Lorena Battistiol participó con su testimonio en Revelar, el documental de Fermín Rivera, que continúa presentándose en salas en su tercera semana de exhibición y que aborda el tema de las experiencias individuales de nietos recuperados en torno a sus identidades.
En el afán de rescatar su historia, la mayoría de las personas que recuperan su identidad manifiestan una gran avidez por recuperar los vestigios de la memoria visual que los conecte con sus padres. Este es el punto de partida.
En el caso de Lorena Battistiol -directora provincial de Sitios y Espacios de Memoria e integrante del equipo de Abuelas de Plaza de Mayo-, ella busca a su hermana o hermano nacido en cautiverio.
-¿Qué te atrajo de la propuesta de Fermín Rivera para participar con tu testimonio en Revelar?
Antes que nada fue haberlo escuchado contándome la idea. Creo recordar, porque esto fue hace bastante, que nos reunimos una sola vez. Yo iba a una entrevista en una radio y le pedí que fuera a ese lugar, porque era el único momentito que tenía para reunirme. Inicialmente mi tarea era ayudarlo a que otros nietos y nietas pudieran dar su testimonio. Cuando surgió la propuesta de incluir también mi testimonio, dije que sí. Solo que como yo estaba dentro de la función pública, muy complicada con horarios y reuniones, lo hice esperar bastante (Risas).
-Parafraseando el título, ¿hay algo de tu testimonio o de los demás entrevistados que te sonó a revelación?
¡Sí, todos! Fermín se ocupó y preocupó para que todos viéramos un piloto, antes de que estuviera terminada. Hicimos una actividad junto a Claudia Poblete y le dije que si bien la conocía prácticamente desde que restituyó su identidad, nunca le había escuchado lo que contó en la película. Esto me pasó con la mayoría, a quienes considero hermanas y hermanos. Los conozco desde el momento en que llegaron a Abuelas, por haber estado allí.
Es una virtud de la película: aporta algo novedoso con relación a otras que existen sobre la búsqueda de las abuelas y sobre los nietos.
-Como nos dijeron otros entrevistados, esa “revelación” les cambió la perspectiva de vida.
Sí. Esto pasó con Pedro Sandoval. En sus primeras visitas a Abuelas todo era caos. El llegaba como enojado con el mundo y venía con su abogado a pedir cosas. Tal vez venía de un mundo muy, muy violento, acostumbrado a manejarse así. De golpe se encontró con alguien que lo esperaba con un silloncito y una tetera. Eso fue situándolo a una nueva realidad.
-¿Qué película esperabas encontrar y qué encontraste cuando la viste en pantalla grande terminada?
Lo que nos mostró Fermín era bastante parecido a lo que vivimos en la pantalla grande. Obviamente encontramos una versión totalmente editada: el aporte de la edición, los dibujos y las melodías terminaron de completarla. La película te va manteniendo entretenida durante todo el transcurso: no decís que es un bodrio y te vas.
Previamente a verla me imaginaba una película más sobre la historia de Abuelas. Lo es, pero diferente a todas las anteriores. Lo cual le agrega magia y la posibilidad de seguir generando interés en la sociedad.
-¿Qué representa en este contexto que Revelar salga a la luz?
Agradezco que películas de este estilo, de esta temática, salgan a la luz. Viendo hacia el futuro, pensando que posiblemente no haya posibilidades de poder hacer películas. Al menos mientras dure este gobierno nacional. Que él haya podido terminarla y que hoy la esté exhibiendo es un gran logro. De la misma manera que se cerraron un montón de puertas: Abuelas se quedó sin el acompañamiento estatal y no puede hacer campañas de difusión a través de los medios públicos. Y no tenemos un Paka Paka que pueda hablarle a la infancia sobre la búsqueda de Abuelas…
Claramente, que este material nos ayuda para esto, para poder seguir la búsqueda, para poder seguir diciéndole a la sociedad que tenemos más de 300 hermanas y hermanos por encontrar, dentro de los cuales está el mío o la mía.
Julia Montesoro