las luces se alejen, de Javier Favot (en la sección competitiva Première) y Ficción privada, de Andrés Di Tella, y Responsabilidad empresarial, de Jonathan Perel, fuera de competencia.
Además, Senda india, de Daniela Seggiaro, es el único proyecto argentino seleccionado para participar en el FID Lab, que se llevará a cabo del 6 al 10 de julio.
Río Turbio parte de una experiencia personal y una genealogía familiar. Según el mito aún vigente, si una mujer entra a mina, la Viuda Negra se enoja, hay derrumbe y muerte. Pero eso son solo excusas: es una película, claramente, sobre el silencio. Y, particularmente, sobre el silencio de las mujeres en los pueblos mineros de la Patagonia. Sobre el silencio de las mujeres que habitan pueblos de hombres. Y sobre las posibilidades de romperlo. O, al menos, sobre la seguridad de no dejar de intentar hacerlo saltar por los aires. Filmar donde nuestra presencia está prohibida; obstinarse en grabar el sonido de lo que no suena; recordar para decir lo indecible; pensar en imágenes y sonidos usando como materiales escombro y ruinas.
La película se presentó como mediometraje en la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires 2019.
Todo lo que se olvida en un instante es un ensayo documental bilingüe, en color y blanco y negro, sobre la construcción e ilusiones de la identidad estadounidense desde una perspectiva íntima, biográfica y anecdótica. “Nací en la ciudad de Nueva York, un judío de Queens, criado en las décadas de 1970 y 1980, hijo de otro judío de Nueva York nacido en 1919, hijo de inmigrantes de Ucrania –expresó su realizador-. Cuando me convertí en padre, tuve la necesidad de compartir esta herencia de identidad con mis hijas. Pero mis hijas nacieron en Buenos Aires, donde vivo desde 2002”. Luján Montes y Luciana Foglio (de Galope Cine), respectivamente, hicieron el montaje y diseñaron el sonido.