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DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Denise Urfeig, codirectora de «Leyenda feroz»: «La película demuestra la importancia que tiene el cine para nuestro país»

Denise Urfeig codirige con Mariano Frigerio el documental Leyenda feroz, que revive el mito de Tango feroz, ópera prima de Marcelo Piñeyro estrenada en 1993 y convertida en hito del cine argentino.

Los realizadores vuelven sobre los pasos de Carroceros, su anterior documental, en el que le rinden tributo a Esperando la carroza, otro de los títulos emblemáticos del cine argentino.

Leyenda feroz cuenta con los testimonios de Marcelo Piñeyro, Fernán Mirás, Cecilia Dopazo, Leonardo Sbaraglia e Imanol Arias, entre otros y se presenta desde el viernes 10 en el Cine Gaumont y en una quincena de salas de la provincia de Buenos Aires, Salta, Santa Fe, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Misiones, Formosa y Neuquén.

-¿Cuál era el riesgo principal que asumieron al hacer una película sobre otra película y cuál el desafío?

El riesgo principal era que las personas dueñas de esa película no nos dieran los derechos. Ahí ya no había documental posible: sin las imágenes de Tango feroz se terminaba el proyecto. Por suerte nos encontramos con gente con muy buena predisposición.

A partir de allí, que los protagonistas y directores quisieran participar. También conocimos gente muy generosa. Todo el mundo tuvo ganas de ser parte y estuvieron disponibles para hacer las entrevistas. Fue muy difícil coordinar con Fernán Mirás porque estaba filmando una película en Uruguay. No había manera de hacer la nota: de hecho fue la última que hicimos. Sin él no había película. Pero desde el primer momento nos dijo que sí. Mirando el camino recorrido, veo que todo salió como lo pensábamos.

-¿Qué te interesó más de Leyenda feroz, poder plasmar tu relación con el cine o con el rock?

Cuando terminamos Carroceros quisimos seguir haciendo documentales sobre cine nacional. A los dos nos gusta mucho: somos muy fanáticos. Esta fue una iniciativa de Mariano: ahora confiesa que su película favorita es Tango Feroz y no Esperando la Carroza (Risas).

Me pareció una idea genial porque es una película iniciática para la gente de mi generación. También de la de él, aunque es un poco más chico. Fue la primera película con la que muchos chicos y chicas fueron solos, sin sus padres. Yo fui con mis amigas. La puerta que no se veía en los jóvenes, que no iban al cine a ver películas nacionales. Tambíén la puerta de entrada al rock, para conocer esos temas fundacionales del rock nacional.

El estreno fue durante el menemismo, con muchas marchas por la educación. Por lo menos en mi contexto, los jóvenes estábamos muy enardecidos. La película muestra la rebelión de este personaje, con esa frase “Todo no se compra, todo no se vende” tan significativa. En muchos sentidos, Tango feroz fue una película bisagra para el cine.

-Una paradoja, si se tiene en cuenta que Tango feroz pudo no haber existido por las diversas dificultades que atravesaron.

Eso se cuenta en Leyenda feroz. Marcelo Piñeyro y los protagonistas tenían temor de lo que podía pasar. Pensaron que no iría nadie al estreno. Jamás imaginaron que quedaría gente afuera.

En nuestro documental ellos cuentan sobre lugares que reabrían los cines (que estaban cerrados) para exhibir Tango Feroz. Y los problemas que tuvo Piñeyro, quien estuvo seis años para hacerla, porque lo agarró la hiperinflación.

-Con Leyenda feroz, ¿qué se propusieron rescatar?

Teníamos muy claro que queríamos incluir a todas las voces; a las que homenajea Tango feroz y también a las disidentes. Esto abarca a los músicos que no dieron los derechos para usen sus temas. Y aunque Litto Nebbia no quiso participar, de alguna manera aparece.

El mismo criterio aplicamos también a los críticos: aunque la película en general tuvo buenas reseñas, algunas fueron malas. En ese momento era muy importante la crítica cinematográfica: se juntaban todos a la madrugada a esperar los diarios. Algunos músicos todavía están enojados porque dicen que la película es mentirosa y algunos críticos todavía la defenestran.

