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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Carmen Guarini anticipa cómo será el Doc Buenos Aires: «Hacemos el festival para continuar la tradición de un cine en el que creemos»

Carmen Guarini es la directora general de la 24º Muestra Internacional de Cine de Buenos Aires, el DOC Buenos Aires, que se llevará a cabo entre el martes 20 y el domingo 25 en la sala Leopoldo Lugones del Complejo Teatral General San Martín y la sala Mario Soffici de DAC. Además, después de que finalice, habrá algunos títulos disponibles en el sitio web oficial

-DOC Buenos Aires no es un festival sino una muestra, por lo que no hay convocatoria. ¿De qué manera reciben las películas y cómo deciden lo que se va a presentar?

Tanto a Roger (Koza, director artístico y de programación) como a mí nos llegan películas. El, al ser programador para muchos festivales internacionales, recibe muchísimas más.

En los primeros años, con otros fondos y un equipo mucho más grande, había convocatorias. A partir de cierto momento decidimos simplemente seleccionar lo que nos gustaba y con el material que recibimos hacemos una curaduría, que ejerce su derecho a demostrar que un cine que amalgama lenguaje y realidad es la mejor defensa ante cualquier ataque a la cultura.

-¿La coyuntura también determina el curso de la programación?  

Este año tomamos una decisión, que es una decisión política: vamos a presentar un 90 por ciento de cine argentino. Estamos muy, muy contentos con la programación. Pero también tiene que ver con la decisión de darle pantallas en este momento en que el apoyo al cine argentino escasea.

Hay 4 ó 5 excepciones, películas de directores muy importantes como Radu Jude o Yervant Gianikian, pero el programa es con directores locales. Por supuesto, muy renombrados: muchos ya han pasado por otras ediciones del DOC Buenos Aires.

De esta forma, también queremos instalar cierto debate en torno a cómo vamos a seguir en un contexto de tanta crisis.

-Ese apoyo al cine argentino se manifiesta desde la inauguración, con Todo documento de civilización, de Tatiana Mazú González. ¿Qué encontraste en esa película y qué alegorías encontrás con la coyuntura?

¡Es muy directa! Tatiana ya tuvo un foco retrospectivo hace unos años. A pesar de ser una directora muy joven tiene una carrera muy importante, sobre todo por la profundidad de su mirada. Esta película acaba de ganar el Gran Premio del Festival de Marsella: viene con todos los méritos y toda la expectativa que plantea una película de Tatiana.

La película tiene una búsqueda donde ella siempre trabaja en lo formal y lo conceptual de una manera directamente vinculada a lo político.

-¿Una mirada social?

No le llamaría social: es una mirada reflexiva. Hasta te diría filosófica sobre qué pasa en este mundo capitalista y en crisis hoy. Si bien hace referencia, por supuesto, a cuestiones puntuales que tienen que ver con conflictos sociales -y sobre todo con el tema de los jóvenes muertos por la policía-, no es el único eje de su trabajo. Además, son trabajos difíciles de sintetizar en una sinopsis. No puedo decir que la película se trata de tal tema porque es siempre una mirada abierta.

Lo interesante es eso: el disfrute de poder entrar en su pensamiento, su lógica. Y en su fotografía, que es maravillosa. Nos parece un excelente comienzo. Además es una directora mujer.

-También se anticipó que habrá un homenaje a Edgardo Cozarinsky. ¿Qué representa Cozarinsky? 

Dejó una huella profunda en muchos cineastas que lo conocieron a partir de fines de los 90. Yo lo conocí en 1999 en París. Lo había contactado Marcelo Céspedes, quien ya lo conocía. Cuando lo fuimos a ver, ahí mismo le planteó la idea de hacer una retrospectiva de su obra en Buenos Aires. No se había hecho nunca. Se trajeron las películas, pero se exhibieron antes en el BAFICI. Nosotros lo hicimos después y en los sucesivos DOC Buenos Aires fuimos presentando sus películas menos conocidas. Después de eso el público argentino, y sobre todo el público cinéfilo, empezó a descubrir a este cineasta que lo llamaban como un cineasta secreto.

Además, él creó -ya viviendo aquí en Argentina-, un vínculo muy directo con muchos directores y directoras jóvenes que enseguida lo adoptaron.

-Uno de los aspectos que enriquece la muestra es que se suelen plantear debates, con posibilidad de interacción con el público. ¿Quiénes van a participar en las mesas en esta edición?

Vamos a proponer tres mesas de diálogos muy importantes: una de ellas es con Gustavo Fontán; la otra será un diálogo entre Tatiana Mazú González y César González y la otra será entre Radu Jude y Yervant Gianikian.

Las presentaciones de las películas será con los directores en sala. Y habrá un largo conversatorio entre Cesar González y Gustavo Fontán.

-¿Cómo se organiza una muestra frente a un contexto tan adverso para el cine y la cultura en general?

¡Todavía nos estamos preguntando cómo lo estamos pudiendo hacer! No tenemos apoyo económico del Instituto Nacional de Cine, aunque también debo decir que el año pasado tampoco lo tuvimos: si bien estaba acordado, no llegamos a cobrarlo. Al cambio de gestión no pude recuperar los fondos ya invertidos.

Al igual que el año pasado, lo vamos a hacer solo con el dinero del Mecenazgo y con un pequeño fondo de ayudas que recibimos de instituciones, que es muy chiquito. Después, con la buena voluntad del equipo. Este es un festival que se hace por amor al cine. Y también por la continuidad de una tradición de un cine en el que creemos. Por eso nos parece que es un espacio que hay que seguir apostando.

Julia Montesoro

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