Desde el jueves 1 de abril se llevará a cabo el ciclo FOCO MONTES-BRADLEY, muestra retrospectiva del cineasta, ensayista y documentalista Eduardo Montes-Bradley, con la coordinación integral de la multiplataforma GPS Audiovisual.
FOCO MONTES-BRADLEY es una mirada parcial a los trabajos que el cineasta realizó en Argentina, Estados Unidos, Alemania y Brasil entre 1999 y 2020. Cada dos meses incorporará producciones inéditas para la Argentina y reestrenos, que estarán disponibles durante 60 días en forma gratuita y exclusiva en la plataforma Vimeo de GPS Audiovisual. Se accede libremente a través de este enlace.
-Es la primera vez que una parte esencial de tu obra -sobre todo la de tu etapa estadounidense como realizador de ensayos documentales-, se va a exhibir online en forma gratuita en América Latina. ¿Qué ves de vos mismo en una retrospectiva?
Veo que me tendría que tomar vacaciones porque estoy muy cansado, son veinte años de hacer documentales uno tras otro (Ríe). Me pregunto realmente cómo pude hacer eso sin haber parado en ningún momento para pensar. Es muy interesante, me siento casi como un malabarista. ¿Qué veo de mí en esa extensión de trabajo? Que mi curiosidad es insaciable, y se alimenta a medida que descubro hacia dónde quiero ir con mi trabajo.
-En las películas que integran el Foco Montes-Bradley surgen documentales de las vidas y las obras de diversos creativos, escritores, artistas, músicos, cineastas, científicos, académico. ¿Allí encontraste tu propia mirada como realizador?
Empecé a entender que me interesan más los movimientos y las etapas históricas que los individuos. Mi obra ha sido fundamentalmente individualista y ahora, acompañando el desenvolvimiento de la comunidad afroamericana en los Estados Unidos, encontré lo que quería buscar. Y pude entender una etapa que no fue interpretada desde nuestra perspectiva; por lo menos no desde la mía como sudamericano, como argentino.
Sí, me interesan las épocas, los períodos, más que las personas.
– El Foco Montes-Bradley se inicia con tres títulos que pertenecen a etapas distintas de tu actividad. Por un lado, The Other Madisons, que ofrece un estreno para la Argentina y forma parte de tu producción más reciente. ¿De qué se trata?
Tengo una relación bastante antigua con la fundación que se encarga de preservar la memoria de James Madison, uno de los primeros presidentes de los Estados Unidos. Dentro de esta fundación hay un grupo de los descendientes de los esclavos de Madison. De todos ellos realicé una muestra fotográfica que se llamó “La sola distinción del color”. En ese lugar también me vinculé con Bettye Kearse, una expediatra que ahora se encuentra escribiendo la historia de su familia, tarea que hereda de su madre y de su abuelo; ella es la octava generación. Ella escribió un libro muy interesante, Los otros Madisons, que trata sobre los Madisons negros que descienden de las relaciones entre los Madisons y sus esclavos. Es una cuestión muy difícil de tratar porque se habla en términos de violación, de abuso de poder. Es una especie de #MeToo del siglo XVIII, muchísimo más cruel y difícil de entender. No porque lo actual no lo sea, sino porque esto pasa por la propiedad de una persona, por el valor que tenía como objeto. Yo tomé dos casos: por un lado el de la primera africana que llega de África Occidental, de Ghana, y que tiene una hija con el padre de James Madison. Esta hija se llama Coreen, que a su vez tendrá un hijo con James Madison, Jim. Jim es vendido al sur porque es esa época Virginia se convierte en una especie de criadero de gente. Esto ocurre cuando se termina el tráfico transatlántico de negros en los Estados Unidos. Cuanto más blanquito sea el esclavo, mejor precio tenía: por ello, muchas veces los propietarios de las haciendas eran los responsables de inseminar a las esclavas. Era terrible, y eso se ve en la película. Para interiorizarme llegué a consultar con expertos, viajé a África, traté de reconstruir todo lo que pude para contar esa historia, en la cual no hay una sola imagen. Todo lo hicimos con una licencia poética explícita. Pero todo es con material de archivo, no hay reconstrucción ficcional. Y la realizamos en el medio de la pandemia, sin poder salir de mi casa. Para poder entrevistar a Bettye Kearse tuve que conseguir un auto nuevo para no manejar uno ya manejado por otro, porque al principio de la pandemia la paranoia era fatal. Me fui hasta Nuevo México: 2.500 kilómetros de ida y otros 2.500 de vuelta, dormí en el auto. Además lo hice todo solo, porque no podía llevar ni un sonidista.
