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DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Martina Garello protagoniza «Auxilio», la película de horror de Tamae Garateguy: «Se trata de mujeres que cuentan su dolor y su fortaleza»

Martina Garello es una de las protagonistas de Auxilio, la primera película de terror de Tamae Garateguy, estrenada el jueves 19 con un elenco coral esencialmente femenino: Cumelen Sanz, la colombiana Marcela Benjumea, Paula Carruega, Camila Toker, Verónica Intile, Anahí Martella, Lorena Damonte y Gabi Valenti.

Ambientada en 1930, la historia transcurre en un convento que alberga un grupo de internas con enfermedades mentales para su cuidado. Emilia, una joven rebelde y desafiante, es enviada por su padre a un convento. Su llegada desata manifestaciones paranormales en el lugar, las cuales se vuelven cada vez más fuertes para todos los habitantes, religiosas e internas con afecciones mentales, pero aún más para Emilia, como un grito de auxilio imposible de ignorar.

No es la primera experiencia de Garello con la directora: anteriormente trabajaron juntas en UPA (2007) y UPA 2 (2015, ambas codirigidas con Santiago Giralt y Camila Toker), Hasta que me desates (2017) y 10 palomas (2021), abordando diversos géneros.

-No sé cómo te suena, pero a esta altura se puede decir que sos la actriz fetiche de Tamae Garateguy…

¡Es espectacular trabajar con ella! En cada película tengo una intervención diferente. En Auxilio, que también está protagonizada por Cumelen Sanz, me propone un personaje muy desafiante: una monja de los años 30, en tiempos del Golpe a Yrigoyen. Por un lado, tiene mucha fuerza física; se dedica a trabajos de campo, faena cerdos. Al mismo tiempo es muy frágil. Está asustada porque allí adentro vive cuestiones de mucho dolor y abuso. Hay un momento donde estas mujeres alzan la voz y revienta la situación, con una violencia voluptuosa y bella, porque a la vez que es terrible hay una belleza visual impresionante.

-¿Cómo definís Auxilio?

Tamae la llama cuento de horror y me parece acertado, porque es lo que genera. Uno como espectador tiene un nivel de terror que es muy verosímil. Y además te metés en la historia. ¡No es solo un susto! Fue muy disfrutable trabajar con Tamae y con todas mis compañeras.

-La viste en pantalla grande un año después del rodaje. ¿Con qué película te encontraste?

¡Fue muy impactante! Noté algo que recién ahora entiendo que es un acierto y es que estamos prácticamente sin maquillaje. Eso realza el carácter realista y colabora mucho en la construcción del personaje. Es una apuesta que también genera un verosímil de la época. Me veo muy transformada. Todas las partes, como las de abuso, horror, tortura… ¡son muy impactantes! Nos contaba Tamae que en Sitges vio a algunos espectadores taparse los ojos.

-¿Qué elementos o qué herramientas utilizaste para recrear ese contexto de esa monja de un siglo atrás?

Estudiamos mucho. Había una cuestión en los personajes –y en las monjas en particular-, que tenía que ver con la religiosidad y con ciertos códigos que tienen que ver con las manos, la manera de caminar, la mirada hacia abajo. Paralelamente había también una cuestión con los cuchillos, por el tema de faenar chanchos y otras cosas más. ¡Se me vio muy bien con el tema de la monja cuchillera! (Risas). Llamativamente, cuando Tamae estaba definiendo los personajes, un día estando en mi casa, le conté que en mi casa desde los diez años abro las latas con un cuchillo. Sé que a Tamae lo que más le impacta es mostrarle. Entonces, agarré una lata y le mostré. Ahí me dijo: “Sos la hermana Rita y vamos a ver cómo metemos lo de los cuchillos” (Risas).

Algo muy interesante de la película es que se generó una amalgama de mujeres muy poderosa y físicamente está muy logrado. Y otro elemento interesante es la música: ¡es espectacular! Hay como una cosa disruptiva, una guitarra eléctrica en un momento al final, en los años 30, y me parece que hay algo de un toque de Tamae de hibridar los géneros. ¡Acá lo logra con mucho éxito!