-O sea que la grieta que generó Tango feroz en su estreno vuelve ahora en Leyenda feroz.

¡Sí, totalmente! Persisten 30 años después.

-¿Cuál es sentido principal de ese quiebre o molestia?

El guion original tenía los nombres reales de los protagonistas: Litto Nebbia, Moris, Pipo Lernoud. El tema principal de la película era La balsa. Al enterarse Litto y el resto, mandaron una carta documento exigiendo que no los mencionan y negando ese tema y varias canciones más.

Nosotros fuimos a hablar con Litto, con Pipo Lernoud, con Javier Martínez, lamentablemente fallecido horas antes del estreno. Les preguntamos por qué no quisieron dar sus temas. Pero nos interesaba saber más de ellos: ¿vieron la película? ¿Por qué estaban o están tan enojados? También hablamos sobre cómo se compuso La balsa, que sigue manteniendo la controversia de si es de Litto Nebbia o de Tanguito.

-¿Cómo resolvió Leyenda Feroz esta diversidad de enfoques?

Nosotros quisimos mostrar todo. Cómo se hizo la película, y cómo este conflicto fue parte de ese proceso. Lo queríamos mostrar porque nos interesa específicamente cómo se hacen las películas. Contamos cómo se generó el problema, cómo se resolvió y cómo apareció El amor es más fuerte, un tema compuesto en medio de un conflicto y se convirtió en un hit que todo el mundo recuerda.

-En ese detrás de la escena contaron con la narración de Marcelo Piñeyro.

Él cuenta que le hubiese encantado que confiaran en él, pero que también entendía que estaba haciendo una película sobre la vida de unas personas que no estaban de acuerdo. Por eso decide reunirse con Aída Bortnik para rehacer el guion. Sacan a todos los nombres y dejan solo el de Tanguito. Reemplazan La Balsa. Se abre un nuevo camino, es un relato de ficción. Se le da mucha más importancia a la historia de amor y no tanto a lo biográfico. Marcelo asegura que cambió para mejor. Ya no es una biografía sino la leyenda de Tanguito.

-Después de la experiencia de Carroceros y de Leyenda feroz, ¿descubrieron qué debe tener una película para que ustedes decidan homenajearla a través de un documental?

Fundamentalmente, que hayan generado algo. Que haya marcado un antes y un después. Lo que pasa con Esperando la carroza no pasa con ninguna otra película que siga vigente hoy. Actualmente una obra de teatro en Avenida Corrientes y es un éxito total. Con Tango Feroz hubo una relación más personal, porque a nosotros nos marcó mucho. Fue una bisagra generacional. También tuvo mucho éxito. No solo la película: también el disco.

-No hay dos sin tres. ¿Qué viene ahora?

Todavía nada. Esta vez no surgió tan naturalmente.

-Ya con Leyenda feroz en pantalla y proyectadas en funciones con público. ¿Qué nuevos sentidos descubrieron?

Cuando la estábamos haciendo no teníamos idea de lo que iba a pasar en este país. ¡Nadie tenía idea! La película tomó otro sentido completamente. Demuestra de manera muy fehaciente la importancia del cine nacional para el país y cómo una película le importa a la gente y la sigue recordando. El año pasado hubo una proyección de Tango feroz en el cine Gaumont. Era un lunes a la noche, llovía… ¡y la sala estaba llena, con gente que quedó afuera! Entonces, ¿cómo pueden decir que al cine nacional no le importa a nadie?

Leyenda feroz cobró ese sentido. En la película hay un plano del Cine Gaumont y cuando se proyectó en el Bafici hubo una ovación. O sea, ¡el público ovacionó un cine! Eso nos alegra un montón ante tanta pesadilla y tristeza. Es una forma de mostrar cómo el cine argentino es tan importante.

También es un reflejo de esa época. De repente volvieron los 90 en el peor sentido. Hay una escena de la película en la que un chico sale del Gaumont diciendo: “Que en esa época digan que todo no se compra y no se vende”. Es lo mismo ahora, pero 30 años después.

Julia Montesoro

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