spot_img
spot_img

Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Carina Gutterman, coordinadora de intimidad: «A partir de este rol los autores y actores se sienten mucho más contenidos»

Carina Gutterman es psicoanalista y coordinadora de intimidad, un rol incorporado en forma relativamente reciente en los rodajes y que tiende puentes definitivos entre la exposición física y el consentimiento.

Entre sus trabajos más recientes participó en el rodaje de El fin del amor, serie protagonizada por Lali Espósito.

-¿En qué consiste el rol de coordinadora de intimidad?

Es un rol esencialmente dedicado a los actores que busca ayudar y colaborar con el director en set, con el objetivo de mantenerlos tranquilos en las escenas de intimidad. Hay muchas palabras nuevas en la industria: intimidad no es solamente sexo y desnudez, sino sobre todo contacto físico. Hasta una escena médica puede requerir el rol de coordinadora de intimidad.

-¿En quiénes pones el eje: las actrices, los actores, los productores, el director o la directora?

La coordinación de intimidad es independiente y pertenece al equipo: colabora con el director, pero a la vez está al cuidando a los actores. Todos me preguntan, ¿cómo es el trabajo? Primero tengo que leer el guion y desglosar cuáles son las escenas de intimidad. El segundo paso es la reunión con el director. Allí me cuenta cómo van a ser esas escenas. Y si determinados personajes tienen relaciones sexuales es importante saber cómo. ¿En qué lugar? ¿Cómo está planteada la escena? ¿Dónde van las cámaras? ¿Cuánto realismo va a tener? A partir de esa de esa información trabajo con los actores. Primero en entrevistas personales e individuales, en la que ellos dan su consentimiento para el grado de desnudez que requiere la escena y el grado de tocamiento. No es lo mismo que llegar a una escena de intimidad sin saber lo que va a pasar. Es muy importante la comunicación e integración en el equipo.

-¿Cómo se trabajaba antes de incorporar el rol de coordinador de intimidad?

El propio director trabajaba la escena. Dependían de la predisposición que tuvieran los actores y también del grado de humanidad del director. Ahora hay un protocolo. Nos copiamos bastante de lo que viene de afuera, pero en este caso es positivo. Por ejemplo: el Sindicato de Actores de Estados Unidos, SAG-AFTRA, exige que cuando haya una escena de intimidad se debe contemplar este rol. Entonces los autores, actores y las actrices se sienten muchísimo más contenidas.

Yo también trabajé en Chile y en México y no hubo un solo actor que no me haya contado alguna escena traumática que tuvieron en el set en el pasado. Por suerte estamos en otro momento histórico.

Empecé trabajado en el consultorio. Actualmente estoy en el set con los directores y los actores. Allí puedo ser mucho más útil.

-La experiencia es totalmente distinta en el campo de trabajo ¿no?

Sí. Allí tenemos como posibilidad la prevención. Para evitar llegar tarde a la escena de abuso o acoso. Al existir este rol y mirando la escena con otros ojos y de otra manera, las situaciones se plantan desde otro lugar.

-Con el papel de coordinador-coordinadora de intimidad no hubiera sido posible -por ejemplo-, la terrible historia que pasaron María Schneider en “El último tango en París” o Leonard Whiting y Olivia Hussey en “Romeo y Julieta”. A partir de las experiencias que estás desarrollando, ¿percibís en la industria audiovisual un cambio de actitud?

Veo que hay muchísimo interés del lado de los actores y las actrices, sobre todo los jóvenes. En general todos tienen muy buena recepción, porque saben de qué se trata. ¡Hay que poner el cuerpo ahí!

-Jugar una escena íntima tiene sus incomodidades.

Sí, por supuesto. Es sexo simulado, pero el cuerpo es el cuerpo. Es importante el cuidado y la prevención para que realmente se sientan cómodos. Por ejemplo, que se respete el set cerrado y que se escuche cuál es el consentimiento. En una entrevista, una actriz puede decir cuál es el límite, qué parte del cuerpo no quiere mostrar, o quiere mostrarla de tal manera. En general, ya saben la escena, porque la han leído en el guion, entonces están predispuestos. Pero también hay límites: no es lo mismo una chica jovencita, que va a tener su primera experiencia como actriz o su primer desnudo, que alguien con más experiencia. Como no es lo mismo el cuerpo de los actores o actrices mayores. ¡Todos tenemos inhibiciones! Ser buen actor no significa que no les cueste esta exposición. Creo que todos se quieren sacar de encima rápido las escenas de sexo e intimidad. Eso es lo que yo noté.

-¿Hay más conciencia de la importancia de no trasponer los límites?

¡Totalmente! Sí, muchísima más conciencia. Lamentablemente con todo lo que pasó… pero por suerte llegamos hasta acá. ¡Todo esto es un cambio muy grande! En general me contratan las plataformas, pero ahora está pasando que lo hacen las productoras locales, que están como reconociendo el valor que tiene este trabajo. Al principio muchas veces no ocurría porque se lo tomaba como un gasto más en rodaje.

-Pero estos nuevos protocolos implican nuevas necesidades dentro de la industria audiovisual.

Claro. Después reconocen que la escena es más eficiente. Y que no se tarda tanto: si la ensayamos y sabemos lo que vamos a hacer y la coreografiamos, estamos todos más tranquilos y no se tiene que repetir.

Julia Montesoro

Related Articles

GPS Audiovisual Radio

NOVEDADES