Noelia Soledad Gómez integra La Nave de los Sueños, el grupo de producción y gestión cultural que enfoca su trabajo hacia el estímulo, la promoción, y el desarrollo de la cultura audiovisual independiente y de autor. Con más de mil presentaciones desde 2006, mes a mes programa preestrenos y películas poco frecuentadas, trabajando en el acercamiento entre creadores y público.
En noviembre, La Nave de los Sueños cumple 27 años de actividad.
El martes 1 a las 18.30 hs. se llevará a cabo la presentación del libro 50 mujeres del cine argentino, de Julia Montesoro, en el marco de la programación de noviembre y diciembre del ciclo Cine Argentino en la Biblioteca Nacional, Ciclo de Cine Independiente y de Autor. Es el inicio del ciclo que se lleva a cabo los martes a las 18.30 hs. en el Auditorio Jorge Luis Borges Agüero 2502 (CABA), con entrada libre y gratuita y que este año concluirá el 13 de diciembre.
Más información sobre la programación, en este enlace.
-¿Cómo se arma una programación o una agenda de actividades para que mes a mes incorpore novedades?
Mirando mucho cine. Viendo la programación de los festivales. Siguiendo a directores que ya pasaron por La Nave. Por otra parte, en todos estos años generamos contactos con directores y productores. Muchos de ellos cuando están por estrenar, nos ofrecen poder estrenarlo en La Nave.
-¿Cuáles son los ejes de la curaduría que hacen para la programación?
Principalmente -a pesar de que a veces tenemos excepciones-, queremos que sea cine argentino. Ese que conocemos como independiente, que no sea comercial. Buscamos darle pantalla a películas que no estuvieron mucho tiempo en el cine. Intentamos poder hacer mes a mes programaciones distintas. Hubo temporadas en que se pensaban con ejes temáticos, pero en los últimos años ir apostamos a una agenda más dinámica y diversa.
-Vos te integraste a La Nave de los Sueños hace una década. ¿Qué se fue modificando y cómo evolucionó de diez años a ahora?
Desde hace diecisiete años mantenemos el vínculo con la Biblioteca Nacional. En el día a día no parece mucho, pero eso es un montón. Logramos que el público reconozca este espacio. Con los años se mejoraron la pantalla y el sonid. Los directores se sorprenden por la calidad. El auditorio genera una mística especial, además. Para nosotros es un gran logro, porque en los primeros años los ciclos eran itinerantes y no se lograba un espacio con identidad propia.
También tuvimos pérdidas: por la pandemia no pudimos seguir con los cursos. En 2016 arrancamos con talleres dirigidos al cine, la comunicación y la escritura con una respuesta excelente. Pero hubo que interrumpirlos. Aunque tenemos previsto retomarlos.
-¿Hay algún público específico de los ciclos?
Es muy variado. Tenemos un público que nos sigue desde los comienzos. Y generamos permanentemente novedades para que se sumen nuevas audiencias. Mucha gente que llega por primera vez nos dice que no sabían que en la Biblioteca se pueden ver películas gratis. Y además pueden conocer a los actores y quienes hacen la película.
-Cuando comenzó la actividad de La Nave de los Sueños había videoclubes pero no existían las redes sociales, ni mucho menos las plataformas. ¿Son una alternativa o una competencia?
Buscamos películas que no hayan pasado por plataformas, para que el público tenga cierta exclusividad. Pero también nos abrimos al streaming durante la pandemia y tuvimos una muy buena experiencia, que nos permitió llegar a un público más amplio. Las películas quedaban una semana libre para ver junto con una entrevista grabada. Es difícil organizar dos funciones a la vez, pero queremos volver a hacerlo. Nos sirve para seguir conectando al público con sus directores. Ese es nuestro principal objetivo: hacer de nexo, antes que llenar la sala.
Julia Montesoro