Jorge Alvarez es el vicepresidente de la agencia Córdoba Cultura y el director del Polo Audiovisual Córdoba, organismo que impulsa el fomento y promoción de la industria audiovisual de la provincia. Una charla acerca de la actividad audiovisual provincial revela cuál es su balance del año que pasó y cuáles los proyectos para 2023.
-Estás muy presente y activo en el desarrollo de las producciones audiovisuales locales e internacionales. ¿Cuál es tu evaluación acerca del crecimiento de la actividad en Córdoba?
Estamos atravesando un momento bisagra. Un momento donde hablar de cine nos queda chico: tenemos que hablar de producción audiovisual. Porque se trata de producción para contenidos de plataformas, de televisión, de las redes o de animación. En este proceso de cambio lo fundamental es adaptarse. Córdoba se movió rápidamente para entender lo que la gente quiere ver. Empezamos a producir en pos de una demanda.
-¿De qué manera acompaña el estado provincial este desarrollo de la industria audiovisual cordobesa?
Estando presente en todas las etapas. Córdoba fue una de las provincias pioneras en materia de producción audiovisual. Trabajamos con una línea muy clara, entendiendo la actividad como un hecho industrial que genera trabajo. Por ese motivo en 2016 se sancionó una ley que empezó a generar producción un año más tarde. A partir de ahí, el estado provincial financió el desarrollo de la actividad, y a la vez la vinculó con la distribución, el acercamiento de los lugares de promoción, la difusión y venta de los contenidos.
-La venta de contenidos implicó salir al mercado internacional.
Sí. Córdoba asiste al productor a desarrollar su material, luego a producir y más tarde a posproducirlo. Y además ayudamos a tener presencia en los principales mercados y festivales internacionales. Nuestro trabajo consistió en analizar cuáles eran las necesidades de esos mercados, para poder acercarles productos. Fuimos los primeros firmantes de acuerdos de coproducción con países árabes, como Arabia Saudita o Qatar. Si no fuese así, ¿de qué valdría producir contenidos con mucho recurso oficial, si no lo podés poner en los mercados que te lo compran y permiten multiplicar ese recurso?
-¿Los contenidos para plataformas y el mercado internacional hace perder de vista la producción local?
No. Nos preocupa la producción de cine comunitario, que proviene de aquellos sectores donde la comunidad se manifiesta a través de productos necesarios para la misma comunidad. Son parte de lo cultural, de lo identitario. Contribuimos al fomento de ese tipo de cine, relacionado con las asociaciones civiles, centros comunitarios o centro de jubilados y a la vez generamos fuentes de trabajo.
-¿Por qué creés que se elige Córdoba como destino para producir audiovisuales? O te lo pregunto al revés: si tenés que vender Córdoba, ¿qué aspectos destacás?
El hecho de estar en el centro del país nos permite tener todo tipo de geografías. Hay montaña, ríos, llanura, paisajes. Y con el mar de Ansenuza y mar Chiquita también nos damos el lujo de tener mar. Eso trae aparejado todos los climas. Los productores europeos vienen a trabajar a contra temporada a Córdoba. Saben que ofrecemos desde temperatura muy altas a varios grados bajo cero, pasando por la nieve. Sumado a eso hay una importantísima infraestructura hotelera y de carreteras. Gracias a los créditos blandos que dio el Banco de la Provincia de Córdoba tenemos laboratorios y estudios muy equipados. Ya no es necesario alquilar cámaras, lentes o luces en Buenos Aires. Y por si fuera poco, 15.700 estudiantes de carreras vinculadas con el audiovisual. Córdoba tiene una base de recursos humanos altamente capacitados. Un productor norteamericano o europeo encuentra excelentes técnicas y técnicos, actrices y actores, y también equipamientos y estudios. Aunque suene muy fuerte, así dice una publicidad: Córdoba tiene todo. Vení a filmar, es fácil.
-¿Cuál es la política aplicada para los incentivos?
Una vueltita de rosca en el engranaje que te estoy nombrando es un estado provincial presente. Se están sumando estados municipales con nuevas normativas que acercan, apoyan y fomentan la actividad. A través de apoyo financiero como de comisiones de filmaciones municipales, en unión con nuestra Córdoba Film Commission. Esto nos asegura rapidez en los trámites en los cortes de calle, en la autorización y permisos para filmar en la vía pública, en hacer más dinámico un rodaje.
-¿Cuál es el objetivo principal que te planteaste desde el Polo audiovisual Córdoba para este año?
Seguir haciendo de Córdoba una provincia amigable para la producción audiovisual. Es una importante fuente de generación de mano de obra capacitada y además, una importante herramienta comunicacional de nuestra provincia, nuestra cultura, nuestra identidad.
No solo desde la provincia, sino también desde algunos municipios. Hace pocos días se sancionó la ordenanza Paola Suárez en la ciudad de Córdoba, para aplicar sistemas de financiamiento en la ciudad. Hay una disposición muy similar en Río Cuarto y está próxima a sancionarse otra en Villa María. El objetivo es ayudar a que empiecen a fomentar muy concretamente la producción.
Pero hay algo más, que tomo como un desafío personal: Córdoba creó hace unos años el Centro de Producción de Animación Quirino Cristiani en Unquillo. Es único en el continente. En enero estaban trabajando veintipico animadores en la producción de dibujos animados en coproducción con Lituania, Colombia, Brasil. Hace un mes tuvimos animadores de distintas partes del mundo. También en el rubro de la animación el crecimiento es constante.
Julia Montesoro