En la tarde del martes 18 se conoció la noticia de la muerte de Sara Facio, la mujer que luchó por el reconocimiento de la fotografía como un arte, fotógrafa fundamental en la vida social y cultural en la Argentina de las últimas siete décadas, a los 92 años.
En 2023 se estrenó el documental Sara Facio: haber estado ahí, de Cinthia Rajschmir, resignificado hoy como el último gran testimonio vivo de su actividad pionera.
«Sara es alguien fundamental desde mi adolescencia, en términos culturales y de crecimiento personal y artístico -detalló Rajschmir a GPS Audiovisual-. Conocí su obra a los 18 años, cuando recorríamos la Fotogalería del San Martín -el pasaje entre el teatro y el Centro Cultural- con compañeras de estudio, de universidad, de profesorado de expresión corporal. Gracias a eso, en esos tiempos de la democracia reciente, descubrí que la fotografía era un arte. Muchos años más tarde, cuando tuvo la generosidad de aportar sus fotos queridas para la Cortázar y Antín, descubrí con asombro que el mundo que creó en mí es pura belleza. Es lo que me propuse compartir con otros».
Había nacido el 18 de abril de 1932, en San Isidro, Provincia de Buenos Aires. En 1953 se graduó en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Dos años después recibió una beca del Gobierno de Francia para estudiar historia del arte y viajó, con su amiga Alicia D’Amico -otra futura gran fotógrafa- para ver museos, obras y producir un libro de la historia del arte. En ese viaje ambas adquirieron sus primeras cámaras fotográficas y empezaron a tomar fotos como pasatiempo. En su regreso a Buenos Aires, el padre de su amiga Alicia, fotógrafo profesional, descubrió el talento de ambas y las incentivó a interiorizarse en ese arte.
Facio trabajó por el reconocimiento de la fotografía como arte, logrando, junto con otros colegas, su merecido lugar en museos y galerías, así como condiciones laborales de la profesión.
Acompañada por Annemarie Heinrich, como su tutora, se introdujo en el fotoperiodismo, disciplina a la que se dedicó durante muchos años. Con ayuda del Fondo Nacional de las Artes obtuvo su primera cámara fotográfica profesional.
En 1968 se editó Buenos Aires, Buenos Aires, el primer libro de fotos firmado por Facio y Heinrich, con texto de Julio Cortázar. En 1976 llegó Humanario, en el que publicó una serie de fotos de institutos psiquiátricos, nuevamente con textos de Cortázar. En estas publicaciones, ambas fotógrafas se propusieron captar la vida en la ciudad, aun mostrando su peor cara. Es también autora de un libro sobre la historia de su disciplina: La fotografía en la Argentina: desde 1840 a nuestros días.
Sara Facio se destacó por la serie de retratos emblemáticos realizados a artistas, escritores, músicos, deportistas y otras personalidades de la cultura en Argentina y Latinoamérica, como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, María Elena Walsh, Ernesto Sábato, Astor Piazzolla, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Alejo Carpentier, Mario Vargas Llosa, Octavio Paz, Doris Lessing y Federico Leloir, entre otros.
En 1979 fundó, junto a colegas como Alicia D’Amico, Eduardo Comesaña, Andy Goldstein, Annemarie Heinrich, María Cristina Orive y Juan Travnik, el Consejo Argentino de Fotografía, con el objetivo de difundir y estudiar la fotografía nacional y abrir diálogos con la producción internacional.
En 1973, junto con María Cristina Orive, creó La Azotea, una editorial fotográfica dedicada exclusivamente a la producción y difusión del arte fotográfico.
Sara Facio donó el 25 por ciento de las fotografías de su archivo personal al patrimonio fotográfico del Museo Nacional de Bellas Artes. Su biblioteca personal fue constituida durante sesenta años, en los que trabó vínculos con artistas e instituciones de todo el mundo, a partir de su actividad como fotógrafa, editora y gestora cultural. Está formada por más de mil volúmenes dedicados a la historia del medio, colecciones especializadas y ensayos fotográficos.
La estrecha relación de la fotógrafa con el Bellas Artes comenzó en 1995, cuando acercó la propuesta de conformar una colección de fotografías que, en la actualidad, cuenta con más de 1500 imágenes.
Desde su creación hasta 2012, la artista estuvo a cargo de gestionar el crecimiento de este acervo y fue curadora de distintas exhibiciones temporarias con este patrimonio, tanto en el Bellas Artes como en otros espacios.
Los datos de esta reseña biográfica fueron extraídos de argentina.gob.ar.
Foto: Silvina Frydlewsky / Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación.