Vanesa Pagani es integrante del Espacio Audiovisual Nacional, entidad que el jueves 27 coordinó una Mesa Redonda sobre el tema La nueva Ley Audiovisual desde la perspectiva de géneros y diversidades. Integrante de APIMA, Pagani participó del encuentro junto con Inés de Oliveira Cézar (DAC), Irene Ickowicz (Argentores) y Martín Desalvo (PCI), representando a las diversas entidades que conforman EAN.
El Proyecto de Ley Federal para la Producción y la Industria Audiovisual garantiza la equidad a través del cumplimiento de la representatividad o alternancia por género, así como la representación federal y la participación equitativa en comités, delegaciones, jurados y toda actividad que realice el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales en el país y en el exterior. Por otro lado, postula la paridad en la conducción y administración del INCAA.
La Mesa Redonda forma parte de las actividades que desarrolla el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente.
-¿Cuáles son los puntos esenciales del proyecto de ley con respecto a la perspectiva de géneros y diversidades?
El primer aspecto importante es que la perspectiva de género está incorporada al proyecto. Por una cuestión de época, no está en la ley vigente: no se contemplaban estos temas.
Dentro de las funciones específicas del Instituto, nosotros proponemos, en vez de una presidencia como ahora, un directorio integrado por 14 miembros. Lo van a conformar directores, productores, guionistas y representantes de las distintas regiones del país. Y allí habrá paridad de género.
Ese directorio deberá convocar a los comités, que se conformarán como ahora, para la selección de los proyectos. También estos deberán tener paridad de género.
La ley nombra, entre otras cosas, la competencia que tiene el instituto en todas aquellas delegaciones, comités o grupos que forme, para cualquier actividad que realice. Todas ellas van a tener que cumplir con las normativas de la Ley Micaela y con la Ley de Cupo Trans.
-¿Qué beneficios contempla el fomento a la actividad para producciones realizadas con perspectiva de género y diversidades?
Actualmente el fondo de fomento equivale al 50% de los ingresos del INCAA. Nosotros proponemos elevarlo al 80%. Y dentro de ese porcentaje, que el 25% sea coparticipable. Esto significa que se va a dividir en las provincias de la manera en que lo crean que es necesario, que no solo puede ser una película, sino para desarrollar su propia industria, crear escuelas o capacitar. Si bien muchas provincias tienen su propio instituto y sus propios fondos, hay otras que están en pleno desarrollo. Ese 25% es coparticipable, pero además las provincias tienen acceso al 50% que está previsto para el Fondo Nacional.
Y en este esquema financiero, un 10% está destinado a producciones de bajo presupuesto. Aquí aparecen las cooperativas, las asociaciones que quieran hacer cine y también colectivos y agrupaciones que tengan que ver con la igualdad de género y la diversidad sexual. O sea, que hay muchos fondos destinados para esto en especial.
Por otra parte, la ley contempla la creación de un fondo especial para directoras y diversidades. Y hay otro aspecto importante que también está previsto: hay un punto de interés especial cuando el tema tiene que ver con diversidad de género. No es solo la mención de “interés especial” sino que significa más dinero.
Esto es en forma resumida lo que busca abordar la nueva ley. El hecho de tener un directorio conformado con paridad de género ya anticipa que se va a impulsar un plan de fomento.
-Se irán perfeccionando las normas, que serán más específica que en el modelo actual.
Claro, no se puede poner todo. Los abogados nos retaban porque nosotros queríamos poner todo para que quede claro (Risas).
-Más allá del enunciado del proyecto de ley, ¿hay iniciativas o metodologías contempladas por EAN a futuro para derribar los estereotipos de género en el trabajo?
-Cada asociación tiene su propia Comisión de Género. El EAN puso todo su esfuerzo y la colaboración de varias mujeres para ponerlo en la ley, para que quede claro que así como creemos en cómo debe funcionar el Instituto de Cine y dónde tienen que ir los fondos, también creemos que debe tener una mirada en género y diversidad. La unión nuestra no quiere decir que después haber presentado el proyecto de ley nos disolvamos.
–¿Cuál es el grado de participación de las provincias respecto de propuestas sobre diversidad de géneros y diversidades?
La última versión presentada es la sexta. Está en la página web de EAN en forma pública. Cualquier persona o entidad puede leerla y comentar. Nosotros prestamos mucha atención a las sugerencias. Muchas surgieron de las provincias, porque nosotros no dejamos de tener una mirada desde la capital, desde el centro. Yo aprendí muchísimo de recorrer. Durante la pandemia se hicieron los encuentros por Zoom, pero luego pudimos viajar y escuchar los temas que tenían para decirnos. Allí hay algo para corregir, evidentemente. Y una manera de corregir es dándole fondos: no hay otra vuelta para hacer cine que los fondos.
-Este reclamo que hacen ustedes, el EAN, y que está puesto en la ley firmemente, también tiene que ver con la contribución que las plataformas deberían hacer al fondo de fomento audiovisual. ¿En qué punto estamos?
Es un camino difícil. El fin de todos y de todas es tener un Fondo de Fomento que nutra el cine y que la OTT -que son las plataformas-, que realizan el mismo hecho que el cine, pague. Una misma película la vemos en el cine y paga un 10% de impuesto que va al fondo del fomento, y la misma película, se pasa en plataforma y no paga. Hay una anomalía. Es la misma película; o sea, nos costó lo mismo hacerla. Este hecho debe gravar a las plataformas, porque es otra manera de ver cine que tenemos hoy en día, una manera que no estaba contemplada años atrás. Hoy existe y a partir de la pandemia existe mucho más, entonces.
-No se trata solamente de lo que consumimos como audiencias, sino también de la producción, de los aportes al financiamiento.
Tal cual. Además, esto está relacionado con algo de que la idea pasa a ser de la plataforma. Todos queremos que haya pleno empleo y está buenísimo que exista eso, pero las producciones dejan de ser de Argentina. Culturalmente mucho más rico que nuestros propios guionistas, directores y directoras puedan llevar a cabo su historia, y que nosotros y nosotras como productores no sólo brindemos un servicio de producción, sino que seamos productores de nuestras propias películas. Eso me parece que hace a una diferencia cultural.
-¿Cuáles son las próximas actividades previstas por el EAN?
Nuestras actividades siguen existiendo porque todavía no está promulgada la Ley. Hacemos reuniones periódicamente entre nosotros y con organismos y entidades, para seguir difundiendo y dando a conocer la Ley. Luego vendrá el proceso de las charlas -seguramente en el Congreso-, cuando sea el momento del tratamiento del proyecto. Es un camino largo que todavía queda por transitar.
Julia Montesoro