La incorporación de más mujeres de la actividad audiovisual en la nueva Comisión Directiva de DAC representa un paso significativo en el objetivo de lograr la paridad de género.
La lista, presentada en asamblea el pasado 22 de septiembre y encabezada por el reelecto Carlos Galettini, incluye la auspiciosa presencia de Carmen Guarini como vicepresidente; Inés de Oliveira Cézar como prosecretaria general; Tamae Garateguy, Silvana Jarmoluk y Vivian Imar como vocales titulares y Elsa Ramos y Franca González en la Comisión Revisora de Cuentas.
La lista completa de la Comisión Directiva se encuentra en este enlace.
Inés de Oliveira Cézar y Tamae Garateguy detallan los próximos objetivos, poniendo el énfasis en las políticas de género a desarrollar.
-¿Qué las entusiasmó para aceptar estos roles?
T.: Inés hace años que está, abogando para abrir camino para que más mujeres podamos estar en más lugares en la Comisión Directiva. Junto con Carmen, además, fueron las creadoras de DAC Género. Cuando desde la comisión me propusieron sumarme -a mí y a otras compañeras- me entusiasmó inmediatamente. Mi motivación es poder trabajar en la ampliación y la mayor participación de las mujeres en todas las áreas posibles.
I.: Me pone muy contenta y entusiasmada el trabajo que venimos desarrollando con las compañeras: desde que creamos la Comisión de Género se fueron acercando y también empezaron a hacer sus aportes.
Pero además estoy entusiasmada porque los compañeros de la Comisión Directiva llegaron a una situación de absoluta comprensión de que este paso es positivo. Ellos también están alineados. Es un cambio que todos celebramos: las mujeres y los varones. Es un buen camino para que la fuerza de trabajo que nosotras queremos aportar sea expansiva, proyectiva, para que se puedan producir más cosas.
-El camino hacia la equidad de género es un paso fundamental en DAC, algo que empezó a esbozarse en el Espacio Audovisual Nacional, que tiene justamente a DAC como uno de sus impulsores
I.: Creo que de verdad está sucediendo un cambio de paradigma. Quizás hace tres años hubiera sido impensable la incorporación de más mujeres y en roles con mayor responsabilidad -aunque no deja de ser una comisión directiva, donde cada uno representa un solo voto-. Pero algunas funciones siempre estaban destinadas para los hombres. De pronto, ahora las mujeres pueden ocuparlas, en roles donde tienen mayor capacidad de decisión, aunque
siempre estamos diciendo que las mujeres en el audiovisual no tenemos el mismo acceso que los varones.
-Aunque ya vienen trabajando desde tiempo atrás con acciones concretas que tienen que ver con equidad de género, ¿hacia dónde apuntan sus objetivos?
I.: Y… que en la gestión que viene en vez de incorporarse cinco mujeres, se integren ocho, diez. En algún momento se puede llegar a un 50/50 real. Hoy todavía no estamos, aunque es cierto que la proporción cada vez va creciendo más. Esto significa que estamos haciendo las cosas bien, porque lo más difícil no es conseguir las cosas sino sostenerlas.
T.: En primera instancia, estamos en una asociación de directores que abogamos por que el cine siga existiendo. No es solo “ay, bueno, y qué proponemos las chicas” porque ese concepto es como corrernos de la comprensión de que tenemos que pelear y trabajar conjuntamente todos los de la comunidad cinematográfica. Apoyar este proyecto de ley para que el cine siga existiendo. Ese es nuestro interés común fundamental.
Después, como como mujeres que formamos parte de la Comisión Directiva, por supuesto que queremos que haya más diversidad, más compañeras ocupando lugares. Y que se lleve a la realidad que las mujeres estamos aportando con nuestra mirada y con nuestro trabajo: también formamos parte de las decisiones, de las propuestas de trabajo, a la par con los hombres.
I.: Uno de los objetivos es visibilizar el cine que hacemos las mujeres, algo que ya empezó a pasar este año. A veces se complica y también es muy injusto, porque te encontrás en situaciones donde tenés que dejar tu película por nada para que se vea. Este año espontáneamente nos empezaron a pedir de los festivales que nosotras hiciéramos propuestas para organizar muestras de nuestras compañeras.
Ese punto me parece importantísimo, porque es empezar a estar en la vidriera de los festivales. Por lo menos de los más importantes nacionales. Para tener un espacio para esas películas y que representen la diversidad, en documentales como ficción, tratamos de que acepten armar una programación mixta. También contratamos a chicas para que sean juradas. Esto genera un circuito para que sus películas sean más vistas y les pueda redituar en algún sentido, porque están en festivales.
T.: Seguir visibilizando el trabajo de las compañeras es la tarea que viene haciendo Género DAC y DAC Cultura de trabajo las compañeras. Queremos seguir abriendo caminos en este nuevo paradigma, para que les jóvenes de las nuevas generaciones se encuentren con un lugar más diverso.
-¿Qué te llevó a aceptar este lugar?
T.: Los lugares hay que ocuparlos. Tiene que ver con trabajar para el bien común. Primero para el colectivo de les directores (los directores y las directoras), del que formamos parte. Después, como mujer. Justamente hablábamos sobre ponernos a trabajar en que haya números, estadísticas que marquen la presencia real de las mujeres. Si no hay una sensación diferente: “Ay, no, hay tantas mujeres ahora y además ganó Julia Ducournau en Cannes”. Entonces parece como si siempre fuera así.
I.: Ocupar los lugares requiere de compromiso, tiempo y comprensión de lo que es trabajar para un colectivo. Como decía Tamae, primero del colectivo de les directores. Sin dejar de lado el otro compromiso esencial: trabajar específicamente para la Comisión de Género.
Julia Montesoro