-El elenco es esencialmente femenino. ¿Es una película para las mujeres?

¡No! Las problemáticas que muestra la película, de María Magdalena para acá, a las mujeres le siguen sucediendo: son silenciadas, metidas en este tipo de instituciones. Y eso nos involucra tanto a hombres como a mujeres. Hay cierta violencia hay que bancarse. Hay un cura que genera un nivel de violencia con 15 mujeres que lo padecen. Investigando sobre religiosidad hay cuestiones medievales que pasan aun hoy, como supuestos autocastigos.

-Dice Tamae que Auxilio es un comentario social respecto de algunas instituciones que cometen abuso de poder y que quería hablar sobre eso porque en general, las instituciones abusan más de las mujeres. ¿Tenés esa misma mirada?

Sí. De hecho, la primera denuncia de una mujer violada está en Medida por medida de William Shakespeare. Al personaje de Isabel le dicen después de una violación: “¿y a vos quién te va a creer?” ¡Es muy fuerte! Porque no solo son mujeres que sufren sino que, aunque hablen, no les creen. Lo cual son situaciones que no distan de lo que sucede a diario.

-¿Es una película feminista?

En cierto sentido, sí. El guion es de Miguel Forza de Paul, pero somos esencialmente mujeres. Es una película sobre mujeres contada por ellas mismas. Cuenta su dolor y su fortaleza, porque finalmente, aunque estén encerradas, buscan ser libres. Una mujer era llamada loca por estar encerrada, querer escribir y no querer casarse. Estas mujeres llevan la situación al límite y, aunque sigan encerradas, empiezan a ser libres. ¡Eso es emocionante!

-¿Eso lo descubriste al ver la película o mientras la hacías?

En todas las instancias y te diría que un poco ahora. Uno también empieza a reflexionar más cuando se está por estrenar. El cine de género o las películas de Tamae siempre te llevan a correr el límite. Entonces, indefectiblemente, aunque sea ficción y todos sabemos que es mentira (risas), hay algo de eso que se empieza a impregnar en el aire.

-Auxilio tiene mucha nocturnidad…

Sí. Filmamos en el (Instituto) Garrigós, un centro que tiene la energía media densa, en algunos subsuelos. Por suerte había un jardín y podíamos estar al sol de a ratos.

-Tamae dice que el género le permite hablar de temas que quizás de otra manera no se podrían abordar o ni siquiera nombrar. ¿Vos coincidís?

¡Sí! Creo que por eso lo toma como un vehículo y después las películas van más allá del propio género. Auxilio, además, es muy sensual. Tiene momentos de una belleza de los cuerpos increíbles. En algunos momentos es muy violenta, pero de una violencia voluptuosa. Hace que el espectador entre como con suavidad y después le termina metiendo la piña. En todas las películas de ella siempre hay algo de eso.

-Hace un año nos contabas que con Tamae tienen en desarrollo una película de vampiros. ¿En qué estado se encuentra?

¡De vampiras! Está en etapa de desarrollo. ¡Es espectacular! Estoy recontenta. Cuando trabajo con ella encuentro un espacio de expresividad muy grande. Eso para un actor es increíble. Tiene una gran apertura para escuchar opiniones y que los otros colaboren. Es parte de su talento.

-También hace un año nos confiaste que tenías el propósito de escribir un guion.

¡Sí! ¡Lo hice y lo filmé! Estoy en la etapa de posproducción de una película que dirigió Camila Toker. Lo escribimos juntas. ¡Estoy muy, pero muy entusiasmada! Hago de una directora de cine que hace videoinstalaciones. Se llama La danza del impacto y ahora estamos editando, porque fuimos seleccionadas a la ABC del Bafici. La etapa de posproducción la coordina Santiago Giralt, así que le tuvimos que meter un poco de ritmo. También actúan Lorena Damonte, Pato Castro, Camila y yo, entre otras.

-Es casi el mismo team de Auxilio.

También tiene que ver con el entusiasmo de que nos gusta trabajar con el otro. Hay un código en común.

Julia Montesoro

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