-¿Cuándo entendiste que en esa saga de los Madison había una película?
Cuando leí el libro, cuando entendí que uno de los personajes del libro era suficiente para construir la película. Es un error muy común creer que la película tiene que leer el libro: nunca tienen nada que ver el uno con el otro porque media la interpretación del realizador. Eso genera un poco de roce con el autor. Pero Bettye y yo hemos quedado muy amigos y vamos a hacer cosas juntos en el futuro.
-¿Tuvo reparos cuando vio la película?
No, en el proceso de hacerla. Pero tuvimos cambios de opiniones frecuentes. Ella llamaba violación al hecho de la relación carnal entre el estanciero y la esclava, y yo le dije que se podía interpretar como tal pero que era una palabra muy fuerte, que no podía ponerlo por escrito porque es una acusación y no sabemos exactamente cómo fue la relación que engendró ese hijo. Existen antecedentes muy importantes sobre la sexualidad entre blancos y negros: de la misma manera en la que existía la opresión, también existía la ambición para poder sobrevivir. Tuvimos discusiones éticas sobre qué decir y que no decir, pero nos pusimos de acuerdo en todas.
-La conoceremos aquí en Latinoamérica y en Argentina con este foco que te estamos dedicando.
¡Y en castellano! Para mí es fascinante que estas películas se puedan ver. Estoy absolutamente conmovido, porque es una asignatura pendiente que yo tengo con la Argentina, que es mostrar estas películas.
– Las otras dos producciones inauguran una saga de escritores canónicos, El guardián de Borgesy Harto the Borges, de tu etapa argentina ¿Qué nuevos significados encontrás en estas dos obras?
Quise capturar lo universal de Borges en ese momento en el que yo estaba tratando de hacerme un nombre propio dentro del mundo documental. Pienso ahora que no fue arbitraria la elección de aquellos nombres como Borges o Cortázar. De alguna manera, estaba tratando de entender la sociedad argentina de la década del 40, del 50 que fue lo primero que me volcó al documental. Pero también, haber elegido a Borges en aquel momento tenía que ver con una necesidad mía de instalarme como documentalista. Lo interesante es que al ser una figura universal, se perpetúa, sigue ahí, no cambió nada. Ese documental registra ese momento y sigue teniendo tanto valor hoy como lo tenía entonces. La película de Jared Loewenstein (El guardián de Borges) es bastante más breve y trata sobre el bibliotecario que conocí cuando llegué a la Universidad de Virginia. Él fue el fundador de la Colección Borges, que hoy es una de las tres colecciones más importantes del mundo sobre Borges. Está la de universidad de Notre Dame, la de Texas y esta.
Julia Montesoro
Estas son las películas que integran el ciclo FOCO MONTES-BRADLEY.
1 de abril
· The other Madisons (2021)
Documenta el proceso por el cual una tradición oral conserva, con exquisita fidelidad, un importante registro social, a pesar de, o quizás en respuesta a, la supresión o el abandono por exclusión y racismo. Bettye Kearse rastrea su ascendencia hasta Mandy, el primer antepasado africano de su familia esclavizado en suelo estadounidense y que se convirtió en propiedad de la finca del presidente James Madison en Virginia, Montpelier. La investigación de Kearse, sus encuentros con instituciones culturales y sus viajes a Ghana, Portugal, Virginia y Texas proporcionan el trasfondo contextual de este viaje genealógico.
· El guardián de Borges: Jared Loewenstein (2012)
“El bibliotecario Jared Loewenstein arropaba su retrato personal lo más posible a la de un caballero sureño y buscaba un antídoto (oblicuamente altruista) a la desintegración de la cultura aristocrática del Sur en la recopilación minuciosa e indistinta de reliquias de Borges, autor anglófilo al que prefiere víctima estoica antes que testigo burlón e incisivamente pugnaz de una sociedad perezosa pero no miserable que decidió llamar elitismo a la excelencia. Es lamentable no por el énfasis flamígero de su persuasión misionera sino por la mediocre calidad de pensamiento en que necesita (o escoge) apoyarse, contentos con una simplificación cuya sordidez no se les escapa, pero premonitoriamente aliviados de la fatiga extenuante de entrar en detalles de fondo o de forma” (Reseña publicada en Clarín el 6/12/2019).
