Vanesa Pagani es contadora y productora audiovisual que forma parte de la Comisión Directiva de APIMA, la Asociación de Productores Independientes que conforman junto con DAC, Argentores y PCI el Espacio Audiovisual Nacional, conformado con el propósito de impulsar el Anteproyecto de Ley Audiovisual.
-¿Qué los impulsó a tomar esta iniciativa de presentar el anteproyecto?
Empezamos a reunirnos, entre otros temas, porque los medios de exhibición desde 1994 a hoy han cambiado de forma abismal. Evidentemente no estaban contemplados los cambios. Queremos introducir en la ley todo el marco audiovisual. Creemos que las plataformas no solo tienen que aumentar nuestro fondo de fomento, sino que además tienen que producir y exhibir nuestras películas.
Esto es recién un borrador: todavía hay por delante mucho trabajo. Hasta llegar a la segunda etapa, que es la parte legislativa, hay que lograr el consenso y escucharnos entre todos y todas.
-¿Está previsto que el proyecto abarque la producción audiovisual no solo desde la producción, sino desde el desarrollo, la exhibición y la comercialización?
Definitivamente. Hoy, vos dejás la copia en el INCAA y no tenés más ayuda. Es muy difícil la exhibición. Pero también es muy importante el desarrollo: alguien que tiene que desarrollar una idea, otro escribir un guion y así llevar adelante el proyecto en las distintas etapas.
-Además de lo que la ley representa para vos como productora (y también como contadora), ¿cuáles son los aspectos fundamentales que te interesan abordar?
El anteproyecto tiene una mirada federal y una mirada feminista. La ley actual tiene una mirada federal, es cierto, pero no alcanza. Por otro lado, se propone un directorio del INCAA que tenga un peso mayor y un cogobierno real. Eso hoy no ocurre. Hay que actualizar la cuota de pantalla. Y activar los nuevos gravámenes a las OTT. En pandemia, nuestro fondo de fomento se redujo, porque viene en parte de un porcentaje de las entradas de cine. Me parece fundamental que se graven otras maneras de exhibir ese cine.
-¿Qué percibís como lo más urgente?
La ley vigente da un gran marco. Pero después hubo regulaciones, decretos, decretos reglamentarios, resoluciones. Hoy por hoy, no está abarcando ni una cuestión feminista ni federal. Me interesa mucho que además de los comités (donde ya ocurre), haya paridad de género en el acceso a la financiación también. Allí hay desigualdad: no es lo mismo un productor de Buenos Aires que uno de Jujuy, como no es lo mismo una productora mujer que un hombre.
-En septiembre último participaste en el foro internacional “25 estrategias feministas para pensar las artes audiovisuales”. ¿Qué estrategias se debatieron allí que pueden ser aplicadas?
Además de la paridad, la necesidad de dar incentivos: en esa charla se habló de dar incentivos a aquellos equipos que te que tengan paridad de géneros, aquellos conformados por trío: guionista, directora y productora. Dar políticas para que esto que estamos viendo mucho en otros ámbitos, suceda también en el cine, donde las encuestas y estadísticas dicen que no pasa. Lo urgente para nosotros es que en este momento tenemos un INCAA parado y se debe cumplir con el Plan de Fomento vigente.
-Cuando se promulgó la Ley de Cine no se hablaba ni por asomo de paridad de género ni de cupos femenino. ¿Por qué crees que ahora es necesario impulsarla?
Por las dificultades para acceder a la financiación. Además de APIMA estoy en la agrupación Cartelera Transfeminista. Nos encontramos con la problemática de que tenemos una película y no sabemos qué hacer con la exhibición. Y con el problema de cómo hacer la segunda película también.
Actualmente casi no hay acceso a fondos para una audiencia media y no hubo concursos. Con lo cual una directora (o un director) operaprimista no puede acceder a hacer una película en estos últimos años.
-¿Qué recepción están teniendo en las entidades y los colectivos feministas?
Nosotras en APIMA tenemos una comisión de género. Nos reunimos para estudiar el proyecto nosotras mismas: siempre hay algo que puede estar redactado de otra manera, o incorporar cosas que necesitamos que se incluyan. Creo que en cada asociación que se está sumando hay un debate interno con sus comisiones de género. Hay muchos lugares desde donde pensar el cine: una persona o una asociación no puede pensar todo, ¿no? Lo esencial y súperimportante es escucharnos y no dar debate solo con los que pensamos igual, porque eso va a ser lo enriquecedor.
-¿Cuáles son los pasos a seguir?
El anteproyecto está abierto a modificarse porque nadie es el dueño. El cine es algo que defendemos mucho y cada sector de la industria tiene distintas miradas. Habrá que consensuar esas miradas, pero creo que todos nos estamos planteando la necesidad de un cambio.
Julia Montesoro