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DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Ana García Blaya rueda «La uruguaya»: «Lo novedoso es que hayan elegido una mujer para contar esta historia»

Su auspiciosa ópera prima Las buenas intenciones fue el trampolín para que Ana García Blaya asumiera el riesgo de un emprendimiento atípico en la industria audiovisual: será la directora de La uruguaya. Atípico porque se trata de una iniciativa del escritor y emprendedor Hernán Casciari, quien a través de su Comunidad Orsai ideó un sistema autogestivo de financiamiento colectivo para la realización de la película. El resultado fue inmejorable: convocó a más de 1900 socios-productores, que participan en todas las instancias de desarrollo del proyecto y también serán beneficiarios del mismo cuando haya rédito económico.

Casciari adquirió los derechos de la novela La uruguaya, de Pedro Mairal, publicada en 2016 y que relata la historia del agobio de Lucas, el protagonista que está en medio de un matrimonio en crisis y en medio de una de las situaciones argentinas recurrentes: la inconsistencia cambiaria, una escena inestable que aumenta el abatimiento del protagonista.

El segundo día del año, Ana García Blaya conoció a los gestores de su nueva película: una reunión con el propio Casciari, Christian Chiri Basilis (jefe de guion) y los productores Gabo Grosvald y Joaquín Marqués terminó de definir su futuro.

-¿A quién conocías antes a través de su obra, a Hernán (Casciari) o a Pedro (Mairal)?

A los dos. Pero desde el lugar de lectora: hace 10 años que consumo la revista Orsai y pertenezco a la Comunidad Orsai.

-¿Cuánto tardaste en aceptar el proyecto de dirigir La uruguaya?

Habrán sido cinco segundos (ríe). Lo que tardó en terminar la frase Chiri (Christian Basilis, productor). El fue quien me llamó para decirme que había visto mi película y algunos videítos de YouTube. Yo le respondí que también sentía que lo conocía, porque leía todo lo que escribía con Hernán. Me contó el proyecto y le dije “ya lo sé porque solo recibo las novedades de la comunidad Orsai”. Me preguntó si podía participar. Pensé que me convocaban para colaborar con el guion. “No, no, es para que la dirijas”, me contestó. ¡Me quedé dura! ¡Claro que le dije que sí!

-¿Cuál fue tu reacción ante la idea de llevar adelante una propuesta autogestiva con casi dos mil coproductores?

Cuando leí el proyecto estaba con mis amigos. Les dije “este está loco, se piensa que va a juntar la plata para una película en dólares”. Y la consiguió en tiempo récord. A la mañana dije que era una locura y a la tarde acepté el proyecto.

-¿Cómo es la transición de una realizadora que viene de desarrollar un proyecto propio (con un guion propio) a una propuesta que tiene una comunidad de más de casi dos mil socios que a la vez opinan y debaten las ideas del guion?

¡Hay que caerle bien a mucha gente! Yo venía de hacer algo muy personal. Me animé porque el guion lo había escrito yo y confiaba en la historia. Y más que eso, necesitaba filmarla. En esta película sigo a Hernán, a Chiri, a Josefina Licitra (que también está en el equipo). Ellos saben que lo único que hice fue esto que vieron. Que lo que conté era el mundo que conocía y que esto es algo nuevo. “Sí, sí, pero así es como lo queremos”, me respondieron. Además se me resta la presión del guion. Porque aunque me piden opinión y puedo participar, hay varios guionistas trabajando.

-A lo mejor lo que viene es la presión de la segunda película…

Dicen que la segunda película es más difícil, porque si te fue más o menos bien en la primera hay que demostrar que no fue casualidad.

-Y a vos te fue muy bien, además.

Mucho mejor de lo que esperaba. Para mí, irme bien fue lo que pasó mucho antes de estrenar. Significó hacer un duelo mientras filmaba, poder sacarme de encima esa historia y poder contarla con sinceridad. Y llegar a la isla de edición para armarla a mi manera. Ese es el éxito. Estoy orgullosa de eso pase lo que pase. Después, que se haya podido interpretar y comprender dentro y fuera del país, no lo esperaba.

-¿Qué elementos en común hay entre La uruguaya y tu ópera prima?

En mi ópera prima trabajé mucho con material de archivo y mezclando formatos. ¡Y con la música! En este proyecto hay que buscar el sonido del Río de la Plata, no solamente lo que me emociona. En verdad, si entiendo el mundo que se está contando, me animo. Y con esta novela siento cierta familiaridad con el personaje.

 Las buenas intenciones mostró otro tipo de familia, no convencional, en el cine nacional. ¿Qué elementos novedosos puede aportar La uruguaya?

Lo novedoso es que hayan elegido a una mujer para contar una novela escrita por un varón, con un protagonista varón, con una forma de pensar con la que se pueden identificar muchos varones. Me sorprendió y me parece que eso está buenísimo. Las mujeres ya fueron contadas (muy bien o muy mal) mucho por varones. Y está bueno que una mujer -con la mayoría de cabeza de departamentos encabezados por mujeres, como vestuario, montaje, arte o fotografía- pueda aportar su mirada.

-¿Cómo sigue cronológicamente el proyecto? ¿Está el guion definitivo? ¿Están elegidos los protagonistas? ¿La fecha del inicio de rodaje?

Tan importante como la película es el proceso. Se calcula que se va a filmar en octubre: Hernán tiene previsto al menos un corte de la película para diciembre. Hasta octubre el proceso se va a compartir, debatir y disfrutar mucho con todos los coproductores. Para eso hay una plataforma, un blog cerrado donde se muestran las novedades. En abril se terminó de guionar. Mayo es el mes del casting. En junio se hará la búsqueda de locaciones. Hay un montón de cosas que se comparten y los productores no paran de aportar y de ofrecer cosas. Esto genera una cosa colectiva multitudinaria muy interesante. Hay una agenda hasta el día de rodaje. Es hermoso ver cómo surgen las sorpresas y las invitaciones a participar. Por eso me siento contenida y acompañada por todos. Aun siendo solamente una más de todo el equipo.

Julia Montesoro

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