spot_img
spot_img
spot_img

Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Tomás Lipgot entre «Moacir y yo», la etapa final de «Gilgamesh» y el lanzamiento internacional de «El universo de Clarita»

Paralelamente al estreno de El universo de Clarita, el documental de exploración (que se presenta en el cine Gaumont y en Cipolletti), Tomás Lipgot trabaja con dos proyectos simultáneos: Moacir y yo -el epilogo de una saga de cuatro documentales realizados con el fallecido artista Moacir dos Santos- y el proyecto internacional de animación Gilgamesh, cuyo estreno está previsto para 2023.

-En estos días terminaste la mezcla de sonido de Moacir y yo. Es la primera de las cuatro películas de la saga con Moacir dos Santos sin su presencia física. ¿De qué se trata?

En el último Bafici había presentado una versión no terminada, una especie de work in progress. No estaba en mis planes terminarla, pero me apuraron del festival. Eso me ayudó a cerrar una etapa. Es la cuarta película sobre Moacir, que murió hace dos años. Cuando lo conoci en el Borda no imaginé que íbamos a hacer tantos documentales juntos. Es algo así como una despedida de alguien que no solo fue mi personaje sino un amigo, con quien tuvimos un montón de cosas en común.

 -Paralelamente continuás desarrollando la producción internacional de animación Gilgamesh, una idea tuya que tiene casi una década.

¡Más de una década! ¡Mejor ni lo pienso! La película tiene que ver con la inmortalidad. Y hacerla también, por el tiempo que lleva (risas). No es fácil hacer una película de animación. Por lo menos, con un estándar de calidad internacional, que es lo que siempre anhelamos. Podríamos haber terminado la película de una forma más rudimentaria. Pero nunca lo quisimos así. El proyecto es muy compleyo y muy caro. Llegamos a una etapa donde podemos pensar en estrenarla en 2023.

-¿Qué te llamó la atención de este personaje? ¿En qué consiste la propuesta?

Es el mito más antiguo de la Humanidad. Eso le da una relevancia bastante particular. Proviene de la cultura sumeria: lo que actualmente es Irak, la zona de la Mesopotamia, una civilización que se descubrió hace relativamente poco porque estaba todo enterrado y cubierto. La epopeya de Gilgamesh fue como un best seller de la época. Ese texto, escrito como poema, se encontró en tablillas en la biblioteca de un rey. Como se había incendiado, las tablillas –que son de barro- se conservaron, aunque algunas se perdieron.

La historia es impresionante: es la angustia del hombre frente a la muerte. Son cuestiones actuales, temáticas que van más allá del tiempo y que siempre convocan. El poema me conmovió: tiene aventura, lucha, mitología. Me pareció muy atractivo pensarlo en animación.

 -¿Cómo se desarrolló el proceso de crear a los personajes?

De dibujo no tengo idea: apenas puedo hacer dos palitos. No tengo nada que ver con eso (risas). Me asocié con la empresa Hook Up Animation para desarrollar las imágenes. La forma en que los contacté fue muy particular: cuando empecé con el proyecto les mandé un mensaje por la web, pensando que no responderían. No solo me contestaron: además, uno de los socios de la empresa ya había empezado a desarrollar esta historia, antes de mi contacto.

Como director estoy a cargo de la parte técnica, las cámaras, el guion y acompaño el proceso. Pero la animación y el arte están a cargo de ellos.

-¿Sobre qué base se reconstruyeron las imágenes de lugares como ciudades y templos antiguos?

Reconstruimos Uruk, la ciudad donde se supone que vivió, que fue la más grande de la Mesopotamia. También un zigurat, una especie de pirámide que tenían los sumerios. En unas tablillas apareció la lista real sumeria y en el quinto lugar de los que estaban marcados como había un tal Gilgamesh. Fue tan famoso, trascendió tanto, que se convirtió en un mito.

-¿Cómo fue el desafío de plantearla argumentalmente, cuál es la base del guion?

El poema. Es maravilloso. La base ya estaba allí. No al 100 por ciento porque como las tablillas están quemadas y hay partes omitidas, tuvimos algunas licencias narrativas. Pero la historia es poderosa.

Perdí la cuenta de las versiones que tuvo el guion. La primera historia la escribí yo solo. Empecé basándome en tres o cuatro libros y algunas traducciones. Más tarde hubo nuevas versiones con la guionista Patricia Roggio. Ahora pasamos a la etapa del animatic, que es la visualización de la película en bocetos. Cómo va a ser aunque esté sin construir. Cuando la vi hicimos otra modificación y sacamos unos 10 minutos de película. Se perdió un montón de laburo, pero es parte del trabajo.

A la vez, ganamos un fondo que nos permite terminar la película de Epic Games, que es una plataforma muy importante de videojuegos. Es una muy buena noticia, pero la condición de esa ayuda es que utilicemos el software Unreal Engine para hacer la animación. Al cambiar de tecnología generó demoras. Pero son cosas que también le pasaban a Gilgamesh, que debía superar muchos obstáculos. El es un héroe, en definitiva: nosotros estamos en la misma situación.

-¿Hacer una película de animación implica pensar en el público infantil?

Un niño tal vez no sea el espectador-target porque habla de la muerte, aunque igual la entienda. Pero la hicimos apta para todo público. Inclusive había una escena de sexo sugerido pero preferimos quitarla, porque pensamos que a un chico le puede interesar la cuestión mitológica, de monstruos, de luchas. La abrimos para que sea ese el espectro, pero inicialmente es para adolescente-adulto.

-Mientras tanto, El universo de Clarita sigue exhibiéndose en el cine Gaumont. ¿Cómo continúa su recorrido?

Tras muchas y venidas, a partir del jueves 24 está en Cipolletti. Está confirmado que en las vacaciones de invierno se exhibirá en el Centro Cultural 25 de Mayo. Esta confirmado. Actualmente participa en la sección infantil de un festival en Santiago del Estero. Va a estar en Chile, en el festival SANFIC Educa. En octubre está previsto que participe en un festival infantil en Valencia y después en Alemania. No tengo la bola del futuro, pero esta vez, finalmente, espero poder acompañarla.

Julia Montesoro

Related Articles

GPS Audiovisual Radio

NOVEDADES