La primera manifestación pública de rechazo al desfinanciamiento de los recursos del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, que hiere de muerte al desarrollo de la industria audiovisual argentina, terminó abruptamente cuando la Policía de la Ciudad disolvió a los manifestantes con empujones, corridas y gases lacrimógenos, generando un clima de tensión, temor y tristeza.
Los incidentes –que dejaron como saldo cuatro manifestantes arrestados y varios heridos y lastimados- desvirtuaron el sentido de la convocatoria, que se realizó el jueves 14 a la tarde en la puerta del Cine Gaumont.
La Policía de la Ciudad desplegó un operativo para evitar el corte de la avenida Rivadavia al 1.600, donde se congregaron los asistentes. Fue la chispa que modificó el foco del acto, convocado para rechazar la Resolución 16/2024 que establece la quita de apoyo económico del INCAA a las actividades vinculadas con el fomento y apoyo al desarrollo y difusión del cine argentino (ver GPS Audiovisual).
Los recortes al INCAA fueron oficializados por el Gobierno 48 antes de la convocatoria en el Boletín Oficial. A través de la Resolución 16/2024, el Poder Ejecutivo suspendió “la realización de toda erogación económica vinculada a apoyos y aportes institucionales” y “la realización de todo apoyo económico destinado a las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
La medida dispone el cese de las contrataciones de locación de obra y las contrataciones de obra por especialidad (monotributistas) del Organismo con vencimiento el 31 de marzo, entre otras.
Leonardo Sbaraglia, uno de los representantes del arte y la cultura presente en la movilización, expresó: “Vine a defender un tipo de cine que, con todos estos recortes, muy probablemente no exista más. Estoy acá como un ser humano más que le encanta el cine argentino y que haya películas que sigan existiendo”.
“Esta es toda gente que se está manifestando en defensa del cine argentino frente a un lugar emblemático, donde se estrenan películas que no se pueden estrenar en otro lado, donde se defiende un cine que el mercado de las exhibidoras y los distribuidores no defienden”, sostuvo.
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