“Va a haber cambios en el INCAA porque la intención es darle solución a una situación tensa. Los temas legislativos se definen en el Congreso y somos optimistas”, declaró el ministro de Cultura, Tristán Bauer, a la salida de su fugaz visita a la sede del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales en la tarde del lunes 11. La frase, expresada ante los medios presentes, se dio en el marco de la manifestación de integrantes del sector audiovisual en reclamo de cambios en la política del sector y pidiendo la renuncia del titular del organismo, Luis Puenzo, que devino en incidentes con la Policía de la Ciudad y la detención de al menos dos manifestantes.
Bauer llegó al organismo con el objetivo de reunirse con Puenzo, quien no se encontraba en el lugar. Minutos antes, al arribar al sitio, el ministro de Cultura expresó que estaba allí para “parar la represión y a liberar a los detenidos”, a la vez que reveló que se contactó con su par porteño, Enrique Avogadro, para trabajar en conjunto en la liberación de los detenidos.
El titular de Cultura reafirmó que “para este gobierno la producción de contenidos nacionales es fundamental”, a la vez que aclaró que las leyes de fomento tendientes a favorecer esa política “dependen del ámbito legislativo”.
Los organizadores de la convocatoria aseguraron que el director del INCAA “no llevó adelante políticas que impulsen la producción de cine en las Provincias”, a la vez que remarcaron que “el cine está atravesando un momento realmente crítico y preocupante”.
La posición de DAC
Bajo el título “INCAA – Grave situación”, Directores Argentinos Cinematográficos publicó en su sitio web, a manera de adelanto de la revista Directores, un análisis del momento que atraviesa la industria audiovisual y la cultura nacional.
Esta es la publicación completa.
“Avanza el año 2022 y la ley 27.432, promulgada entre gallos y medianoche el 28 de diciembre de 2017, continúa vigente, en medio de la inacción de quienes pueden detenerla. Una ley que, a escondidas, establece desfinanciar al cine y a toda la cultura nacional que en la práctica pasarían a depender solo de la inversión privada. Su artículo 4° se agita como una gran espada sobre la vida de las industrias culturales argentinas, dando fecha de caducidad (31/12/2022) a las asignaciones de los fondos específicos que nutren los recursos para fomento de la producción en el INCAA, el INaMu (Instituto Nacional de la Música), el INT (Instituto Nacional de Teatro), las bibliotecas populares y otros organismos y programas que percibe y distribuye el ente nacional de comunicaciones.
Desde el 1 de enero de 2023, lo recaudado pasará directamente a rentas generales para luego desde allí ser reasignado… o no, dependiendo de cada año, cada caso y de la voluntad política dominante.
Hay un proyecto impulsado por el diputado Pablo Carro para postergar 50 años la caducidad, pero, aunque el Ministro de Cultura (tras ser interpelado el Día de la Mujer Trabajadora en la calle por todas las cineastas presentes en al acto) manifestó un posible apoyo, lo cierto es que en la cámara se negocia reducir la prórroga a 10 ó 5 años para poder aprobarla. se precisan 130 votos a favor y habría 117 diputados con el sí y 116 con el no.
Una dramática situación que amenaza paralizar nuestra cultura dentro de 8 meses. El pronóstico, agravado por la inesperada y misteriosa inserción presupuestaria de un fideicomiso de fomento para medios de comunicación audiovisual a costas del Enacom, parecería ser la crónica de una muerte anunciada.
Absolutamente afectada por completo la cultura nacional, arrecian comunicados de todo tipo firmados por distintas asociaciones y entidades, denunciando la situación, condenando la inacción, reclamando renuncias y llegando a convocar la movilización que tuvo lugar el lunes 11 de abril ante el INCAA. En el caso del cine, más allá de la prórroga de la caducidad maquinada, para terminar con esta parálisis demoledora, es imprescindible sancionar una nueva ley capaz de ordenar la producción audiovisual incorporando en lo inmediato al fondo de fomento, el decisivo y necesario aporte de las OTTs o plataformas”.