· Harto the Borges (2000)
Documental parcialmente biográfico mediante el cual se explora el intervencionismo de Borges en miradas circunstanciales. De esta manera, Montes-Bradley propicia un juego de desinteligencias en torno al escritor. El título alude al bilingüismo y es referencia al poema Borges y yo. “Me llevó cerca de un año el registro de entrevistas en Roma, Torino, Milán, Montevideo, Ginebra y en algún que otro destino que hoy se me escapa. Seis meses llevó el armado organizando la discusión en torno a lugares comunes sobre los que cabalga el mito. Me incomodaba (me sigue molestando) el encasillamiento de Borges como un hombre de derecha, y la idea de que sus textos fueran para millones”. (Eduardo Montes-Bradley).
1 de junio
· Alice: at home with Alice Parker (2020)
Retrato íntimo de la vida de Alice Parker (n. 1925), una distinguida compositora, directora y profesora de música coral. En una carrera que abarca unos setenta años, Alice encontró prominencia temprana como protegida del director Robert Shaw, con quien colaboró como investigadora y arreglista de canciones populares, himnos y espirituales para la Robert Shaw Chorale. El alcance compositivo de Alice es extenso e inclusivo, desde canciones para niños e himnos de la iglesia hasta óperas y grandes obras de conciertos.
· Le mot just – Ideografía de Héctor Tizón (2004)
Surge de las conversaciones entre Tizón y el documentalista y es un reflejo de la intimidad de aquel encuentro en la casa ancestral de la familia del escritor en Yala, Jujuy.
· Los cuentos del timonel (2001)
“En Osvaldo Bayer conviven dos personas bien diferenciadas. Por un lado, el anarquista comprometido que acompaña a las Madres de Plaza de Mayo en las marchas, el sagaz columnista en la contratapa de Página/12; por el otro y el burgués que se sienta frente al televisor a orillas del Rhine y goza con las canciones populares del siglo XIX que su esposa Marlies interpreta en el piano. Del primero se había dicho todo, del segundo poco y nada”. En Los cuentos del timonel (Cóndor de Plata 2002), Montes-Bradley se aproxima a un Osvaldo Bayer entrañable y desconocido
1 de agosto
· Deliciosas perversiones polimorfas (2004)
Retrato de Alberto Laiseca, una figura literaria de culto de Buenos Aires mejor conocida por su metafísica ficticia. La película explora la relación del escritor con su padre, un médico de familia rural que vive en la provincia de Córdoba. Las referencias a Edgar A. Poe, William Shakespeare y la inminente llegada del Anticristo son una constante en todo momento.
· Lankes: grabador yankee en Virginia (Lankes: Yankee Printmaker in Virginia) – 2017
Julius John Lankes fue uno de los precursores del revival del grabado en madera a principios de siglo en los EE.UU. Fue fundamentalmente un iconoclasta afiliado al movimiento progresista en la década de los años veinte, lo que habrá de costarle caro con la llegada de las listas negras durante el macartismo. Lankes fue el contrapunto visual en la obra literaria de Robert Frost, Sherwood Anderson y Roar Bradford
1 de octubre
· Una cierta mirada – Ideografía de Juan José Sebreli (2004)
Esta aproximación a Sebreli tuvo lugar en momentos en que la “grieta” comenzaba a definir espacios de poder en la cultura. Atentos a las dificultades que presentaba el desafío, el realizador centra la mirada –esa cierta mirada de Sebreli– hacia la ciudad objeto y hacia él mismo en la intimidad: Buenos Aires como escenario del desarrollo económico, Sebreli como protagonista a través del tiempo y, entre ambos una cámara que busca definir los vértices de esa “grieta” que comenzaba a teñirlo todo.
· Rita Dove – Una poeta americana (2014)
Aproximación a la relación entre literatura y corrientes migratorias que determinaron el éxodo afroamericano de principios del siglo veinte a través de la poeta afronorteamericana Rita Dove. Filmado en Virginia, Ohio, Alabama y en Alemania.
1 de diciembre
· Buscando a Tabernero (2020)
Ducumental acerca de las tribulaciones del director de fotografía alemán Peter Paul Weinscheck antes de su llegada a Buenos Aires en 1937 para convertirse en Pablo Tabernero, una de las figuras claves del cine Argentino en la década de los años 1940.
· Julian Bond: Reflections from the Frontlines of the Civil Rights Movement (2012)
Retrato biográfico de Julian Bond, destacado político afroamericano, partícipe junto a Martin Luther King del proceso de Derechos Civiles en los Estados Unidos, y legislador por el estado de Georgia.