Carmen Guarini integra la Comisión de Género de DAC. Desde allí, realiza diversas acciones tendientes a visibilizar las necesidades de las mujeres en la industria audiovisual. Entre otras actividades, el jueves 18 a las 18 hs. coordinará junto con Inés de Oliveira Cézar –también integrante de la comisión- un encuentro sobre Cine, género y pandemia, con Anahí Berneri. Se lo podrá ver vía zoom (más información, a http://genero.dac.org.ar/taller-cine-genero-y-pandemia/).
-El encuentro en línea con Anahí Berneri se realiza acompañando los talleres que realiza la Comisión de Género de DAC. ¿En qué consisten esos talleres?
El año pasado empezamos a proponer talleres con perspectiva de género para proyectos de mujeres directoras, con asesorías en guion, producción, fotografía y sonido, tanto de ficción como de documental. Se presentaron 16 proyectos y fue seleccionada la mitad. Este año repetimos la acción y los proyectos se duplicaron; entonces duplicamos el número de los seleccionados. El año pasado lo hicimos con Anahí Berneri, y este con Natalia Smirnoff (guion) y Bárbara Sarasola-Day (producción).
Son asesorías gratuitas, apuntando a que se puedan desarrollar los proyectos de mujeres directoras como una instancia de laboratorio, y que después pueda seguir creciendo.
El encuentro con Anahí Berneri será para pensar qué está pasando con el género y la producción cinematográfica en este contexto.
-¿Qué otras actividades desarrolla DAC con perspectiva de género?
Desde DocuDAC y el área de Cultura también se generan acciones, como otro tipo de talleres. Además, este año incorporamos una plataforma gratuita y abierta, que ofrece una película por mes (http://docu.dac.org.ar/).
Siempre apuntamos a respetar la equidad de género. En la publicación DocuDAC on line de este (http://revistadocudac.com.ar/es/), el tema fue Miradas insumisas. Todas las firmas y las entrevistas fueron hechas por mujeres. Mujeres directoras, investigadoras, críticas.
-La idea de la equidad de género apareció en Cannes en 2015. Poco tiempo después, San Sebastián asumió mediante un documento el compromiso de “50/50 en 2020”. ¿Cómo está la Argentina en ese aspecto?
Estamos en un 30/70. Lejos de ese objetivo. Es muy complicado cumplirlo. Cuando puedo participo en grupos, como Acción Mujeres del Cine, y se percibe que el panorama es complejo. Yo soy de las que propongo y promuevo que desde los fondos públicos de financiamiento de la industria audiovisual se otorgue un cupo. Para las películas y para los trabajos realizados por mujeres directoras o equipos de mujeres. Un fondo específico para esas películas, que no se evalúe por puntaje. Más allá de la situación actual de parálisis, esto no se logró. Hay un avance en el cupo de mujeres en los comités y en los jurados, pero también tiene que ocurrir en los premios. Y lo mismo debe ocurrir en los festivales y en los jurados de festivales. Hasta llegar a la equidad, por lo menos hay que avanzar al 40/60.
-¿Tomaste conciencia de la falta de equidad en DAC, o lo percibías desde antes?
DAC me confrontó a lo numérico, a lo cuantitativo. El #MeToo fue el puntapié inicial donde muchas despertamos. Sobre todo, en la perspectiva de lo que ocurre en el cine. Los movimientos feministas y el #NiUnaMenos también ayudaron mucho. Acá se creó un contexto muy solidario, muy favorable a insertar estas demandas en un contexto más global. En ese sentido, todas estamos deconstruyéndonos para volver a construirnos cada día.
-¿Tuviste la posibilidad de cotejar con otra realidades desde DAC?
El año pasado representé a DAC en un congreso internacional en Zagreb sobre la mujer en la industria cinematográfica. Europa es muy disímil. Hay países como Suecia o Francia, donde las mujeres adquirieron una mayor representatividad y oportunidad de acceso a los fondos. Y hay otros países donde las mujeres tienen que irse para poder obtener fondos. Conocí una muy buena directora de Macedonia que se fue a vivir a Bélgica para poder filmar. Pero aunque la situación es muy diversa, todas propenden a pelear por la equidad.
-¿Creés que existe un “cine de mujeres”, una perspectiva específica desde las directoras?
Esa es una pregunta que suelen hacerme que no me gusta y que no debería hacerse. A los hombres no se les pregunta si hay un cine específico de ellos. Pero debo decir que sí advierto una sensibilidad muy particular cuando veo una película realizada por mujeres. En la ficción independiente europea hay películas muy interesantes, con una mirada hacia las problemática de género que por ahí antes no había, que deja en evidencia emociones de mujeres. Pero no creo que por eso podamos hablar de una especificidad. Ni que las mujeres directoras estén diciendo “queremos un cine de género”. Hay mucha variedad. Y también hay oportunismo, ¿eh? (risas).
-No es lo mismo “cine de mujeres” que perspectiva de género.
No. Una cosa es reclamar por los fondos y por la posibilidad de poder filmar y otra es decir “hagamos películas de mujeres”. No: ¡hagamos películas! Después encontraremos una mayor o menor sensibilidad en la mirada. Y también habrá películas militantes. Hay una enorme diversidad de miradas. Y también de géneros: ya no son solo dos. Todo está en proceso. Y eso es lo interesante de este momento.
Julia Montesoro