Programación del lunes 7 del 37º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que está integrado por más de 180 películas provenientes de 28 países y se lleva a cabo hasta el domingo 13 de noviembre.
La novedad del día en la Competencia Internacional es Los de abajo, la nueva película del boliviano Alejandro Quiroga que, cruzando el drama social con la estética del western, pone en escena temas delicados como las migraciones o la desigualdad, a partir del conflicto por el agua que surge entre los habitantes que ocupan la parte alta de un pueblo de montaña y sus vecinos de la parte baja.
Durante esta jornada la Competencia Argentina también presentará una única película. El último trabajo del argentino Matías Szulasnki, Juana Banana, es una comedia sensible que cuenta la historia de una joven aspirante a actriz, cuyos sueños y proyectos tienen como escenario los reconocibles paisajes del barrio porteño de Villa Crespo.
La Competencia Estados Alterados presenta The Plains, el nuevo trabajo del australiano David Esteal, que acompaña a Andrew, el protagonista, en los viajes en auto que todos los días realiza hasta su casa al salir del trabajo. Un juego que, desde el asiento trasero del auto, nos propone ser testigos de la construcción de una forma de intimidad a través de conversaciones telefónicas escuchadas a medias o de simplemente fluir con el tránsito sin hacer nada más que escuchar la radio.
La Competencia Latinoamericana se renueva con la colombiana Anhell69, del cineasta nacido en Medellín Theo Montoya, que recorre los espacios de una ciudad donde el futuro parece no existir, a partir de un retrato generacional en el que la amistad es atravesada por la noche, el sexo y las drogas. La otra novedad de la sección será Tengo sueños eléctricos, dirigida por la costarricense Valentina Maurel, una infrecuente coming-of-age en la que una adolescente debe aprender a conciliar las situaciones de violencia contenida que se desprenden del divorcio que atraviesa a su familia con la relación amorosa que va construyendo con su padre.
Como parte de la sección Autoras y Autores tendrán lugar las primeras proyecciones de Pacifiction, de Albert Serra, y Vera, de la dupla que integran Tizza Covi y Rainner Frimmel. La película del catalán propone un extraño thriller político en el que, siguiendo a un diplomático francés destinado a Tahití, consigue reflejar de manera indirecta la vida burguesa y el colonialismo francés. Por su lado, el nuevo trabajo de los directores de La pivellina aprovecha la figura de Vera Gemma, la excéntrica y desafiante hija del mítico Giuliano Gemma, para esbozar una mirada crítica del modo en que la sociedad patriarcal les impone brutales patrones de belleza a las mujeres. En tanto, dentro de la categoría Nuevas Autoras – Nuevos Autores será posible ver Unrest, de Cyril Schäublin, y Queens of te Qing Dynasty, de Ashley McKenzie.
Por la noche se podrá disfrutar en el Auditorium de la presentación de Cuerpos invadidos, el clásico del canadiense David Cronenberg que forma parte de la sección Rescates. La fiesta retro tendrá continuidad durante la clásica función de medianoche en el Ambassador, donde será el turno de la única e imperdible proyección de Depredador, en el marco de la celebración de la trayectoria del director estadounidense John McTiernan. Además, se presentará Mamani in El Alto, el último de los títulos que forma parte del foco dedicado al alemán Heinz Emigholz. Finalmente, en el teatro Colón se podrán ver El stati de Santiago del Estero y Las naciones de América, los dos cortos rescatados y restaurados de la documentalista argentina Renée Oro, que forman parte del foco de cine silente con música en vivo. Artista invitado: Tremor.
ACTIVIDADES ESPECIALES
Es común que las corrientes cinematográficas tengan su basamento en lo geográfico, debido a factores culturales, económicos y sociales. ¿Pero qué lleva a que sobresalga la producción de determinados países o regiones? ¿Cuáles son actualmente estos focos? Estas y otras cuestiones se desarrollarán en Geografías del cine actual, una mesa en la que participarán Marcos Uzal (director de la mítica revista Cahiers du Cinéma) y Alberto Lechuga (director de la edición española de la revista Sofilm). Modera Pablo Conde. A las 15:30 en el Club Español.
A las 17:30, también en el Club Español, se presenta uno de los libros editados por el Festival: Por las naciones de América: El cine documental silente de Renée Oro (Estudio histórico y técnico), que recorre la obra de la directora y productora argentina. Se abordará desde la perspectiva de la investigación histórica y del análisis de los materiales fílmicos, destacando el rol clave del rescate, la conservación y el estudio interdisciplinario de nuestro patrimonio cinematográfico. Con Lucio Mafud, Georgina Tosi, Mariana Avramo, Daniela Cuatrin, Jazmín Adrover, July Massaccesi y Adrián Muoyo. Modera Pablo Conde.
