Eduardo Pinto dirige El desarmadero, película de terror con mirada social protagonizada por Luciano Cáceres, Pablo Pinto, Clara Kovacic, Malena Sánchez y Diego Cremonesi, realizada en forma independiente a través de Eusebia en la Higuera, productora del propio Pinto, su hermano Pablo y Luciano Cáceres.
El desarmadero se presenta en el cine Gaumont.
-¿Qué te motivó a llevar adelante El desarmadero?
Es una vieja idea que tenía archivada: la de un guardia que cuida un cementerio de autos. Una imagen de alguien que debe hacer la limpieza y cuidar el lugar todas las noches. En un momento pensé que podía ser un capítulo de una serie.
Con esa vieja idea aproveché la cuarentena para escribir. Se fue transformando en un guion. Al final del 2020 tenía muchas ganas de filmar. Hablamos con Luciano (Cáceres) y con Pablo (Pinto), con quienes habíamos hecho Corralón, les comuniqué la necesidad de filmar y empezamos. En dos semanas tuve un guion de 40 páginas, se los pasé a los compañeros, les encantó y empezamos a preproducirla. En los primeros días de enero ya estábamos filmando.
-¿Cómo lograste hacer compatibles los distintos géneros, como el terror y la tragedia?
Decíamos con Luciano (Cáceres) y también con Clara (Kovacic): es una historia de amor y a la vez trágica. Me gusta que en el mundo de esta estructura de terror aparezcan las emociones. Que los personajes tengan conflictos reales, pasiones y emociones. En La sabiduría también me pasó lo mismo: era una película de tres chicas lindas pero yo quería que los personajes tuvieran emociones, situaciones que de alguna forma acompañen la trama. Que la trama no mande.
-Hay alegorías a la crítica social, como la chatarra como representación del sistema capitalista o la dualidad entre vivos y muertos, entre quienes están dentro y fuera del sistema. ¿Te interesa reflejar esos puntos de vista en tu obra?
Siempre. Es un texto social este caso está en off. Aca quedan reflejados los que están afuera, pero esos dos universos entre los vivos y los muertos están incorporados a la trama. Y también está insertado el capitalismo: los que pueden comprar un auto y aquellos que no pueden y tienen que robar las chatarras para poder subsistir. El paralelismo entre los vivos y los muertos está presente.
–El desarmadero está planteada como una película independiente. Y vos conformaste junto con Pablo Pinto y Luciano Cáceres tu propio sistema de producción a través de Eusebia en la Higuera. ¿Cómo es ser guionista, director y productor?
Siempre digo y repito que el cine es un arte colectivo y trato de sumar artistas de distintos ámbitos en mis obras. Mi hermano Pablo y Luciano son grandes artistas: entre los tres conformamos esta productora. Sumó a Mónica Rojas, una pintora increíble que fue la encargada de los cuadros que pinta Bruno y a Andrés Ciro Martínez, que aportó la canción Morella.
Julia Montesoro