La directora Audrey Diwan, acompañada por el elenco de Emmanuelle, abrieron a puro fuego el 72° Festival de Cine de San Sebastián: en el primer día de la muestra, la realizadora encabezó la primera conferencia de prensa de la temporada y justificó por qué esta es una versión feminista, a más de medio siglo del gran clásico del erotismo que firmó Just Jaeckin en 1972 y que convirtió a Silvia Kristel en la mayor estrella del género.
La realizadora presentó el film en una rueda de prensa acompañada de sus protagonistas Noémie Merlant, Chacha Huang, Carole Franck, Jamie Campbell Bower y Will Sharpe.
“Me gustaría aclarar que no es una nueva versión –aseguró la cineasta-. Ni siquiera he visto la original, solo los 20 primeros minutos, porque no era su público. Lo que si hice es leer el libro y con esta película quería establecer un debate sobre el lenguaje del erotismo, que es lo que muestras y ocultas a la vez. Si la gente quiere ver escenas de sexo ya tiene Internet”.
“Pensando en Emmanuelle, un día me pregunté acerca del placer en la sociedad, de cómo lo tratamos y buscamos en nuestras vidas y de cómo nos exigen llegar al climax. Porque cuando parece que se nos exige tanto en el sexo, somos incapaces de llegar a conseguir ese placer que buscamos. Por eso solo cuando nuestra Emmanuel deja de pensar en los demás y empieza a pensar en si misma, en su cuerpo y en su placer, es cuando vuelve a la vida”, expresó Diwan, la actual niña mimada del cine feminista.
“Es muy emocionante hablar del placer de la mujer y sobre cómo funciona –ha añadido la directora. Y, sobre todo, sobre la fantasía. Con la edad vemos que el cuerpo tiene sus límites, y si quieres volver a entrar en ti mismo tiene que darte tiempo para construir una fantasía en tu mente. Esta película es como una fantasía, pero no solo para mujeres, sino para todos”, señaló Diwan.
“Con El acontecimiento, mi película anterior, la gente me decía que había llegado a sentir dolor físico en el cuerpo y creo que si, a través del cine, de la fantasía, podemos llegar a sentir ese dolor, también podemos sentir placer”, concluyó la directora.
La protagonista, Noémie Merlant, ha confesado que: “No sabía nada de Emmanuelle, no había visto la película ni leído el libro. Y cuando les dije a mis amigos que iba a hacer la película me dijeron que era demasiado peligroso, que pensará en lo que le sucedió a Sylvia Kristel. Eso terminó de decidirme, porque pensé que si la gente tenía tanto miedo a Emmanuelle es que ahí había una historia que contar”.
Audrey Diwan, ganadora del León de Oro veneciano en 2021 con su anterior película, El acontecimiento, según la novela de Annie Ernaux, e integrante del jurado del SSIFF en ese mismo año, ha emprendido una aventura atractiva y arriesgada al mismo tiempo: restituir, desde las perspectivas de género del siglo XXI, un personaje que fue icono del cine erótico, soft y aburguesado de la década de los setenta. Ni más ni menos que Emmanuelle, personaje creado por la escritora Emmanuelle Arsan y que dio pie a la película homónima de 1974 protagonizada por Sylvia Kristel. El éxito de aquel film cosificado, dio para un montón demasiado generoso de secuelas, bien interpretadas por la misma Kristel, bien por Laura Gemser en la franquicia paralela iniciada con Emmanuelle negra. Nada de todo aquello queda –no puede quedar hoy– en la Emmanuelle de Diwan, que no se basa tanto en la novela de Arsan como en el personaje en cuestión.
Hay la secuencia de sexo en el lavabo de un avión en vuelo, y relaciones lésbicas, y una búsqueda del deseo perdido, pero el Hong Kong que filma Diwan nada tiene que ver con el Bangkok de la primera película, ni ninguna de las decisiones que toma la protagonista están en función de las aspiraciones y deseos masculinos. Esta es otra historia con un mismo personaje. Un film que le da la vuelta por completo a la imaginería del denominado antes cine para adultos, porque el feminismo, el #Me Too y el sentido común han hecho prevalecer otras necesidades, búsquedas e identidades.
Lujosa y delicada al mismo tiempo, nada esteticista ni sofisticada porque sí, la película de Diwan plantea otras cuestiones sobre la sexualidad femenina y las múltiples caras del deseo. Noémie Merlant da vida a una nueva Emmanuelle, secundada por Naomi Watts y dos actores surgidos de la televisión estadounidense más exitosa del presente, Will Sharpe (The White Lotus) y Jamie Campbell Bower (Strange Things), tal como señaló Quim Casas en el Diario del Festival.
Norberto Chab / Desde San Sebastián