Esteban Rubinstein es médico del Servicio de Medicina General de un hospital de Buenos Aires. Hace algunos años, comenzó a estudiar la obra de Friedrich Nietzsche y la forma en que el filósofo alemán cuestiona la verdad, la razón, la moral y la compasión. Junto a otros médicos del Hospital, el Doctor Rubinstein propone una medicina extramoral, que implica una aproximación a los pacientes y sus enfermedades desde un estado abierto a múltiples posibilidades y preguntas que van más allá del bien, el mal, lo normal, lo natural.
Rubinstein es el personaje central de Los médicos de Nietzsche, documental de Jorge Leandro Colás con producción de Salamanca Cine de Argentina (Carolina Fernández y Jorge Leandro Colás) y Vrai Vrai Films de Brasil, que se estrena el jueves 17 en el cine Gaumont y en el Espacio INCAA Cine Municipal Select de La Plata.
-¿Cómo entablaste el vínculo con Jorge Leandro Colás?
Llegué a él porque estaba con el tema de Nietzsche dándome vueltas. Cierta vez estaba charlando con un amigo cineasta y le dije que tenía ganas de hablar con alguien que hiciera documentales para contarle mi idea. Me dio el nombre de Leandro (yo lo llamo así aunque es Jorge Leandro) y me contacté con él. Con el tiempo nos hicimos muy compinches. ¡Desde 2017 estamos dando vueltas con la película!
-¿Por qué se llama Los Médicos de Nietzsche? ¿Qué representa Nietzsche en tu mundo?
Yo soy un médico generalista que trabajo en el Hospital Italiano, que hago medicina entre comillas oficial, normal: la medicina de todos los días. Simplemente, Nietzsche es un hilo conductor para pensar ciertas cosas y es lo que sumó a este proyecto.
Pero no tengo un método de trabajo relacionado con Nietzsche: simplemente, le propuse a Leandro (Colás) filmar una película donde aparezca el trabajo que hacemos en el servicio de medicina familiar. La característica distinta es que yo estaba estudiando a Nietzsche y estaba copado con ciertas ideas suyas y me parecía interesante para pensarlas en relación con los cuerpos, la salud, la enfermedad y lo que nos pasa como médicos y como pacientes.
-¿Cuáles fueron tus herramientas para enriquecer al personaje y a la historia?
El 90% de la película tiene que ver con lo que hago con los pacientes. Leandro filmó mi actividad cotidiana en los consultorios. No tuve que hacer nada distinto.
-En Los médicos de Nietzsche también aparecen pacientes. ¿Cómo se trabajó con ellos?
Les conté claramente de qué se iba a tratar y los invité a meterse. Los tres aceptaron encantados y disfrutaron la propuesta. La aventura era encontrarnos una hora, una vez por mes, a hacer lo que hacemos habitualmente en las consultas. Yo no tenía idea de lo que iba a ser el resultado. Pero ese era el sentido: entrar a la aventura.
-¿Cómo te viste la primera vez que viste Los médicos de Nietzsche? ¿Qué te generó haberte encontrado en una pantalla grande?
¡Horrible! (Risas). Pero después me acostumbré… (Más risas). Me impactó porque nunca me había visto en pantalla. Con la actuación no estaba tan desacostumbrado. Pero era otro tipo de actuación, donde nunca me había visto.
Julia Montesoro