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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

«Bazán Frías, elogio del crimen» (Estreno: 16 de mayo)

El jueves 16 de mayo se estrena en el Cine Gaumont y el Cine Eco Select (Espacio INCAA 2) de La Plata el documental Bazán Frías, elogio del crimen, de Lucas García y Juan Mascaró (Cine Bandido). En los días sucesivos se presentará en el Espacio INCAA Mercosur Tafí Viejo (18 y 19 de mayo), Espacio INCAA Tucumán (19 al 21 de mayo) y Cine Auditorium Espacio INCAA Mercosur Jujuy (24, 25, 30 y 31 de mayo).

El documental está protagonizado por María Alejandra Monteros, Héctor Espeche, César Romero, Silvia Quírico, Matías Pereyra, Walter “Chichilo” Acevedo, Daniel “Mocosete” Acosta, Juan José “Quito” Álvarez, Moisés Amaya, Rodrigo “Capullo” Carrazán, Gustavo “Cata” Romero, Alaín y  Martin Ferreyra, Gonzalo Leal, Víctor “Tufy” Romero y David Veliz.

Un siglo después de la muerte de Andrés Bazán Frías, los internos del penal de Villa Urquiza deciden formar parte de un taller para representar la vida de este “Robin Hood tucumano”. Andrés Bazán Frías nació en el barrio Los Siete Lotes, Villa Alem, en San Miguel de Tucumán a finales del siglo XIX. Rodeado de pobreza, comenzó a robar comida para repartir entre la gente de su barrio. Por un asesinato fue condenado a prisión. Cansado de las brutales palizas, logró una impensada peripecia: escapar de la cárcel. Por un tiempo fue el ladrón más buscado de la provincia, en todos los rincones se escuchaba su nombre, hasta que en el año 1923 fue asesinado por la policía cuando intentaba trepar un muro del Cementerio del Oeste.

Hoy está enterrado en el Cementerio del Norte, camposanto de las clases populares tucumanas. Convertido en una suerte de Robín Hood, para algunos es un santo popular, con su tumba repleta de agradecimientos y pedidos. Bazán Frías es hoy el “santo de los presos”.

Un siglo después de su muerte, son los internos del Penal de Villa Urquiza los que deciden formar parte de un taller para representar la vida de este bandolero. En el seguimiento de su representación logramos identificar puntos en común con la vida de Bazán, puntos donde el pasado y el presente se tensiona. Allí, en una cárcel sobrepoblada, la historia de este rebelde es reconstruida por los delincuentes tucumanos, hijos de la marginalidad y la suntuosa diferencia entre clases sociales. Juntos, los que hacemos esta película y ellos, nos preguntamos si quienes quiebran la ley son hoy rebeldes contra el sistema.

Dicen sus realizadores: “‘Tengo pasión por la delincuencia’ dice uno de los protagonistas al comienzo del film. Una confesión contundente, e incómoda también. Bazán Frías: elogio del crimen es una película que a través del acercamiento a sus protagonistas, aquellos hombres privados de la libertad, entre el dolor y de la empatía, se realizó bajo la premisa de que la representación de “otra” vida, la de un bandido rural muerto por la policía hace un siglo, iba a asomar la de quienes encaraban esa representación. Fue un trabajo de tres meses en aquella cárcel sobrepoblada, donde a pesar de lo asfixiante y opresivo de ese lugar, los presos tuvieron las ganas de sobreponerse y poner el cuerpo para poder filmar esta película. 100 años después, ¿Que quedaba de aquel espíritu rebelde y justiciero de los bandidos rurales?. Como en el docudrama César debe morir (2012), de los Hermanos Taviani, la puesta en escena de un drama, pensábamos, haría emerger el de los actores». 

Juan Mascaró.

«Suele hablarse de la incidencia del cine en la realidad. Aún no sabemos lo que generará esta película, pero si podemos afirmar que esa realidad, la de los muchachos presos, incidieron en el cine, en esta película, transformándola y complejizándola por completo.

Fue una experiencia que fue modificando no solo el contenido de la película, sino todas nuestras ideas sobre el delito y sobre los jóvenes que están allí encerrados. La realidad nos atraviesa, y eso es lo apasionante del cine documental”.

Lucas García.

Lucas García es licenciado en Cinematografía recibido en la Escuela Universitaria de Cine, Video y Tv de la Universidad Nacional de Tucumán.  Es montajista del largometraje documental Yakuman, que se encuentra en etapa de postproducción. Coguionista y codirector del cortometraje Ahí vienen, reciente ganador del concurso Historias Breves 2017 del INCAA.

Juan Mascaró nació en Morón, Provincia de Buenos Aires. Es Mg. en Educación, lenguaje y medios (UNSAM, 2018), Director de Montaje Cinematográfico (ENERC, 2007), Lic. en Comunicación Social (UNLam, 2002). Periodista y realizador audiovisual. Actualmente es docente en la Escuela Universitaria de Cine y Video y TV de la Universidad Nac. de Tucumán (2009-2019) a cargo del Seminario de Roles de Producción Audiovisual I y II el Taller de Roles de Producción Audiovisual I y II (con orientación en montaje).

FICHA TÉCNICA

Dirección: Lucas García Melo – Juan Mascaró (Cine Bandido)

Producción: Virginia Agüero – Duilio Gatti

Dirección de Fotografía: Sebastián Ernesto Suárez

Montaje: Juan Mascaró

Cámara: Sebastián Ernesto Suárez – Duilio Gatti – Juan Mascaró

Dirección de Arte y Vestuario: Carolina Gramajo

Foto Fija: Carolina Gramajo

Postproducción de Sonido: Sebastián Blejman

Sonido Directo: Virginia Agüero       

Música Original: Savonet Surfers

Preparación Actoral: M° Cesar Romeroy Lic. Silvia Quírico

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