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DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

«Lleno de ruido y dolor», de Nacho Aguirre (Estreno: 10 de diciembre)

El jueves 10 de diciembre se estrena Lleno de ruido y dolor, un western patagónico de Nacho Aguirre. Está protagonizada por Emanuel Gallardo (como Soria); Facundo Sáenz Sañudo (como Román); Juan Manuel Alari (como Foster) y Emilio Bardi (Comisario Baigorria). Se exhibe en Cine.ar TV a las 22 hs., con repetición el sábado 12 a la misma hora, y desde el viernes 11 hasta el jueves 17 en la plataforma Cine.ar Play en forma gratuita y exclusiva.

Lleno de ruido y dolor está basado en hechos reales de la crónica policial ocurridos en 1928, y está cargado de altas dosis de violencia. La historia sigue los pasos de Soria, un joven inexperto en busca de un futuro mejor, que se une a dos famosos bandoleros que tienen por objetivo robar el banco de Bariloche. Pronto se da cuenta de que cometió el peor error de su vida al unirse a la banda y es obligado a matar por primera vez. Los rencores y miserias de los tres los llevan por caminos diferentes a los planeados. Un tenaz comisario acostumbrado a tomar la justicia por su propia mano comienza a buscarlos. La banda se ve entonces envuelta en una persecución policial que los arrastra hasta sus propios límites. La película tiene la particularidad de haber sido filmada en escenarios naturales y con mayoría (85%) de actores y técnicos locales.

“Yo conocía una crónica policial de 1928 que contaba los atroces delitos cometidos por unos bandoleros en el paraje La Lipela, junto al río Limay, a 70 km de mi ciudad –describe su director, Nacho Aguirre-. De chico, íbamos con mis padres y mis hermanos a pasar la tarde. Tan cerca y familiar, pero a la vez lo suficientemente lejos en distancia y en tiempo como para parecer algo totalmente ajeno. Y eso también forma parte de esta región. Me pareció que el dramatismo de esta historia servía para mostrar una Patagonia alejada de la postal turística, una que tuviera otros matices, que fuera aventura y realidad. Una que mostrara la violencia intrínseca de esta región solitaria.

Lleno de ruido y dolor es un retrato de la violencia en la Patagonia de los años 20. Tal como en la actualidad, al salir de los centros urbanos, la desolación se apoderaba de todo. Y en aquellos primeros años del siglo XX la estepa y los bosques patagónicos eran el lugar propicio para el robo de ganado, el asalto a los almacenes de ramos generales, y la agresividad a veces desmedida de los bandoleros. Pero la violencia no solo era ejercida por pistoleros: la región se había construido sobre la sangre de los pobladores originarios para que los poderosos terratenientes se repartieron sus tierras.

Esta película es un western patagónico. Un western sucio. La vida rural de hace 100 años era esta, y no la visión aventurera y romántica, en la que hasta Butch Cassidy y Sundance Kid son imaginados con añoranza. Me interesa más el lado agreste y sórdido de aquellos años. Mostrar que, en realidad, la Patagonia era también un territoio rudo y salvaje alejado de las ciudades; que la violencia era parte de la vida diaria.

Hacer una película en la Patagonia, desde la Patagonia es, para mí una motivación suficiente para hacer cualquier película, para contarla desde acá. Y hacer Lleno de ruido y dolor incluía tantas complejidades, tanto desafío, tanta locura desde la producción y desde la historia, que la única opción era filmarla.

Y, desde un punto de vista casi militante, desde la producción, optamos con mucha convicción y confianza, en crear un equipo técnico y artístico que fuera local: el 85% de los técnicos y de los actores son de Bariloche o la región. Quisimos sentar el precedente de que se puede hacer un cine representativo y atractivo, utilizando al máximo las capacidades profesionales y las locaciones increíbles con las que contamos. Y estoy seguro que lo logramos”.

Nacho Aguirre nació en Esquel y vive actualmente en Bariloche. Estudió cine en Fiske Menuco, con la idea de contar historias con una perspectiva singular y patagónica. Ha ido construyendo una identidad visual que se ve reflejada en sus realizaciones y que permiten vislumbrar la inestabilidad y las injusticias del territorio que lo rodea. Entre otras cosas, produjo la serie de divulgación La Inutilidad del conocimiento (2015), codirigió y coprodujo Dhaulagiri 1954: Argentinos al Himalaya (2005). Lleno de ruido y dolor (2020) es su opera prima.

FICHA TÉCNICA

Dirigida por Nacho Aguirre

Guion Octavio Montiglio y Nacho Aguirre

Compañía productora Caprichos Visuales

Producción Romina Coronel

Productores asociados Javier Díaz y Raquel Santinelli

Director de Fotografía y Cámara Hans Bonato

Asistente de dirección Pablo Fernando Alba

Jefa de producción Tatiana Cannistraci

Director de sonido Adriano Salgado

Directora de arte Mariela Jucht

Maquillaje Manuela Segovia

Vestuario Ramiro Álvarez

FX físicos y armas Piromanía Efectos Especiales

Coordinador de FX físicos Lanfranco Burattini

VFX Combo Studio

Posproducción de sonido Damián Montes Calabró (ASA)

Montaje Nacho Aguirre y Romina Coronel

Colorista Lucila Kesselman

Música original Sebastián Lema y Germán Lema

Tema de Antonia “Cristal” de Maia Bogner

Diseño Gráfico Nico Risso y Hernan Pirato Mazza

Duración 101 minutos

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