En la noche del martes 12 el presidente de la Nación, Alberto Fernández, dispuso el cese de Luis Puenzo al frente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, tras la protesta del lunes y los cuestionamientos a su gestión. Nicolás Batlle, actual vicepresidente, quedará a cargo del organismo de manera interina.
Con las firmas del primer mandatario y del ministro de Cultura, Tristán Bauer, el decreto 183/2022 dispuso el cese del reconocido cineasta y productor en el rol de presidente del ente regulador de la actividad cinematográfica. Bauer -también realizador y productor- y el funcionario saliente se habían reunido durante la tarde del martes, después de la manifestación del lunes en las puertas del INCAA y la evaluación del propio ministro («Va a haber cambios») que presagiaban el final del ciclo de Puenzo.
Los funcionarios se encontraron por la tarde en el Centro Cultural Kirchner. Al finalizar el encuentro cada cual tuvo versiones disímiles de lo ocurrido. Puenzo afirmó a Télam que «mañana continuaremos hablando», mientras desde las cercanías del Ministerio de Cultura descartaban la posibilidad de futuros entendimientos.
Horas antes, el realizador de La historia oficial había asegurado en declaraciones radiales que la decisión (de su desvinculación) la debía tomar el presidente (Alberto Fernández) y que no dependía de Bauer. Las agrupaciones de trabajadores audiovisuales anticiparon que si Puenzo no renunciaba, habría una nueva protesta, convocada para el miércoles a la tarde en el INCAA: “Nos declaramos en estado de alerta y movilización. Si Puenzo hoy no deja su cargo, nos volvemos a convocar el miércoles 13 a las 15 en la puerta del Incaa”, expresaba el anuncio suscripto por diversas entidades como DocuDAC (Subcomisión de Documentalistas de Directores Argentinos Cinematográficos), ADN (Asociación de Directores y Productores de Cine Documental Independiente de Argentina), Colectivo de Cineastas, DIC (Directores Independientes de Cine), DOCA (Documentalistas Argentinos) y Actrices Argentinas, entre otros.
El lunes, representantes del sector, artistas y técnicos manifestaron su descontento con la gestión del ahora cesanteado funcionario, solicitando -entre otros puntos- la modificación del Plan de Fomento. El fondo, de acuerdo al artículo 4 de la ley 27.432, sancionada en diciembre de 2017, pone como fecha de caducidad el próximo 31 de diciembre.
De esta forma, si no hay cambios en la ley, la financiación con la que se sostienen el Instituto de Cine, el del Teatro, el Instituto Nacional de la Música y las bibliotecas populares, perderá vigencia el último día en 2022.
