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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Cecilia Kang preestrena el martes 12 su nuevo documental en el ciclo Directoras Argentinas, que organizan Género DAC y GPS Audiovisual

Cecilia Kang es la segunda directora convocada para el ciclo DIRECTORAS ARGENTINAS, organizado por GENERO DAC y GPS AUDIOVISUAL, que se lleva a cabo todos los martes de marzo y abril en Cine Arte Cacodelphia.

Su documental Partió de mí un barco llevándome se exhibirá en carácter de preestreno el martes 12 a las 19.

Aun no estrenada comercialmente, “Partió de mí un barco llevándome” es un documental que en su estreno mundial, en la Competencia Internacional del Festival Internacional de Mar del Plata 2023, ganó el Premio Astor Piazzolla Especial del Jurado y el Premio del Público.

En el conmocionante largometraje, una joven integrante de la comunidad coreana en Argentina sufre una crisis de identidad luego de leer una serie de relatos de mujeres que fueron secuestradas y convertidas en esclavas sexuales del ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial.

El documental recupera testimonios para hablar sobre cómo repercuten la historia y los mandatos sociales en la vida de las mujeres de la colectividad coreana en Argentina.

Organizado por Género DAC y GPS Audiovisual, el ciclo se desarrolla conmemorando el mes de la Mujer cada martes hasta el 16 de abril, siempre a las 19 hs. Grandes estrenos argentinos dirigidos por mujeres, de ficción y documental, forman parte de esta selección de largometrajes. Al término de cada proyección, las directoras presentan su filme en una charla con el público coordinada por la periodista Julia Montesoro.   

Partió de mí un barco llevándome es un duro documental cuyo punto de partida es una joven integrante de la comunidad coreana de la Argentina que se entera sobre el drama de las mujeres esclavas sexuales del ejército japonés en la Segunda Guerra. ¿Cómo llegó a vos ese tema?

Fue de una manera muy casual. Yo estaba filmando material para mi primer documental en Corea del Sur. Tuve la oportunidad y la suerte de poder conocer una de estas sobrevivientes. Asistí a una conferencia donde ella daba una charla. Era una abuela que se llamaba Kim Bok-dong y, en ese momento, cuando escuché su testimonio, tenía 91 años. Fue desgarrador, porque básicamente contó cómo le habían secuestrado a los 14 años, cómo la violaron por primera vez, cómo la violaban más de 30 veces al día…

Describió la vergüenza y la culpa que sintió por haber sobrevivido mientras dejó un montón de compañeras que murieron y el estigma social que tuvo que vivir.

Muchos años después, aun habiendo sobrevivido a ese hecho tan atroz, fue un testimonio que me partió completamente. Desconocía completamente esa historia. No solo me llamó la atención: sentí que era una irresponsabilidad de parte mía de no saberlo antes.

-Por lo que se advierte en Partió de mí un barco llevándome la invisibilización subsiste hasta hoy.

Sí, totalmente: aun subsiste.

-¿En qué circunstancias entendiste que había allí una película?

Me llevó muchos años poder animarme a querer hacer una película tocando este tema. Sucedía que fue una experiencia que me dejó marcada. Lo había escuchado en 2014 y pasaban los años y pensaba que era un tema inabarcable. ¿Cómo podría hablar de esto?

Pero fue un poco la contingencia del momento. Le conté del tema a mi amiga y guionista, Virginia Roffo. Un día se nos ocurrió, como punto de partida, cómo poder hablar sobre este tema, pero desde acá desde este punto del mundo. Siendo quiénes somos y donde estamos. Eso fue un poco el punto de partida que me dio, al menos a mí, la posibilidad de poder pensar esta película.

-¿Qué advierte la comunidad coreana de tu generación en un tema como el que trata Partió de mí un barco llevándome?

A diferencia de mi generación, hoy a través de Internet hay un poco más de información. Si bien puede ser desde un lugar muy superficial, incluso en Corea la militancia está llena de jóvenes de la secundaria por la búsqueda de Justicia con respecto a estos temas.

La primera sobreviviente dio un testimonio públicamente sobre el tema recién en el año 91. Fue la primera que se animó. A partir de eso, todos los miércoles, hacen una protesta frente a la Embajada de Japón en Seúl. Es muy interesante porque todavía sigue funcionando esas protestas. Cuando fuimos a filmar era muy conmovedor porque la mayoría eran chicos y jóvenes.

Me encantaría que esto también pueda suceder acá, no solo en la comunidad coreana sino también en la sociedad en general. Me gustaría que la película aporte un granito de arena para visibilizar este hecho histórico atroz, que muy poca gente conoce.

Julia Montesoro

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