spot_img
spot_img

Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

«La vida dormida», de Natalia Labaké (Estreno: 8 de octubre)

El viernes 8 de octubre se estrena en Malba Cine el documental La vida dormida, ópera prima de Natalia Labaké, con la participación de Juan Gabriel Labaké, Haydée Alberto, Bibiana Labaké, Agustina Labaké y Virginia Loussinian. La película retoma material de archivo que la abuela de la directora registró en video sobre el ascenso político de su marido Juan Labaké y la vida familiar en la Argentina de los años 90 hasta llegar al presente, donde la cámara se vuelca hacia las mujeres de la familia quienes buscan con hastío y misticismo respuestas a su desasosiego. Se exhibirá todos los viernes de octubre a las 19 hs.

Corre el año 1989 en la Argentina. Haydée registra en video la carrera política de su esposo Juan Gabriel Labaké. Juan es un peronista de centro derecha -defensor legal de Isabel Perón- que hace campaña para presidente del partido justicialista junto a Carlos Menem. Entre actos de campaña y viajes de negocios se cuela la vida familiar en Buenos Aires con tertulias multitudinarias y fuertes discusiones políticas entre los hombres de la familia. Pasados treinta años caemos en el presente. La directora y nieta del matrimonio, retoma la posta de su abuela aunque ahora dándole un nuevo sentido; la cámara se vuelca hacia las mujeres de la familia,

especialmente a su hermana Agustina y a su tía Bibiana, quienes solo aparecen en papeles secundarios en las películas caseras de su abuela en la década de los 90’. Bibi pasa sus días en un instituto de rehabilitación, mientras Agustina, que sufre de ansiedad, aún vive en la casa de sus padres. Ambas buscan con hastío y misticismo respuestas a su desasosiego mientras el patriarca de la familia conserva la ilusión de volver a ver a la gran nación toda unida sobre las bases de un peronismo de verdad, un peronismo de Perón.

La directora reflexiona sobre la obra con estas palabras: “No tengo certezas, pero conservo casi como un instinto de supervivencia, las ganas de intervenir y de hacerme presente desde esta fragilidad, confiando en lo incompleto y en lo tembloroso. Creyendo desde siempre que el cine nos ayuda a vivir, porque habla su propia lengua y puede, cuando se lo permite, escaparle a las lógicas del patriarcado. Confío en el archivo, en el ajeno y el propio, en las verdades que convergen y resisten el paso del tiempo. Intentando transmutar la sequedad de espíritu, el vacío y la angustia, a las que nos arrojaron una vida gobernada por hombres de derecha.”

“Se dice que hacer política es hablar, decir algo. Lo político como el lugar de la palabra, la presencia y la intervención no pueden pensarse por fuera de las lógicas opresivas del patriarcado –expresó su realizadora-. Hablar, tener que decir, dar una opinión, es algo que valoramos por encima de muchas otras formas de intervención en nuestra cultura. Nosotras, las mujeres de esta familia, hablamos poco. Un poco por educación, otro poco por miedo o comodidad. Y cuando lo hacemos, dudamos. Logramos enunciar, con ritmo aletargado y vagamente, para nosotras y entre susurros, a la espera de que algo drástico lo sacuda todo, nos saque del hechizo y todo vuelva a empezar para hacernos saber que tenemos una historia, una memoria y un cuerpo.

Me pregunto cómo hablar cuando la realidad está hecha por varones, efusivos y bienpensantes, de derecha y no tanto, ocupando el centro de la escena. Tan seguros de su gestualidad, del fraseo de sus relatos, del sonido de su voz, que se esfuerzan obstinadamente en incansables e inalcanzables discusiones políticas para pensar el devenir del peronismo y la Argentina, debatiendo como evangelistas, o tiranos, sobre qué hacer cuando ya no hay nada que hacer. Hablan y hablan mientras no sabemos muy bien de qué agarrarnos para pensar no ya nuestro futuro, sino nuestro presente. Si ser político es decir algo, estar presentes e intervenir una realidad ¿Cómo hacerlo desde un silencio asignado? ¿Cómo hacer una película sin voz (en off)? ¿Dónde guardo mis deseos si no pueden ser dichos? ¿Estarán escondidos en alguna cinta de video?  ¿Y quién tiene la culpa en todo esto? ¿Menem? ¿Jesús? ¿Perón? ¿Mi abuelo?

No hablar, sino ordenar. Ordenar no en el sentido de dar órdenes, sino de crear un cierto orden entre el pasado y el presente, entre imágenes y sonidos, para constatar que la amargura y el letargo, la incapacidad de estar presentes de cuerpo y espíritu, no es un fenómeno individual o de mi familia en particular. Que tampoco se expresa solamente en las mujeres o en las minorías. Sino, que puede ser un síntoma obvio del sistema perverso en el que vivimos, donde el poder no es una estructura al servicio de unas determinadas intenciones, sino, por sobre todas las cosas, una intención en sí misma, magia negra que somete tanto al hechicero como al hechizado. ¿Qué nos queda? ¿Qué de todo lo derrumbado aún permanece? En este momento tan frágil, no creo que sea una buena idea pedirle respuestas al poder. En este escenario, qué difícil decir algo. No tengo certezas, pero conservo casi como un instinto de supervivencia, las ganas de intervenir y de hacerme presente desde esta fragilidad, confiando en lo incompleto y en lo tembloroso. Creyendo desde siempre que el cine nos ayuda a vivir, porque habla su propia lengua y puede, cuando se lo permite, escaparle a lo perverso del patriarcado y el capital. Confío en el archivo, en el ajeno y el propio, en las verdades que convergen y resisten el paso del tiempo. Intentando transmutar la sequedad de espíritu, el vacío y la angustia, a las que nos arrojaron una vida gobernada por hombres de derecha.

Natalia Labaké (Buenos Aires, 1984), es egresada de Diseño de Imagen y Sonido (FADU – UBA) y de Dirección de Fotografía (SICA). Codirigió los cortometrajes Los Arcontes, Un silencio para tratar de escuchar y Quedarse y no volver. Como editora realizó Danubio y La obra del Siglo, además de múltiples piezas para museos y otros medios. En 2016 fue agente del Centro de Investigaciones Artísticas (CIA). En 2021 formó junto a Paulina Bettendorff En otro orden de cosas, una productora orientada al trabajo en estructuras narrativas para el documental de creación y la ficción. La vida dormida (Dormant) es su ópera prima.

Tal como anticipara GPS Audiovisual, su estreno mundial fue en el marco del IDFA 2020 (International Documentary Film Festival Amsterdam) en dos secciones, Luminous e IDFA Competition for Creative Use of Archive, donde obtuvo una Mención Especial del jurado al ReFrame Award. El estreno nacional fue en la sección Noches especiales del 22° BAFICI.

FICHA TÉCNICA

Dirigida por Natalia Labaké

Escrita por Natalia Labaké y Paulina Bettendorff

Compañías productoras Protón Cine y URSA Estudio

Productores Mariana Luconi, Agustín Burghi y Natalia Labaké

Fotografía Haydée Alberto y Natalia Labaké

Montaje Anita Remón

Diseño sonoro Sofía Straface

Duración 74 minutos

Related Articles

GPS Audiovisual Radio

NOVEDADES