La coproducción mexicano-argentina No quiero ser polvo, segundo largometraje del director Iván Löwenberg (Conexión, 2012), fue la gran ganadora del 12º Festival Internacional de Cine Fantástico Feratum, que concluyó el domingo 12 en Pátzcuaro, México: fue coronada con las Alucardas a la Mejor Dirección y Mejor Película de Ficción en la Competencia Mexicana de Largometraje de Ficción.
Otros dos títulos argentinos se consagraron en la muestra: El escuerzo, ópera prima de Augusto Sinay, ganó el premio a la Mejor Película de la sección de Iberoamérica Fantástica y la Carne de Dios, de Patricio Plaza, obtuvo el galardón Torre a Mejor Cortometraje de Animación.

No quiero ser polvo es una coproducción entre la argentina Pensilvania Films (Facundo Escudero Salinas y Nicolás Münzel Camaño) y Anomia, Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicacion, Pierrot Films y Zensky Cine (México), en la que una ama de casa aburrida de 55 años cuyo esposo e hijo cineasta le prestan poca atención. Sin embargo, todo cambia cuando el grupo de meditación de la ola New Age al que asiste anuncia un gran cataclismo; tres días de oscuridad.
La película está inspirada en Löwenberg y su madre, Bego Sainz, quienes interpretan a madre e hijo en la película. Integran también el elenco la argentina Anahí Allué, Agustina Quinci, J.C. Montes-Roldan, Eduardo Azuri, Gerardo Monzalvo y Romina Coccio.
“La historia está inspirada en un hecho real que le sucedió a mi familia en los años 90 –describió el realizador-. Me crié en un ambiente muy New Age, y en algún momento, esta teoría de los tres días de oscuridad comenzó a ser muy popular entre el círculo de amigos de mis padres y la aceptamos por completo; de repente todo lo que nos rodeaba empezó a parecer parte de una transición a una nueva dimensión, incluso una tormenta eléctrica se convirtió en una “tormenta eléctrica anormal sospechosa”; ajustamos nuestra visión para que se ajuste a nuestra creencia. Alrededor de 2010, escuché a la gente hablar con esa extraña emoción catastrófica de que se acercaban tres días de oscuridad y es cuando comencé a preguntarme más conscientemente: ¿qué puede haber detrás de una persona cuya principal motivación para estar viva es un cataclismo de grandes proporciones? ¿Por qué la gente elige creer una cosa y se esfuerza tanto por convencer a la gente de que crea en ella?”.

El escuerzo es un largometraje de terror fantástico inspirado en el cuento homónimo de Leopoldo Lugones con producción de Fogón SAS (80%) y Kilo Vivo Producciones SL (España 20%), ganador del Concurso Raymundo Gleyzer del INCAA (Córdoba). Tiene lugar en Argentina, en el año 1865, en un remoto y adverso entorno natural en las sierras. Los militares obligan a un joven gaucho a participar en una guerra distante. Mientras tanto, su hermano menor, Venancio, un adolescente torpe, tímido y asustadizo, se ve encargado de viajar a la posta más cercana para obtener provisiones para su madre, él mismo, y sus vecinos. Entre estos vecinos se encuentra Catalina, la joven de la cual Venancio está enamorado, y su padre, un hábil artesano. Un día antes de emprender su viaje, Venancio mata a un Escuerzo, un sapo de grandes dimensiones que se alimenta de animales y que posee protuberancias que semejan cuernos, además de dientes en su boca. Antonia, la madre de Venancio, le relata una leyenda local que predice que, si no quema el cadáver del Escuerzo, el animal resucitará y lo atormentará hasta su muerte. Poco después de iniciar su viaje, Venancio se encuentra con una cabra muerta con las entrañas congeladas.
Una parte importante de la trama está inspirada en hechos reales e investigación sobre la Guerra del Paraguay. Filmado íntegramente en el Valle de Traslasierra de Córdoba, tuvo su estreno mundial en Feratum.
Augusto Sinay es un director y guionista que ha realizado una decena de cortometrajes con participación en festivales de cine internacionales (BAFICI, BSFF, Bienal de Arte BsAs). Actualmente trabaja en Pequeños Rostros Colgantes (Seleccionado en Pitch Terror Molins, CDPAI Ibermedia, desarrollo FICG 38° y Taller cine Proa).

Carne de Dios es una producción entre Ojo Raro de Argentina (Patricio Plaza) y Fedora Producciones de México (Lucía Cavalchini). La historia transcurre en el Siglo XVII. En algún lugar perdido entre las montañas de México, un fraile católico que ha caído víctima de una extraña enfermedad es llevado por su discípulo nativo al hogar de una curandera indígena. La anciana intentará curarlo realizando un antiguo ritual que tendrá efectos inesperados en el cuerpo y la mente del evangelizador. Las voces de los protagonistas son de Humberto Tortonese, Francisca Ramírez y Cecilia Rivera Martínez.
Patricio Plaza es realizador independiente de cine de animación. Estudió Artes Visuales y Cine en la UNLP, y trabaja como animador profesional desde hace más de 20 años. Codirigió, junto con Santiago Bou Grasso, los cortos El empleo (2008) y Padre (2013), que recibieron numerosos premios.
El festival Feratum, en el que este año participaron 18 largometrajes y 69 cortometrajes, tiene el objetivo de apoyar el género fantástico nacional e internacional y en la actualidad es considerado como uno de los festivales del género más importantes de Latinoamérica.
Premios del 12º Feratum
Competencia Mexicano de Largometraje de Ficción
Mejor Dirección y Mejor Película
No quiero ser polvo, de Iván Löwemberg
Mejor Guion
Rodrigo Hernández, Carlos Marín y Alfredo Mendoza por Masacre en Teques
Mejor Fotografía
Santiago Sánchez por Rabia, de Jorge Michel Grau
Mejor Diseño de Producción
Eduardo Bautista por Asuntos pendientes del más allá, de Ian Martin
Sección Iberoamérica Fantástica
La Torre FERATUM al Mejor Largometraje Iberoamericano de Ficción
Isla Alien, de Cristobal Valenzuela (Chile)
Mejor Largometraje de Terror
El Escuerzo, de Augusto Sinay (Argentina)
Mejor Largometraje de Ciencia Ficción y/o Fantasía
Keratyna, de Miguel Azurmendi (España).
Confines (Competencia Internacional)
Ganadores de la Torre FERATUM a Mejor Película
Hippo, de Mark H. Rapaport, EE.UU. (Mejor Película Internacional)
Les chambres rouges, de Pascal Plante, Canadá (Mejor Película de Terror).
SECCIONES COMPETITIVAS DE CORTOMETRAJE
Mejor Corto
El niño invisible, de Gastón Andrade
Mejor Corto de Terror
Orfeo, de Roberto Telles
Mejor Corto de Ciencia Ficción
Descenso, de Alejandro Aguirre
Mejores Efectos Especiales
Reserva familiar, de Isaac Areizaga.
Mejor Cortometraje Internacional de Ficción
Сu-Ckoo, de Evgeny Nikolaev (Rusia)
Mejor Cortometraje de Animación
Carne de Dios, de Patricio Plaza (Argentina)