DIRECTORAS, el ciclo de Género DAC y GPS audiovisual en la sala virtual de Cine Arte Lumière (www.cineartelumiere.com.ar), presenta Método Livingston (2019), de Sofía Mora, protagonizada por Rodolfo Livingston. Se exhibe desde el viernes 30 a partir de las 20 hs. hasta el domingo 18 a las 22 hs., en forma libre y gratuita.
Rodolfo Livingston es un legendario arquitecto argentino de 89 años, que tiene un método muy particular de diseño con la escala humana como prioridad. Sofía Mora no lo conocía cuando puso en marcha su documental.
-¿Cómo fue la tarea de convencer a Livinsgton para ser protagonista de un documental que lo tiene prácticamente todo el tiempo en cámara?
Convencerlo fue fácil. Rodolfo, como él mismo reconoce, tiene un ego muy grande. Le gustan las cámaras, le gusta ser escuchado. Y tiene mucho para contar. Acompañarlo a él en su vida cotidiana fue una gran aventura, una experiencia intensa que implicó manejar las idas y vueltas de esa relación, no siempre fácil.
-¿En qué influyó el hecho de ser una mujer quien le propuso hacer su película?
No pudo elegir: la que se lo propuse fui yo. Pero quizás por la diferencia de edad me trataba como a una chiquilina: “chiquita”, “chiquita”, me llamaba. Y fue un trabajo aparte tratar de convencerlo de que confíe en mí. Quizás porque soy mujer –o porque soy más joven-, me costaba que entienda lo que le pedía. Me decía “ya tenés un montón de material” y yo le respondía que debía filmar de 40 a 50 horas para llegar a un corte final de una hora.
-Una revelación final de la película es la aparición de un antiguo amor de Livingston, abuela del camarógrafo, Matías Iaccarino. ¿Cómo manejaste la situación? ¿Qué sabía él de ese dato?
Yo tenía esa información porque conozco a Matías desde hace muchos años. Cuando le propuse ser el director de fotografía de esa película se volvió loco. No podía creerlo. Cuando empecé el proyecto, algo me decía que tenía que guardar esta información. Le propuse a Matías dejar la cámara encendida lo más que se pueda: quería ver cómo aparecía. No me equivoqué: su reacción fue muy potente. Enseguida me di cuenta que esa línea iba a atravesar el relato. Gente como él que vivió tanto, y que tiene las ideas claras y el discurso armado, necesitaba algo que los sacara de ese lugar para mostrarlo distinto. Creo que lo conseguí.
Julia Montesoro