Mariano Biasín concluyó su ópera prima Sublime, protagonizada por un elenco juvenil integrado por Martin Miller, Teo Inama Chiabrando, Joaquin Arana, Facundo Trotonda y Azul Mazzeo, acompañados por Pedro González, Agustina Midolo, Candela de Carli, Emma Subiela, Jorge Sesán, Carolina Tejeda, Marcelo Subiotto y Javier Drolas, con producción de Tarea Fina (Juan Pablo Miller).
Biasín tiene una trayectoria de dos décadas en distintos roles de la actividad cinematográfica.Su rol más reciente fue como asistente de dirección de La sombra del gallo, de Nicolás Herzog, estrenada en marzo de 2020, en la misma semana que se declaró el confinamiento por la pandemia.
Antes de este largo, rodó el cortometraje Hojas sueltas (2005), el mediometraje Marisol (2005) y El inicio de Fabrizio (2015), corto que formó parte de Historias Breves 15 y que ganó el Oso de Cristal, el premio principal de la sección Generación Kplus de la Berlinale.
Sublime pone el eje en Manuel, un joven de 16 años que vive en un pueblo costero. Una de las primeras cosas que él mismo diría para describirse es que tiene un amigo, Felipe, que es como un hermano. Crecieron juntos y comparten todo lo que hacen.
Manuel tiene una vida movida. Está de novio con Azul. La relación va muy bien y están a punto de tener su primera vez. Toca el bajo en una banda de rock, juega un torneo de fútbol, va a la escuela.
Su universo se completa con su familia, integrada por su padre (músico, fabricante de instrumentos artesanales), su madre (psicóloga, racional y directa) y su ocurrente hermana Antonia de 6 años. También Ana, quien pareciera ser la hermana de alguno de sus padres. Pero en realidad es la pareja de ellos. Tienen una relación de tres y lo llevan con naturalidad.
Una noche tiene un sueño que lo descoloca. Le abre una puerta inesperada, le hace ver algo que está cambiando de forma dentro suyo. Se está enamorando de Felipe.
Al despertar debate consigo mismo si es un impulso pasajero o si eso siempre pudo haber estado ahí. Comienza a replantearse todo, no entiende si es algo que crece impregnado con el vínculo que comparten desde chicos. Se pregunta si podría ser recíproco. Pero con los días comienza a intuir que no.
Toma decisiones, algunas meditadas, otras impulsivas. Deja a su novia. Elige a Ana para confiarle lo que está sintiendo, recibe sus consejos. Los espacios que comparten con Felipe se alteran, se tornan difíciles. Se refugia en Azul, pero ahora como amigos. El problema no es la posibilidad de ser homosexual, o bisexual, porque la diversidad está instalada y en paz, tanto en él como en su entorno. La cuestión es no arruinar la amistad con Felipe. Pero la atracción lo está volviendo loco.
¿Qué pasa cuando un amor tan perfecto se convierte en otra cosa? ¿Qué pasa con el miedo a no ser correspondido? ¿La amistad puede continuar intacta o se estropea? Manuel deberá reacomodar varias cosas a medida que explore esto nuevo que le está sucediendo. O quizás simplemente darse cuenta de que el amor no se acomoda.