Hasta el lunes 24 está abierta la inscripción para la quinta edición del Taller con Perspectiva de Género de la Comisión de Género de DAC, destinado al Desarrollo de Proyectos, que se realizará del lunes 8 de mayo al jueves 13 de julio en modo online.
Las tutoras serán Natalia Smirnoff y Bárbara Sarasola-Day y la curaduría estará a cargo de Tamae Garateguy y Vivian Imar. El taller es gratuito y abierto a todo público y los cupos son limitados. La información y la inscripción está disponible en el sitio web genero.dac.org.ar
La directora y guionista Natalia Smirnoff es una de las tutoras.
-¿A quiénes va dirigido este taller, que va por su quinta edición?
Es para mujeres, sean directoras, guionistas o productoras. Llamarlo “de género” no tiene que ver con la temática: es para todo tipo de proyectos, tanto ficción, documentales o híbridos.
-¿Qué requisitos deben tener los proyectos que aspiren a participar de este taller?
Solamente ser dirigidos por mujeres o escritos por mujeres. Puede haber algún hombre ahí dando vueltas (Risas). Hace cinco años DAC incorporó esta iniciativa, que resultó súper valiosa e interesante, sabiendo las dificultades que se atraviesan con los temas de cupos y además, dando oportunidad de mejorar proyectos de mujeres. El taller cada vez tiene más participantes: este año vamos a incorporar diez proyectos.
-¿Hay temas que predominen a lo largo del tiempo, planteos que se repiten?
-Siempre hay momentos de moda (Risas). Como cuando recién salía el tema de la Ley del Aborto. Por suerte los temas van mutando. Nosotras tratamos de que sean variados: en la selección, junto con las curadoras, elegimos pensando en la diversidad. Somos acompañantes de algo que después va a terminar siendo una película. Algunas ya se filmaron, otras están dando vueltas. Es interesante ver que en cinco años ya se recogieron varios frutos.
-¿Qué elemento diferencial se encuentra en el Taller?
Todas las participantes opinan sobre cada proyecto. Se suele generar algo muy especial, muy dinámico que continúa en el tiempo. Las mujeres que hacemos cine nos permitimos apoyar y acompañar. Todas hablamos, todas participamos. Es muy importante leer y aprender a escuchar la devolución de la otra. Hay un triple ejercicio a la vez en los talleres: una está tratando de ayudar a otra, abriéndose a escuchar y proponiendo nuevas miradas. Quince personas opinando sobre un proyecto es una mirada hermosa, un trabajo bastante profundo y difícil de conseguir. Y yo le doy un gran valor al compromiso de tratar de ayudar a crecer a los demás proyectos.
-¿Qué ocurre con los proyectos cuando concluye un Taller?
Vengo de estar en otro laboratorio, donde tuve un proyecto de género del año pasado. Un año después, seguimos teniendo un grupo de WhatsApp y conectándonos entre sí. El cine es un arte grupal pero el desarrollo es muy solitario. Es una de las grandes dificultades que tenemos en Argentina: salvo el (Concurso Raymundo) Gleizer, no existe en el INCAA un fondo para desarrollo. Muy de vez en cuando aparece algún concurso. Se vuelve muy difícil desarrollar. Y allí está la base: esa es la estructura, lo que va a hacer que una película funcione de la mejor manera posible. Siento que es una de nuestras deficiencias. El INCAA es genial en un montón de cosas pero debería tener un sostén mayor al desarrollo.
-¿Qué encuentran las participantes del Taller en ustedes?
Nosotras ponemos el foco en mejorar los proyectos desde nuestra experiencia, desde donde creemos que podemos ser más útiles a la película. Con Bárbara tenemos la experiencia por estar trabajando en diversos proyectos. Hay -qué sé yo- cuatro mil proyectos al año en el mundo. Cuanto más desarrollo tengan, más posibilidades hay de crecer. Desde el pitch hasta el guion, desde armar un dossier hasta buscar un coproductor.
Julia Montesoro