Matadero, la ópera prima del realizador y guionista Santiago Fillol, fue adquirida para su distribución mundial por Alief, la compañía de ventas con sede en París, que tendrá los derechos internacionales fuera de Argentina, Francia, España y Suiza.
Se trata de un thriller político que se estrena mundialmente el miércoles 10 en Cineastas del Presente, competición internacional del Locarno Film Festival, coproducido entre las productoras argentinas Prisma Cine (Antonio Pita y Daniela Bestard Pou) y Magoya (fundada por Sebastián Schindel, Fernando Molnar y Nicolás Batlle), la española El Viaje y la francesa 4A4 Productions.
El proyecto está basado en la obra literaria de Esteban Echeverría, ambientado a mediados del siglo XIX. Narra la historia de Jared, un cineasta norteamericano que en 1975 llega a las Pampas para rodar la historia del primer levantamiento de los trabajadores del campo contra sus patrones. En la adaptación de la obra de Echeverría, los agricultores les asesinan como animales y se los comen.
Asumiendo las tensiones que se desbordan entre terratenientes y trabajadores, la elevada visión de Jared para su adaptación llevará al elenco y al equipo al límite. A medida que avanza su trama, reinan el ego y el engaño.
Fillol utiliza la narración como vehículo para contar la historia del rodaje clandestino de la película a través de los recuerdos de Vicenta, la joven asistente de Jared.
El proyecto tiene guion y dirección de Santiago Fillol y el elenco está integrado por Ailín Salas, el español Luis Perillán, Lina Gorbarena, Malena Villa, Rafael Federman, David Schetman, Ernestina Gatti, Lucas Damario, Eva Bianco, Hernan Sevilla y Rafael Rodríguez.
“Decidimos que la mejor manera de trabajar en una historia fundacional como “El Matadero” de Echeverría, escrita alrededor de 1850, era reflejándola en otra época –expresó el realizador Fillol a Variety-. Ver una época de otra época, la violencia de clase de los orígenes de un país de brutales desequilibrios sociales, de los setenta que discutían radicalmente esa desigualdad.
El cine dentro del cine es el instrumento que nos permite acercarnos a la historia de Argentina y sus conflictos sociales de una manera sencilla, ya que permite superponer en cada momento a los mismos planos y personas distintas épocas y condiciones sociales, de ahí las tensiones de lo representado pasan del plano al fuera de plano en un ritmo natural y vertiginoso a la vez”.