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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Comunicado de la CAIC: continuidad y futuro del cine argentino

Ante la virtual situación de parálisis de la actividad audiovisual, la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica emitió un comunicado el lunes 13. En el mismo se analiza la situación y se plantea «la importancia de reglamentar con urgencia la derivación de los impuestos de las OTT, VOD y UGC», como alternativa para garantizar la continuidad de las fuentes de trabajo. Este es el comunicado.

“Nos encontramos viviendo una situación impensada hasta hace pocas semanas: una pandemia mundial, que trae gravísimas consecuencias sanitarias y económicas para el país y la población en su conjunto. En este contexto, resulta complejo llamar la atención sobre una actividad que parece no ser esencial, como sí lo son la salud, la alimentación y la higiene.

Sin embargo, es nuestra responsabilidad como Cámara de la Industria Cinematográfica, expresar la amenaza que se cierne sobre el futuro del Cine Argentino. No solamente como bandera cultural y representación de nuestro país en el mundo, sino también como el medio de vida para decenas de miles de familias vinculadas a esta actividad.

Actualmente el impacto de la cuarentena ha paralizado a toda la cadena productiva del sector. Las medidas que se han tomado de manera atinada y responsable desde el Estado Nacional en procura de evitar la propagación del virus y la concentración de personas han derivado en un aplazo total de la actividad, con rodajes suspendidos, estrenos nacionales y festivales cinematográficos cancelados, salas de cine y espacios culturales cerrados por tiempo indeterminado.

Pero es momento de hacer notar que, aún una vez superada esa incertidumbre inicial, parece acercarse una amenaza mayor, que puede impedir que se vuelvan a filmar películas en Argentina.

No obstante, queremos destacar que existe una alternativa. Un camino, ya trazado, para que el futuro nos encuentre mejor posicionados y en la avanzada de la producción audiovisual mundial.

El cine de casi todos los países del mundo se sustenta con impuestos que las empresas que exhiben películas retienen a quienes pagan por verlas.

En Argentina, en el marco de las disposiciones previstas por la Ley de Cine Nro. 17.741 sancionada en 1968, del 21% que en concepto de IVA tributa la entrada a una sala de cine, el 50% (es decir el 10,5%) está destinado al Fondo de Fomento del INCAA creado por la misma normativa. Cuando en 1994 se logran modificaciones sobre esta ley mediante la 24.377, ya se prevé que el futuro traería no sólo videoclubes sino nuevas formas de exhibición. Entonces, sabiamente, se incluye entre aquellas situaciones donde corresponde retener, el impuesto a “la venta o locación de todo tipo de videograma grabado, destinado a su exhibición pública o privada, cualquiera fuere su género”. El Decreto 1.248 de 2001 no hace sino reforzar la misma idea.

Casi veinte años después, la actual tecnología permite el acceso y el consumo de contenidos por canales diversos, a través de diferentes dispositivos. Incluso en el extremo contexto de aislamiento actual, lejos de verse afectado, ese consumo no ha hecho más que aumentar: en millones de hogares de nuestro país se están viendo más películas y series que en ningún otro momento a través de las plataformas OTT (Over The Top) como Netflix, Flow y Amazon, de las UGC (User Generated Content) como YouTube o Facebook y de las VOD (Video on Demand).

Al igual que con las salas de cine y los videoclubes, al abono que estas empresas cobran al usuario en Argentina se le suma a partir de la reforma impositiva de 2017 un 21% en concepto de IVA. En la práctica esa carga impositiva recaudada por la AFIP debería ser derivada en un 50% al Fondo de Fomento Cinematográfico. Pero no existe aún la reglamentación que indique cómo instrumentar esa derivación.

Si consideramos que hoy, al estar clausuradas las salas de cine por tiempo indeterminado, una de las vías principales de financiamiento del Fondo de Fomento Cinematográfico se ve reducida a cero, resulta evidente la importancia de reglamentar con urgencia la derivación de los impuestos de las OTT, VOD y UGC. La producción de películas en la Argentina depende completamente de esta medida, tanto como la continuidad de las fuentes de trabajo y la supervivencia de un tejido productivo que ha llevado décadas construir.

El sector cinematográfico emplea a decenas de miles de personas. Actores, actrices, profesionales técnicos, productoras y productores, proveedores de equipamiento, servicios de transporte, catering y seguridad, empresas distribuidoras y de ventas internacionales contribuyen directamente con sus impuestos al funcionamiento de la actividad económica del país.

Más aún, nuestro Cine Argentino es una influencia en muchísimos países de la región y del mundo gracias a que nuestras producciones son distribuidas internacionalmente. Nuestros talentos y nuestras historias circulan por todo el globo. No sólo las ventas ingresan divisas al país, posibilitando que el Estado tenga más recursos. También los destinos turísticos de la Argentina son reconocidos en todas las latitudes gracias a nuestro cine. Llegan a nuestro territorio producciones extranjeras queriendo filmar, contratando miles de personas e invirtiendo cuantiosos recursos. Todo esto puede ocurrir gracias al apoyo directo o indirecto que reciben nuestras películas del Fondo de Fomento Cinematográfico.

Es importante destacar que en otros países las OTT, VOD y UGC ya contribuyen de uno u otro modo a las cinematografías locales. En algunos casos a través de re-inversión de un porcentaje de sus beneficios hacia los Institutos de Cine. En otros, a través de leyes que los obligan a producir parte de sus contenidos localmente. O incluso con la combinación de ambas políticas. Hoy mismo, en Francia, se está discutiendo que el 25% de las ganancias de las grandes empresas de streaming se destinen al CNC, equivalente francés de nuestro INCAA[1].

La derivación correcta del impuesto, que ya existe y abonan los usuarios de las plataformas OTT, a los efectos de que ingrese al Fondo administrado por el INCAA, además de un acto de justicia fiscal y administrativa, es la única vía para que la actividad no se quede huérfana de financiamiento y condenada a una agonía que hará perder miles de trabajos registrados, llevará nuestras PyMES a la quiebra y, lo más lamentable de todo, ensombrecerá nuestra posibilidad de seguir aportando en la construcción y fortalecimiento del imaginario audiovisual argentino.

El virus es una amenaza a nuestra salud, pero también a nuestra economía y a nuestra cultura. Más que nunca hoy se evidencia la importancia de la intervención del Estado.

Es por eso que desde la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica y desde la totalidad del sector, necesitamos transmitir la necesidad urgente de que se arbitren los medios necesarios ante quien corresponda para que pueda aplicarse la percepción y fiscalización de lo que marca la Ley de Cine en relación a las OTTs que están brindando contenidos audiovisuales en nuestro país.

Una sociedad que no puede contarse a sí misma, pierde su reflejo y su sombra. En defensa del Fondo de Fomento Cinematográfico, de la importancia del INCAA, y del futuro de la industria audiovisual y de nuestro Cine Argentino, la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica agradece su difusión”.

[1] https://www.businessinsider.com/france-seeks-25-of-revenue-from-netflix-amazon-2020

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