El viernes 11 cerró la etapa de inscripciones para PAMPA LAB – Del guion a la producción y distribución de Cortometrajes, primer laboratorio intensivo presencial promovido por la Municipalidad de General Pico y la Secretaría de Cultura de la provincia de La Pampa, a través de la Dirección de Innovación en Gestión Cultural y Film Commission, que se llevará a cabo en General Pico los días 11, 12 y 13 de agosto.
Fran Martín, cineasta, impulsor de PAMPA LAB y uno de los coordinadores de La Pampa Film Commission, detalló pormenores de esta experiencia fundacional del cine pampeano, que busca su espacio propio en el contexto federal.
-¿Qué objetivos tiene este laboratorio?
El primer propósito es abrir un canal. La Pampa es una provincia que cuenta con experiencia cinematográfica, con productores que generan desde la independencia o desde la individualidad, con grandes trayectorias, pero todavía no hay una industria audiovisual consolidada.
En primera instancia, a través de este laboratorio y respondiendo también a otras iniciativas que se vienen desarrollando -como el Festival de Cine de Santa Teresa o el de General Pico- queremos empezar a pensar en La Pampa desde una perspectiva de una industria creativa.
En ese sentido hay que apuntar a reforzar la formación de nuestros propios profesionales. Buscamos que se empiece a formar un caldo de cultivo para que haya reflexiones, idas y vueltas, encuentros o charlas. En provincias o localidades que tienen una estructura académica audiovisual formada, se puede contar con esos espacios.
Por eso, El Pampa Lab está planteado como un punto de encuentro para la gente que hace, que produce. En La Pampa y también en la Patagonia, porque como habrán visto, es una convocatoria tanto para la provincia como para la región.
–¿Cuáles son los ejes principales del laboratorio?
Cuando nosotros hicimos la presentación de la Film Commission en el año 2023, en el marco del Festival de Cine de Pico, algunos representantes de Patagonia nos pedían que hiciéramos un laboratorio de cortometrajes. Nos hicimos eco de esa demanda. ¿Por qué no pensar en el cortometraje? En Argentina o en América latina hay una estructura más armada en torno a los largometraje. Pero hay otras experiencia -en países de Europa, por ejemplo- que tienen una cadena de producción dedicada al cortometraje. Es un medio muy interesante para explorar.
Cuando empezamos a diagramar los ejes o los contenidos, al tratarse de un cortometraje, pensamos abarcar -junto a los asesores que vendrán a trabajar con los proyectos y los profesionales seleccionados- las distintas etapas de producción de una obra. Desde la ideación previa hasta lo que tiene que ver con la producción, pensando en carpeta, presentación, pitching y venta del proyecto. Incluso prestándole atención o poniendo foco en la etapa de distribución, que continuamente se está transformando.
-La convocatoria finaliza el viernes 11. Por el perfil de los inscriptos, ¿qué tipo de inquietudes hay? ¿Hacia dónde van a orientar o reorientar el contenido del laboratorio?
Nos interesa particularmente lo interdisciplinario. Creemos que hay que pensar al audiovisual de distintas disciplinas. Eso renueva, aporta nuevos aires. Ni hablar del boom de las plataformas; ni siquiera digo las de streaming, sino las de las redes sociales. Esta fue una de las principales preguntas que nos hicimos. Nos abrimos a todo tipo de producción porque hoy lo híbrido es casi la norma. Pretendemos que sea un espacio de encuentro, para que también refleje distintos modos de hacer.
-Los inscriptos, ¿les están planteando algún aspecto en particular que les interesa desarrollar o están abiertos a lo que ustedes propongan?
Lo que nos interesa -y en este sentido, la Secretaría de Cultura también apuesta- es repensar de algún modo la pampeanidad. Esa representación cinematográfica que tenemos desde las artes plásticas, lo musical y que nos lleva a preguntarnos dónde nos ubicamos. Por eso también incorporamos a la Patagonia que, como región, tiene una idiosincrasia (o un conjunto de idiosincrasias) muy parecidas. Por aciertos y dificultades comunes y por desafíos que tienen que ver con pensar el cine desde las regiones.
-¿Cuáles son los planes y los objetivos inmediatos de La Pampa Film Commission?
La Pampa Film Commission volvió a funcionar desde diciembre del año pasado, como oficina dentro de la Dirección de Innovación en Gestión Cultural. Somos nuevos, pero con muchas ganas y muy incentivados.
Pretendemos que el PAMPA LAB no sea un proyecto aislado, sino que acompañe una lógica de pensamiento sobre el hacer cultural que entienden y comparten tanto la Secretaría de Cultura como la municipalidad de General Pico.
El objetivo es que se integre al mapa de producción nacional, y que esta propuesta, que inicia como un proyecto para pampeanos o patagónicos, pueda pensarse desde una perspectiva nacional. Que de algún modo sea un espacio de referencia.
Actualmente estamos integrándonos fuertemente con Patagonia. Tenemos experiencias y desafíos muy parecidos. Una de las acciones que automáticamente tenemos que retomar es en relevamiento de las locaciones que puede ofrecer la provincia. A veces la gente no sabe dónde ubicar La Pampa en el mapa, pero se sorprendería si supiera cuántos proyectos nos llegan de todas las latitudes. La primera película que acompañamos fue una produccón de Brasil, en 2023. Se rodó en La Pampa, algo que era inimaginado. Y notamos que hay gente que se contacta desde una etapa inicial y también proyectos que vienen de disciplinas que quizás antes eran inimaginadas, que se animan a pensarse cinematográficamente o audiovisualmente. En este sentido, no es casual que Film Commission esté dentro de la Dirección de Innovación en Gestión Cultural. En esa línea estamos intentando motorizar o pensar la industria audiovisual pampeana.
-¿Cuáles son las fortalezas que tiene la provincia y la región para atraer nuevos jugadores del sector?
Hay una gran calidad técnica y profesional en la provincia. En General Pico -de donde estoy hablando-, está uno de los estudios más grandes del país. Nos ocurre que alguien piensa en La Pampa y se pregunta cómo puede ser que ese estudio esté ahí. Muchos profesionales están radicados acá o hacen un ida y vuelta entre provincias.
Por otro lado es una provincia donde la sinergia entre lo público y lo privado funciona muy bien, entonces se pueden garantizar la producción audiovisual.
En este contexto, una de las cosas que tiene para ofrecer la provincia, es la apuesta política por las industrias culturales, que en este marco parece casi de ciencia ficción.
-Hay un sostenido crecimiento de comisiones de filmaciones de otras provincias, que buscan apuntalar el sector a través de planes de fomento. ¿La Pampa tiene en su agenda este tipo de acciones?
Al igual que todos, es fundamental pensar la producción audiovisual por regiones y en la medida en la que se puedan ejecutar políticas públicas de incentivo, que piensen por fuera de las provincias. Estamos en diálogo continuo con el bloque patagónico de Film Commission para pensar acciones en conjunto y poder armar una agenda patagónica.
También entiendo que somos una Film Commission muy nuevita…aunque a veces nos enteramos de que somos un poquito menos nuevos que el resto. Pero como primera medida queremos posicionar a La Pampa dentro del esquema nacional. Buscamos romper con esa barrera de que en esta provincia no pasa nada o no hay experiencias de producción. El laboratorio tiene que ver con eso: hoy, un proyecto patagónico puede venir a transitar su etapa de desarrollo con profesionales, docentes y asesores de primer nivel. En otro momento era impensado.
Julia Montesoro