El Honorable Senado de la Nación declaró de Interés del libro 50 mujeres del cine argentino, de Julia Montesoro, “periodista especializada en la materia, por su aporte a la historia de la participación femenina en la realización cinematográfica y por su valor patrimonial en el registro de los relatos de las realizadoras y trabajadoras del sector”.
La propuesta fue presentada por la senadora María Eugenia Catalfamo, del bloque Unidad Ciudadana de la provincia de San Luis, junto con Ana M. Ianni, Nora del Valle Giménez, Cristina López Valverde, Oscar I. Parrilli y Silvina M. García Larraburu.
En los fundamentos de la declaración se expresa:
“Anhelos, recuerdos, anécdotas y problemáticas de mujeres del cine argentino, impregnan las páginas del libro “50 mujeres del cine argentino”. Julia Montesoro recopila, en este trabajo, entrevistas realizadas con una profundidad digna de una periodista de gran oficio y trayectoria en el medio.
Los testimonios se suceden y terminan configurando una especie de genealogía del ser mujer en el cine, dando cuenta de las dificultades y las experiencias que han transitado distintas generaciones de mujeres para hacerse un lugar en el medio. La perspectiva de género, hoy tan presente en el debate social, atraviesa las 316 páginas de esta obra marcando un gran precedente como registro histórico de esta problemática. Esto último agrega valor a su contenido pudiendo ser material de consulta para investigaciones y estudios en la materia.
Conviene recordar algunas cifras que grafican la vigencia de la desigualdad de género en la industria cinematográfica: sólo el 21% de “2022 – Las Malvinas son argentinas” las películas exhibidas en el año 2019 fueron dirigidas por mujeres, hecho que toma mayor relevancia si se lo vincula con el porcentaje, mucho mayor, de estudiantes mujeres en las escuelas de cine que, en general, asciende a un 55%.
Un reciente informe del Departamento de Estudios e Investigación del Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina, DEISICA, da cuenta de la disparidad en la distribución de puestos de trabajo en la industria. Datos del 2020 indican que el 56,18% de los mismos fueron ocupados por hombres y 43,82% por mujeres en largometrajes; algo que se acentúa en el rubro publicidad con un 66,39% para los hombres y un 33,61% para las mujeres. En referencia a las cabezas de equipo, las mujeres sólo ocupan un 38% en largometraje y un 35% en publicidad.
Con estos datos, toman mayor relevancia las voces de esas 50 mujeres: Agustina Comedi, Albertina Carri, Alejandra Marino, Ana Fontán, Ana Katz, Ana María Picchio, Anahí Berneri, Annamaría Muchnik, Antonella Costa, Aymará Rovera, Camila Toker, Carmen Guarini, Cecilia Roth, Celina Murga, Delfina Castagnino, Diana Frey, Gabriela Aparici, Graciela Maglie, Guadalupe Docampo, Inés de Oliveira Cézar, Inés Estévez, Jazmín Stuart, Julia Solomonoff, Julieta Zylberberg, Liliana Mazure, Lita Stantic, Lorena Muñoz, Lucrecia Cardoso, Majo Staffolani, Marcela Sáenz, María Victoria Menis, Marina Glezer, Marta Bianchi, Mercedes Morán, Mónica Lairana, Mora Recalde, Natalia Smirnoff, Paola Rizzi, Patricia Primón, Paula de Luque, Paula Félix-Didier, Paula Hernández, Sabrina Farji, Tamae Garateguy, Teresa Costantini, Vanessa Ragone, Verónica Chen, Victoria Carreras, Victoria Chaya Miranda y Virna Molina.
“50 mujeres del cine argentino” recurre a un formato donde la palabra y la escucha recobran un valor muchas veces olvidado. La intimidad y el recorrido de los relatos no sólo referencian la situación particular de las mujeres y sus vicisitudes, también hablan de un país, de su cultura y de la importancia que tienen las imágenes en la configuración de los imaginarios sociales. Queda muy claro y se refuerza con la lectura de este libro, la importancia estratégica que tienen las políticas públicas para resolver estas asimetrías de género y para que el desarrollo de una industria cultural, clave para la Argentina, sea posible.
Por lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto”.