Catorce es la quinta película del director estadounidense Dan Sallitt, la primera de su filmografía que se estrena en la Argentina. A partir del jueves 28 de mayo podrá verse en puentesdecine.com, la plataforma de PCI. Centrada exclusivamente en una década de amistad entre dos mujeres (Mara, interpretada por Tallie Medel y Jo, protagonizada por Norma Kuhling), aborda el paso a la edad adulta de dos veinteañeras con diálogos sencillos y planos largos que incursiona en la soledad, el amor o la dependencia emocional.
El realizador comenzó a preparar este proyecto en 2012, por su actividad en el departamento de tecnología informática de Nueva York. El guion tuvo su primera versión en 2015. “Me gusta hacer películas sobre temas personales e íntimos, que son además las que encajan con los bajos presupuestos que manejo –detalló Sallitt, quien estrenó Catorce en la Berlinale 2019-. Siempre planeé filmar por partes, porque por mi trabajo no tenía tantos días libres como para rodar seguido. Eso me permitió hacer una película más distendida y en distintas locaciones. Pero hubo más problemas de la cuenta y terminamos rodando un año y medio”.
“Desarrollé una historia de deterioro psicológico en parte basada en fragmentos de la vida de amigos y conocidos. El tema se prestó a una historia que salta a través del tiempo. Y me gustó la idea de que los personajes no tuvieran que seguir un arco descendente, que las brechas de tiempo pudieran usarse para mostrar interludios felices o esperanzados cuando menos te lo esperas. Desde el exterior, una vida infeliz puede parecer feliz el 75 % del tiempo. Esa es la lección que nos enseñaron las películas de Maurice Pialat”, comentó Sallitt.
Formado en la universidad de Harvard y con experiencia como crítico durante dos años en Los Ángeles Reader, el director neoyorquino estrenó su ópera prima Polly Perverse Strikes Again! en 1986. Su obra se caracteriza por los diálogos sencillos y los dramas adolescentes. “Las ideas llegan de manera misteriosa, por procesos que tienen que ver con el inconsciente. Después, sos vos quien decide ordenarlas y darles estructura, y eso se parece bastante a lo que hace un crítico de cine –expresó el realizador-. Como director de cine, creo que es fundamental entender de dónde parten esas ideas, conocer a los referentes. En mi caso, podemos hablar del francés Maurice Pialat y de Howard Hawks”.
Esa sencillez de recursos tiene su razón de ser: “cuando hacés una película de bajo presupuesto, debés tener una historia personal como foco central para justificar la falta de movimiento (de cámara) y de locaciones. Abarcar estos temas tan esenciales, como las aventuras amorosas, la amistad o la familia, tiene grandes ventajas que permiten condensarlo todo en una película donde su integridad se desarrolla en un mismo espacio y tiempo. En el caso de Catorce, tan solo dejé a los personajes existir durante un largo periodo de tiempo, ya que mi agenda para rodar varió y pude hacer algo diferente. Aun así, no sé qué hubiera pasado si hubiese tenido más dinero. Seguramente hubiera hecho la misma película porque, por ejemplo, las relaciones son muy interesantes y tienen que ser parte de casi todo lo que hacés”.