Actividades del domingo 6
Con la sala del Club Español colmada, se llevó a cabo la esperada Charla con Maestros que tuvo como protagonista estelar al realizador norteamericano John McTiernan, director de Duro de matar y Depredador, que se exhiben en esta edición del Festival en el marco de la celebración por su trayectoria.
Con el director del Festival, Pablo Conde, como interlocutor, McTiernan contó cómo fue su acercamiento al cine: “Cuando estaba estudiando en la escuela de cine me di cuenta de que conocía películas de veinte años atrás. Esto era porque, cuando tenía entre 2 y 5 años, iba con mi madre a ver películas de los años 50. Suele decirse que para volverse habilidoso en algo se necesitan miles de horas de preparación y concentración previa hasta poder lograrlo: esas miles de horas de imágenes las traía yo desde entonces”.
Luego se refirió a François Truffaut, uno de sus primeros referentes: “Cuando yo estudiaba en Nueva York, a pesar de que leía muchos libros, nadie me podía explicar qué era una película. Para poder hacer una, tenía que saber lo que era. Un paso para llegar a eso ocurrió cuando fui a ver La noche americana, de Truffaut. Ese fue el comienzo de entender que una película era mucho más que el argumento o ciertos aspectos técnicos; ahí conseguí entender su esencia”.
Por otro lado, confesó una de sus habilidades de estudiante: “Una de las cosas que aprendí fue a memorizar películas completas. Empecé con La naranja mecánica, de Stanley Kubrick, que tiene 620 planos: memoricé lo que hacía la cámara en cada uno de ellos, y lo mismo hice con los 1.170 planos de 8½, de Fellini. Esa metodología posibilitó que más tarde impresionara a muchos directores, porque me resulta muy fácil memorizar secuencias enteras de películas”.
Sobre el final, McTiernan pidió hablar especialmente sobre las películas de superhéroes. Al respecto dijo que las representaciones gráficas que las personas han hecho de su propia época a lo largo de la historia siempre representaron a los reyes y poderosos. Recién a mediados del siglo XVIII en Francia los artistas empezaron a representar a personas de su propia clase. “Apenas algunas décadas después, esos mismos tipos estaban tomando la Bastilla y guillotinaron al rey Luis XVI. Las herramientas de representación ya no les pertenecían solo a los ricos”, señaló.
El director recordó entonces que “hasta mediados de los años 90 los grandes estudios eran dirigidos por personas que sabían de cine o por gente inteligente a la que le importaba difundir una cultura en el mundo”, pero que “por desgracia en ese momento fueron comprados por los bancos y las corporaciones”. “Gente que no estaba interesada en el cine, sino que eran meros supervisores que trabajaban para proteger los intereses de los más ricos y garantizar la mayor cantidad de ganancias para sus inversores”, completó y siguió: “Las películas de los diez años siguientes dejaron de mostrar a personas normales, pero tampoco podían representar a reyes y nobles”. Y concluyó: “¿Qué empezó a hacer entonces la gran maquinaria cinematográfica de los Estados Unidos? Empezó a hablar de magos o superhéroes. Y esa es una acción política muy clara, una contrarrevolución de gran importancia histórica y como tal no debemos perderla de vista”.
También en el Club Español se llevó a cabo la primera parte de Oportunidades y desafíos de hacer cine documental hoy, actividad coproducida con el Encuentro de Cine Europeo en Argentina. Participaron del diálogo las y los cineastas María Álvarez, Sol Miraglia y Hernán Rosselli, y moderó el crítico Diego Lerer. El foco estuvo puesto en una película de cada cineasta: Las cinéphilas, Foto Estudio Luisita y Casa del Teatro respectivamente. Durante la conversación se trataron distintos temas significativos para la realización documental contemporánea, desde problemáticas vinculadas a los cambios tecnológicos de las últimas décadas hasta las particularidades de la exhibición y distribución de cine documental en Argentina.
María Álvarez habló sobre la cercanía que mantuvo con los personajes de sus tres largometrajes, considerando que “uno de los elementos básicos al momento de hacer cine documental es querer permanecer en el mundo que querés documentar”. En esa línea, se trazaron diferencias entre las películas de Álvarez, Miraglia y Rosselli, que implican una intimidad con las personas retratadas, y otros tipos de cine documental, como el de denuncia. Miraglia, por su parte, habló sobre el cuidado que se debe tener al lidiar con la fragilidad inherente a cada individuo, reflexionando que “nunca podés imaginar de antemano qué es lo que le va a molestar o qué puede tocar” a la persona filmada, e ilustró la idea contando anécdotas del rodaje de Foto Estudio Luisita. Al final de la charla se discutió sobre problemáticas vinculadas a la exhibición, destacándose distintas alternativas a las salas comerciales. En relación con esto, Rosselli señaló la importancia de los críticos y programadores a la hora de difundir cine documental, planteando que “hay algo de pensar el cine y discutirlo que es parte de la ventana de exhibición. Es una actividad que hacemos entre todos”.
Foto principal: Juana Banana.