En este Mes de la Mujer, Annamaría Muchnik recibió dos importantísimos reconocimientos. Uno fue a nivel personal: el colectivo Periodistas Argentinas la distinguió por su trayectoria, en un reconocimiento grupal a quince mujeres periodistas. El otro fue a nivel institucional, de parte de la Legislatura de la Ciudad, que declaró de Interés Cultural a La Mujer y el Cine. Es la continuidad de otro importantísimo galardón, que recibió por su trayectoria en el último Festival de Mar del Plata.
“Los premios no son personales: detrás de estos reconocimientos hay gente alrededor que me ayuda a lucirme y me permite seguir haciendo lo que quiero y me gusta hacer”, admite la popular animadora.
-El colectivo Periodistas Argentinas, cuando homenajeó a un grupo de 15 mujeres (entre quienes estás vos), las definió como “maestras e inspiradoras”. ¿Quiénes fueron tus maestras e inspiradoras?
Empecé en la televisión con apenas 17 años: me tiré a una pileta, porque de la noche a la mañana me lo ofrecieron y acepté. Si bien no empecé en “Buenas tardes, mucho gusto” sino en otros programas, mi padre era el proudctor y estuvo detrás de mí y me dio consejos que me sirvieron para toda la vida. Como que escuche a la gente que hay detrás de cámara: técnicos, cameramen, sonidistas, iluminadores. Yo aprendí a hacer televisión al lado de ellos, preguntando o escuchando cuando me comentaban algo, cuando no sabía cómo me iba a desenvolver.
Con el tiempo, una tiene sus figuritas que, de alguna manera, le permiten levantarse todas las mañanas y decir: “deber cumplido”. María Luisa Bemberg fue una, en relación al festival de La Mujer y el Cine: yo tenía muy claro hacia dónde se dirigía cuando ella me invitó a formar parte.
-Fuiste convocada por el alma mater del La Mujer y el Cine, que era María Luisa Bemberg, pero vos también sos de las pioneras, que a lo largo de los años contribuyó a difundir a las realizadoras mujeres.
La Mujer y el Cine tenía como objetivo difundir, promover y mostrar el trabajo realizado por directoras mujeres. Pero también buscaba hacerle sentir a las mujeres que ellas pueden, que debían atreverse. Esto es muy importante porque durante muchos siglos hemos escuchado muchas veces decirle a las mujeres: “¿y vos qué sabés hacer?, “vos tenés que estar en casa con los chicos”.
En la década del 80, cuando asumió Raúl Alfonsín, nos invitó a un grupo de veinte mujeres ilustres a conocer Viedma, ya que tenía el plan de trasladar la capital allí. Cuando llegamos, una mujer me llevó a conocer un grupo de la región que estaba trabajando en distintas actividades. Ellas se reunían para producir y realizar distintas actividades y me decían que en sus casas recibían destrato porque “no podían trabajar”. Nunca lo olvidé. Hasta hoy se descalifica a las mujeres que trabajan -que trabajamos-, y nosotras recalcamos la importancia de saber que podemos atrevernos.
-Ustedes animaron a esas cortometrajistas pioneras a seguir adelante y a profesionalizarse. Pero aun la desigualdad subsiste en cuanto al acceso profesional.
Exactamente. Si bien en el cine independiente hay mujeres ejerciendo roles técnicos; en el de producción más costosa, en general hay una gran mayoría de hombres. Cuando nos reunimos con las realizadoras es el tema que prima. Por eso están formándose grupos sindicalizados: de a muchas, solidariamente, se consiguen más cosas que en forma individual.
-Este reconocimiento a la Mujer y el Cine es por la labor que desarrollan desde el campo audiovisual y también desde el feminismo.
Sí. Esta es una manera de que cada mujer entienda lo que puede hacer, en tanto se lo proponga y no baje los brazos. Admiro mucho a las chicas más jóvenes que tienen clara conciencia de las diferencias y saben que hay una gran desigualdad: en los estudios, en las familias, en la búsqueda de trabajo. Tienen mucho coraje y valentía, cosa que no nosotras no teníamos tanto cuando empezamos. Eramos menos y teníamos más temor de luchar, mostrarnos y avanzar. Esto nos habla de lo que serán nuestros hijos y nietos y de lo que van a enseñarles a sus hijas. Lo dijo Mónica Gutiérrez el día que recibimos los premios en Manzana de las Luces: esta es la generación en la que las hijas le enseñan a las mamás.
-¿Cómo se perfila la nueva edición de La Mujer y el Cine, que se llevará a cabo del 5 al 8 de mayo?
Vamos a volver a la presencialidad en dos salas: en el MALBA y el en Cultural San Martín. Pero sin abandonar la posibilidad de estar en una plataforma: estaremos por streaming en Vivamos Cultura. Fue muy enriquecedora el año pasado la devolución de mucha gente de las provincias, que nos agradecían por tener acceso.
Se presentaron más de cien cortos para el concurso y hubo una presencia muy importante de proyectos para el work in progress. Exhibiremos algunos largos internacionales, habrá una sección de cine argentino de mujeres (que el año pasado no tuvieron mucha oportunidad de mostrarse) y también tendremos algunas charlas con personalidades de cine del exterior, posibilidad que tenemos gracias al streaming.
El streaming nos da la gran oportunidad de acercarnos, tanto al público como a las realizadoras de todo el país, que enviaron sus trabajos y no tienen la posibilidad de viajar a Buenos Aires..
Julia Montesoro