El Festival Internacional de Santiago de Chile, que se llevará a cabo del 18 al 25 de agosto, celebra sus 20 años. Sus fundadores y productores generales son Gabriela Sandoval y Carlos Núñez. Ambos son además fundadores de Storyboard Media, productora que tiene a cargo la realización del festival y de proyectos cinematográficos.
Uno de ellos es Quizás es cierto lo que dicen de nosotras, de Camilo Becerra y Sofía Paloma Gómez, película chilena con participación argentina que se estrenará en salas el 11 de julio.
-¿Cómo llegó a ustedes el proyecto Quizás es cierto lo que dicen de nosotras, producción chilena con participación argentina?
Carlos: Llegó a nuestras manos en la prepandemia. Los realizadores nos hicieron llegar el guion y la historia nos cautivó. Nos motivó bastante porque está inspirado en un hecho real de una secta en Chile, pero a la vez sentimos que es un tema universal, que también puede pasar en Argentina o en cualquier parte del mundo. Y también nos llamó la atención el talento de los realizadores. Entonces empezamos a buscar socios. Y retomamos el proyecto después de la pandemia.
-¿Qué tiene que tener un proyecto para que ustedes se entusiasmen y se involucren como como productores?
Gabriela: Nosotros venimos de la gestión cultural, a través de la realización del Santiago Festival Internacional de Cine (SANFIC) y su espacio de Industria. Nos involucramos con el cine entendiendo las películas a nivel más universal y viajando a festivales. Producimos documentales a partir de temáticas que nos muevan, que incomoden o inviten al espectador a reflexionar, a sacarlos de su estado. Y también nos interesa la ficción: igual que cuando programamos para el festival, buscamos que haya una mirada detrás. Que haya una directora y un director detrás nos parece determinante. Pensamos en situaciones que pueden ser particulares, de un lugar o de una historia, pero que conecte con una audiencia más global.
Igual nosotros, desde la producción, trabajamos desde un lugar más creativo. A partir de que llega la idea se trabaja el guion y también participamos en el desarrollo del mismo. Acompañamos a la película hasta su proceso final.
–Quizás es cierto lo que dicen de nosotras tiene participación argentina. ¿Consideran a la coproducción como un camino necesario?
Carlos: Depende lo que pide el proyecto. En algunos casos trabajamos con el modelo de la coproducción internacional. Hay películas como ésta que sí tienen esa esa necesidad, esa vocación de poder producirse con distintos países.
-¿Qué aspectos destacan del sector audiovisual argentino que los lleve a pensar en proyectos en términos de coproducción?
Gabriela: El cine argentino tiene una historia importantísima. Con una industria audiovisual sumamente potente, que está en la mayoría de los festivales a nivel internacional. Eso habla de un muy buen cine a nivel internacional, que encuentran un consumidor de ese tipo de contenido.
Enlazándolo con la pregunta anterior, la coproducción permite no solamente la nacionalidad en sus distintos países de producción (en el caso de Quizás es cierto que dicen de nosotras, en Argentina es argentina; en Chile es chilena y en España es española), sino que además este intercambio artístico y técnico potencian mucho más las narrativas. El cine argentino además es un sello a nivel internacional. Siempre es un plus todo lo que tiene que ver con el cine argentino.
-Al mismo tiempo, y tras celebrar este año el vigésimo aniversario de SANFIC, ¿cómo evalúan la interacción con las distintas cinematografías latinoamericanas y especialmente con la argentina?
Carlos: Para nosotros desde el festival es súper valioso, porque hay países que tienen producciones y creaciones muy interesante. Son territorios que nos interesa mucho vincular, explorar y trabajar en conjunto.
Hay países como México, Argentina o Brasil, que producen mucho contenido. Para el festival es súper atractivo porque permite darle visibilidad también a muchas de esas películas que se producen en esos países.
En general buscamos producciones de todo Iberoamérica, seleccionando películas al mismo tiempo con actividades relacionadas a la industria.
Nos llegan muchas películas, mucho material. Tenemos relación con una gran cantidad de distribuidores, agentes de ventas, productoras y productores de todo el mundo. Estamos súper cuidados. A la hora de elegir, nos interesa mucho promocionar y difundir a los nuevos talentos de directoras y directores.
-Se han convertido en un faro en ese sentido. El festival comienza el 18 de agosto. ¿Hay algún aspecto novedoso o diferente que nos puedan anticipar?
Gabriela: Nos dijiste eso y nos dio como un mini infarto (Risas). ¡No falta nada! Esta edición del Sanfic es una versión aniversario. Por un lado está el festival y también es muy importante el espacio de Industria, que se hace en paralelo y que cuenta con alrededor de 500 profesionales. Va a tener una fuerte presencia nacional e iberoamericana. Vamos a hacer el anuncio oficial el 23 de julio.
Carlos: De a poco vamos liberando algunas secciones. Ya anticipamos Sanfic te educa, que tiene una conexión o una referencia a la sección Generation del festival de Berlín, porque es un espacio donde nosotros acercamos, con distintas alianzas, películas a niñas, niños, adolescentes y familia. Nos interesa acercar cinematografías distintas a las que siempre se ven en las salas de cine comerciales en distintas instituciones, colegios, centros culturales. No solo en Santiago, sino que también en el resto de Chile. Lanzamos 16 películas súper interesantes, que van a dar mucho que hablar porque vienen del circuito internacional, de festivales. Son películas ganadoras de premios con directores jóvenes con otros de más trayectoria. Nuestro desafío es trabajar para presentar novedades que sigan sorprendiendo a la audiencia.
Julia Montesoro