El documental El mundo al revés, de Agostina Di Luciano y Leon Schwitter, es el único título argentino en competencia en la 22ª edición del Golden Apricot Yerevan International Film Festival, que comenzó el domingo 13 y prosigue hasta el domingo 20 en la capital de Armenia.
El festival, que centra su atención especialmente en el cine del Cáucaso y Oriente Medio, se inauguró con la ganadora de la Palma de Oro de este año, It Was Just an Accident, del cineasta iraní Jafar Panahi, cuya primera aparición en el circuito cinematográfico internacional tras 14 años de prohibición de salir de su país tuvo lugar el año pasado, justamente en esta muestra.

El mundo al revés es uno de los diez títulos elegidos para la Competencia Internacional que competirá por el Golden Apricot (Damasco de Oro), el premio principal. Con producción de Kim Allamand, Leon Schwitter y Agostina Di Luciano y dirección y guion de estos dos últimos, transcurre en un pueblo de la campiña argentina, donde sus habitantes llevan una vida marcada por la naturaleza y la rutina. Cuando una luz se aparece una noche ante el anciano granjero Omar, emprende con su nieto Noah un viaje en busca de sentido. En una villa vacacional cuyos dueños nunca están, las dos amas de casa, Rosana y Lily, hacen un extraño descubrimiento, mientras la magia y la realidad se entrelazan.
La Competencia Internacional reúne diez largometrajes. The Wolves Always Come at Night, de Gabrielle Brady, refleja el terror ecológico a través de una lente etnográfica. Under the Volcano, de Damian Kocur examina el estado emocional de una familia al estallar la guerra. El director croata Igor Bezinović ofrece una sátira audaz en Fiume o morte!, en tanto que My Everything, de Anne-Sophie Bailly (Francia), ofrece un tierno estudio de la tristeza y la soledad. Desde Ucrania llega un conmovedor retrato de la vida cotidiana en Kiev bajo ataque, Songs of Slow Burning Earth (coproducida con Dinamarca, Suecia y Francia) de Olha Zhurba, mientras que The Coin (Italia) de Emiliano Dante pinta un retrato experimental del duelo. La selección también incluye a Light Memories, de Misha Vallejo Prut; On the Edge, de Sophie Muselle y Guérin van de Vorst y Holy Electricity (Georgia/Países Bajos), de Tato Kotetishvili.
Otro autor iraní radicado en Estados Unidos será homenajeado mediante una retrospectiva: Amir Naderi, cuya obra explora el desplazamiento, la alienación urbana y la supervivencia. Como parte de esta retrospectiva, se proyectarán nuevas restauraciones en 4K de Harmonica (1973), The Runner (1985) y el mediometraje Waiting (1974). Se dedicará un homenaje aparte al director de cine mauritano (y presidente del jurado internacional de este año) Abderrahmane Sissako.
El festival se cerrará con el clásico armenio Last Station (1994) de Harutyun Khachatryan y Nora Armani, con un legendario actor local de la era soviética, Armen Dzhigarkhanyan, constituyendo así un homenaje lírico a la memoria, al lugar y al propio cine armenio.