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DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Ignacio Quesada protagoniza «Martín García», de Aníbal Garisto: «Me interesa el proceso de búsqueda de identidad que propone la película»

Ignacio Quesada protagoniza Martín García, el coming of age de Aníbal Corcho Garisto con producción de Lumen Cine que se exhibe en el Cine Gaumont y los sábados de octubre en Malba Cine.

Encarna a un joven artista que debe mudarse con su madre a una isla donde solo viven cien habitantes. Su imaginación, la armonía con la naturaleza y el amor serán las claves para encontrar su identidad mientras atraviesa el arduo camino hacia la adultez. Lo acompañan Mora Recalde, Thelma Fardín y Rafa Ferro en los roles centrales y la isla Martín García -lugar donde fue rodada- que surge como un personaje más.

-¿Qué te entusiasmó de este Germán de Martín García, en su tránsito de la adolescencia a la adultez?

Me interesó mucho ese proceso de búsqueda de identidad en la que uno se encuentra cuando atraviesa esas edades. También el hecho de que la historia transcurriese en una isla, con el condimento de estar yéndose de plena Capital a vivir a un lugar sin gente conocida en ese momento de la vida. Y además el hecho de que el personaje no hablara mucho también, porque me veía reflejado en algunas cosas.

-Habla poco, pero piensa bastante.

Sí, hay algo de lo mental que quizás me refleja en mí mismo, con mi cabeza de geminiano. Cuando vi en el guion que aparecía la voz en off me gustó mucho. Sin saber si iba a grabar esos diálogos en la isla o en un estudio después.

-La experiencia de rodar en una isla, ¿fue como lo habías imaginado?

No. Fue bastante compleja porque venía llevando varias cosas personales muy movilizantes. Volvía de otro país de visitar a mi papá, a quien no veía hacía un montón de tiempo. Después me mudé para irme a vivir solo. Y luego me fui a la isla. Todo en un lapso de dos meses. En la isla estuve ahí un tiempo aislado, asimilando todo a la distancia. Al mismo tiempo, ese lugar es encantador. Pero a un nivel que no me imaginaba ni loco. Tiene unos paisajes y unos rincones donde podés estar ahí solo observando, escuchando los pájaros y los sonidos de la naturaleza que son hermosísimos.

-Tu personaje está desconectado en más de un sentido: no es solo la conectividad de Internet o no tener señal, sino que está como vagando por ese lugar y buscándose.

Exactamente, es tal cual. El tiempo que ocupa la conectividad es inmensa. Se ve en la juventud en general; sobre todo, por el hecho de haber crecido con eso.

Pero la isla te invita y no te da más opción a otro estilo de vida también. El aislamiento que propone acelera los procesos que tenés en la cabeza. Quizás también eso le da cierto ritmo a la película, o permite que la historia transcurra en ese tiempo para llegar a tomar una decisión tan importante. La decisión que toma el personaje al final tiene que ver con un lugar donde se corre un tanto la realidad.

-¿Cómo fue el trabajo con Aníbal “Corcho” Garisto, el director? Para elaborar este personaje, para ir por donde él quería.

Corcho es una persona divina. De entrada me cayó muy bien, tanto él como la gente que estaba cuando fui a hacer el casting. De entrada, las indicaciones que me dieron fueron bastante gráficas con respecto a lo que se iba a buscar. También esta cuestión de que no hablara y  representar a un adolescente.

Pero el trabajo fue hermoso: hubo libertades, intuición para ir armándolo a medida que íbamos filmando o ensayando antes. Hicimos varias juntadas y ensayos.

Todo eso siempre sirve. Corcho está a recontra a mil y a disposición de todo lo que necesitáramos para trabajar, ver lo que vamos filmando o ir charlando cosas. Siempre con la mejor de las ondas.

-Cuando viste Martín García en pantalla grande, ¿qué descubriste?

El hecho de ir viendo mientras estábamos filmando me quitó un poco de sorpresa. Pero encontrarme así con los paisajes fue muy loco: hay algo del horizonte que se amplifica en la pantalla, tan horizontal y alargada. Me impactó mucho la estética, el color, esta cosa medio adolescente y el brillo del sol constantemente, que le da un toque medio naif. El espíritu adolescente que tiene la peli me encanta.

-En el último año se estrenaron tres películas protagonizadas por vos: La barbarie, Cambio, cambio y ahora Martín García. ¿Qué crees que los directores y los productores encuentran o valorizan en vos?

Fue una coincidencia, porque La barbarie se filmó en 2019 y muy poco después vino la pandemia, lo que seguramente atrasó el proceso de posproducción. Siempre fue muy loco cómo se me dieron los laburos. Hay algo medio místico en mí que me hace confiar en las cosas que pasan y por qué me pasan.

Siento que hay algo de la predisposición, de querer hacer este laburo. El proceso de reconocerme en los personajes o de aprender algo me entusiasma y me motiva mucho. Siempre intento hacer lo que considero mejor en las pruebas. Si eso le sirve a la persona que está dirigiendo, mejor.

-¿Qué te trae particularmente del cine?

A diferencia del teatro, hay algo muy enriquecedor en estar en las locaciones reales. Y en este caso, estar literalmente en una isla. Hay algo de lo imaginario que está más cercano: yo también era una especie de joven-adolescente en una isla mientras estábamos filmando. De alguna manera lo identificás, lo podés reconocer sin tener que hacer tanto trabajo de imaginación. El proceso del tiempo de laburo, que se vive como algo muy intenso, reaparece cuando se estrena la película. Todo eso es lo que tiene el cine…y me encanta.

Julia Montesoro

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