El reino se llevó el premio más codiciado en la pantalla chica, en la entrega de la IX Edición de los Premios Platino del Cine Iberoamericano, llevada a cabo el domingo 1 de mayo en Madrid. La producción argentina, que muestra la campaña del pastor Emilio Vázquez Pena para presidir el país y los lazos entre la política y la religión, se proclamó mejor miniserie del año, a la vez que Claudia Piñeiro y Marcelo Piñeyro (ausente por el rodaje de la segunda temporada de la serie que emite Netflix) fueron reconocidos como mejores creadores y Joaquín Furriel conquistó el galardón al mejor actor de reparto.
El primer premio de la noche fue para Karnawal, elegida mejor ópera prima iberoamericana del año, una coproducción de Argentina, Bolivia, Chile, Brasil y México dirigida por Juan Pablo Félix con producción de Edson Sidonie (ambos subieron al escenario) que trata sobre la experiencia vital de un joven que se refugia en el baile para superar las dificultades de su vida cotidiana. El chileno Alfredo Castro fue proclamado mejor actor de reparto por su participación en esta película, realizada en locaciones de Jujuy.
El buen patrón consolidó su exitosa trayectoria con el reconocimiento a la mejor película iberoamericana del año. La gran favorita cumplió con los pronósticos y se llevó cuatro de los galardones más destacados, incluyendo el de mejor director y guion para su creador, Fernando León de Aranoa, y el mejor actor para su protagonista, Javier Bardem.
Blanca Portillo fue reconocida como mejor actriz del año por su interpretación de Maixabel Lasa en Maixabel, la historia de Icíar Bollían sobre relación entre la viuda de una víctima del grupo armado vasco ETA y un miembro del comando que lo asesinó.
La española Aitana Sánchez-Gijón completó el palmarés actoral cinematográfico por su rol de reparto en Madres paralelas, en la que interpreta a Teresa, la madre de una de las protagonistas de la historia de Pedro Almodóvar sobre el intercambio de dos bebés en una maternidad.
Sánchez-Gijón aprovechó los agradecimientos para pedir más oportunidades en el cine latinoamericano.
La Amazonia, su conservación y la lucha de sus pueblos se llevaron dos premios, el de mejor cinta de animación a la peruana Ainbo: La guerrera del Amazonas, de Jose Zelada, y el de mejor película documental a la brasileña A última Floresta, Luiz Bolognesi.
El premio a la Educación en Valores recayó en Los lobos, el filme del mexicano Samuel Kishila en el que, inspirándose en su propia infancia, cuenta la historia de dos niños que llegan a Albuquerque, Nuevo México, con su madre para visibilizar los números y ponerle rostro a la emigración.