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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Eduardo Montes-Bradley anuncia las películas que se presentan en Foco Montes-Bradley desde el 1 de octubre

FOCO MONTES BRADLEY, el ciclo retrospectivo del cineasta, ensayista y documentalista Eduardo Montes-Bradley, con producción y curaduría de GPS Audiovisual, prosigue con novedades exclusivas y reestrenos en su revisitada filmografía, realizada en los Estados Unidos y el Atlántico Sur. El viernes 1 de octubre se incorporan dos nuevos títulos, exclusivamente en el canal de Vimeo de GPS Audiovisual en forma gratuita: Una cierta mirada – Ideografía de Juan José Sebreli (2004) y Rita Dove – Una poeta americana (2014).

· Una cierta mirada – Ideografía de Juan José Sebreli (2004)

Esta aproximación a Sebreli tuvo lugar en momentos en que la “grieta” comenzaba a definir espacios de poder en la cultura. Atentos a las dificultades que presentaba el desafío, el realizador centra la mirada –esa cierta mirada de Sebreli– hacia la ciudad objeto y hacia él mismo en la intimidad: Buenos Aires como escenario del desarrollo económico, Sebreli como protagonista a través del tiempo y, entre ambos una cámara que busca definir los vértices de esa “grieta” que comenzaba a teñirlo todo.

· Rita Dove – Una poeta americana (2014)

Aproximación a la relación entre literatura y corrientes migratorias que determinaron el éxodo afroamericano de principios del siglo veinte a través de la poeta afronorteamericana Rita Dove. Filmado en Virginia, Ohio, Alabama y en Alemania.

– Juan José Sebreli hoy, a los 90 años, mantiene la misma vigencia que en 2004, cuando filmaste Una cierta mirada. ¿Qué significaba Sebreli para vos? ¿Por qué te interesó llegar a él?

En el caso de esta película la permanencia es más concreta, porque él habla de su mirada sobre Buenos Aires. No nos olvidemos que es un animal político y está un poco a contrapelo con el pensamiento revisionista argentino, lo cual lo puede poner un lugar un poco peligroso si la película tuviera ese perfil. Pero como se trata de la película de un caminante, de un tipo que recorre la historia arquitectónica del centro Constitución y Retiro. Y allí va hilvanando su historia personal con el desarrollo de la ciudad; el desarrollo edilicio y las transformaciones sociales. Y como sociólogo y en función de esa cierta mirada, creo que la película tiene hoy tanta validez como tenía cuando la hicimos en su momento.

-En su recorrido hay también una mirada de una Buenos Aires que ya no existe.

Para mí es muy curioso, porque él estaba describiendo una ciudad que añoraba a medida en que nos íbamos trasladando un sitio a otro, y que al mismo tiempo se estaba desgranando entre mis manos. La ciudad por la cual él se lamentaba era la que yo terminaría añorando cuando esa ciudad se desgranase entre mis manos. Es un fenómeno dialéctico fluido que hace que se establezca el puente.

-En ese lazo que te vincula a Sebreli en este recorrido sobre Buenos Aires, ¿hay algo de tu propia fascinación sobre la ciudad, en algún punto se convierte en autorreferencial?

No solo la propia sino la familiar. Cuando él habla de cómo los caserones de Buenos Aires fueron cediendo lugar al desarrollo inmobiliario y especulativo de la propiedad horizontal, yo no podía dejar de pensar en la casa de mis abuelos en Caballito, que terminó convirtiéndose en un monoblock del Hogar Obrero. Y de la manera en que todo esto nos impacta como personas y como sociedad, en un mundo en el que cuando yo empecé a hacer cine había tres mil millones de personas y ahora hay ocho mil. Esto me lleva a cuestionarme un montón de cosas: ¿lo que yo añoro es lo que quiero? Y…no estoy tan seguro.

-Entre Una cierta mirada y Rita Dove: una poeta americana hay una década de distancia y un espacio en común: la recurrencia la literatura. En la selección de escritores, ¿buscas a quienes te interesan o te influencian o partís de otros aspectos para llevarlos al documental?

Parto de otros aspectos. Yo hice películas de escritores cuya literatura detesto. Mi elección del sujeto no es en tanto sea escritor (o escritora) sino en tanto me interese su experiencia como tal. En el caso de Rita Dove es una de las poetas más importantes de este país. Fue la poeta laureada de los Estados Unidos, la poeta laureada del Estado de Virginia y hoy es una de las poetas negras de mayor relevancia. Una especie de “poeta oficial” de los ocho años de Obama, el primer presidente negro. Con el tiempo aprendí a apreciar muchísimo más su literatura. Equivocadamente tenía alguna suerte de minusvalía, de menosprecio por su poesía, porque era poesía académica.

Cuando yo llegué a Estados Unidos no entendía que los poetas y los pintores se formaran en la universidad. Tenía una idea equivocada –sesentista, petulante- de que el poeta debe tener sífilis, la tienen que faltar los dientes, debe fumar dos paquetes de cigarrillos por día y vivir en un altillo en París. Eso no es cierto y no deja de ser una pavada de mi juventud (Risas). Pero me llevó mucho tiempo aceptar que la Academia podía formar poetas académicos. Y tiene mucho sentido, si se piensa en términos de literatura clásica. Si no me equivoco, fue Robert Frost quien inició el movimiento de poetas académicos, no habiendo sido el uno de ellos.

-Tal vez el poeta se constituya como tal más allá de lo académico.

Habría que pensar si los antiguos -los heroicos, los épicos- como Homero, o quien sea que haya sido porque todavía no se estableció su identidad, deben haber sido profundamente formados en su lengua. No creo que los tipos que escribieron eso hayan sido borrachos de la medianoche del bar La Paz.

-¿Cómo llegó Rita Dove a tu camino?

Ella es del mismo pueblo donde vivo yo, Charlottesville. Creo que el primer encuentro fue durante el estreno de la película de Julian Bond, el político norteamericano primer candidato negro a la vicepresidencia en las internas de 1968 en Chicago y luego el primer candidato negro a la presidencia de los Estados Unidos en 1976, con quien yo hice una película. Cuando se estrenó, en la sala apareció Rita Dove entre el público (era muy amiga de Julian) con su marido de toda la vida y padre de su hija, una especie de hippie berlínés escapado del 68 alemán. Me cayeron divinamente bien y empezamos a charlar, y en días no tuve más remedio que eh, a causa de mi incontinencia sacar la cámara y empezar a rodar esa película.

Es interesante también ver cómo más allá de la literatura se advierte la evolución familiar y social de Rita Dove, porque muestra el tema de la migración negra del sur hacia el norte. Hay algunos detalles que a los argentinos nos va a iluminar un poco más respecto a la relación y la tensión racial entre blancos y negros.

Julia Montesoro

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